Hice las prácticas en la oficina de Autodesk en el Boston Seaport con Jose Luis García del Castillo y Keith Alfaro. Jose Luis y yo íbamos en bicicleta a Central Square, cogíamos la línea roja T (como llaman en Boston al metro) hasta South Station y cambiábamos al autobús de la línea plateada hacia Drydock Avenue. Al final del verano, publiqué como código abierto Voxel2GCode2—un conjunto de flujos de trabajo para transformar objetos geométricos y modelos basados en vóxeles en instrucciones de G-code imprimibles en 3D.
Andy es arquitecto y desarrollador de software en McNeel, la empresa detrás de Rhino y Grasshopper 3D. Grabamos un podcast en Nueva Orleans en septiembre de 2022, donde aprendí sobre la nueva aventura de Andy.
Disfruta de este episodio sobre los orígenes de Grasshopper, Grasshopper 2, Rhino.Compute, enseñanza, aprender a programar, IA generativa, código abierto y monetización, y en qué esta trabajando Andy.
Estrenaremos el episodio en YouTube el miércoles 27 de marzo, a las 2 PM ET, lo que significa que podrás chatear con Andy y conmigo durante el episodio.
Monolith es un editor basado en vóxeles que se sitúa en algún punto intermedio entre aplicaciones de CAD en 3D como AutoCAD y Rhino y aplicaciones de edición de imágenes basadas en píxeles como Photoshop. Una de las fortalezas de Monolith es su capacidad para producir impresiones 3D multimaterial con diferentes densidades de material. ↩
Puedes encontrar Voxel2GCode en GitHub. ↩
Últimamente, la respuesta suele ser, No, la publicación no está lista. Entonces busco en mis borradores o escribo algo completamente desde cero.
¿Por qué? Porque decidí hacerlo y he visto cómo da sus frutos a largo plazo.
Es oficio, no arte.
"Un profesional ve su trabajo como oficio, no como arte." Dice Steven Pressfield en La Guerra del Arte.
Es profesional, no amateur.
"Los profesionales se apegan al horario; los amateurs dejan que la vida se interponga." Dice James Clear en Hábitos Atómicos.
Los lunes buenos, disfruto de la libertad de haber completado mis deberes con antelación.
]]>En 168 Horas, Laura Vanderkam afirma que, en nuestra sociedad, "hay tiempo de sobra para criar a los hijos mientras se lleva un negocio, para trabajar, enseñar y entrenar para un triatlón, o lo que sea que aporte alegría y significado a tu vida."
Vanderkam dice que reconocer esto requiere cambiar la narrativa: en lugar de decir no tenemos tiempo para hacer X, Y o Z deberíamos decir no haremos X, Y o Z porque "no es una prioridad".
]]>Antes y después de hacerla; antes y después de abandonarla; antes y después de tener energía; antes y después de tener tiempo.
Intento hacer las cosas que tengo que terminar en el día antes de que se me acabe el tiempo y la energía.
No todo se puede hacer de una vez, incluso si te lo propones y es fácil caer en la trampa de posponer para más tarde.
Hacer las cosas que sabes que acabarás haciendo hoy lo más temprano posible siempre funciona mejor. Por la mañana, tu mente está concentrado y tienes más energía.
Por la noche, como me pasa muchos días con escribir, cada palabra requiere diez veces más esfuerzo que al despertar.
Es una cuestión de prioridades.
]]>He hecho una aplicación para la barra de menú de Mac1 que muestra el número de palabras escritas bajo la fecha del día actual—por ejemplo, 240227, para el día de hoy—y muestra el emoji ✍🏻 hasta que haya superado las doscientas palabras.
Como mencioné la semana pasada, escribo diariamente dentro de un marco de tiempo difuso. Como la aplicación no sabe cuándo me despierto o me acuesto, el día comienza y termina a las 6 de la mañana.
Si tienes curiosidad sobre por qué escribo diariamente y cómo lo hago, puedes escuchar mis hábitos de escritura.
Para las personas, el día comienza cuando te despiertas y dura hasta que te vuelves a dormir.
En casa, mis días suelen tener dieciséis horas —desde las ocho de la mañana hasta las doce de la noche—.
Los días de viaje pueden acortarse o alargarse dependiendo de si viajo hacia el este o el oeste, y pueden durar hasta treinta horas cuando vuelo a California.
Es dentro de este periodo de tiempo difuso que escribo y dibujo a diario.
]]>Pero también más difícil de lograr de manera consistente si lo piensas demasiado.
Sigo escribiendo y llevando un diario todos los días.
Sin embargo, he experimentado cómo dejar un hábito durante unos días puede convertirse en dejarlo durante mucho tiempo—semanas, meses, años.
La esencia es establecer sistemas que te hagan hacer lo que debes hacer, para pasar tiempo haciendo cosas impactantes.
]]>Solo necesitas recordar una contraseña.
La última contraseña que necesitarás.
No te dicen que también estás facilitando a los hackers a robarte todo de una vez.
¿La solución?
Almacena pistas —letras, palabras o frases que te recuerden a tus clave— pero no tus claves.
No reutilices contraseñas y crea contraseñas algorítmicas.
Utiliza passkeys y llaves de seguridad.
]]>Todo bajo el mismo techo puede ser robado con una sola llave.
La centralización es cómoda pero insegura.
La descentralización requiere más trabajo pero es más segura.
Se trata de minimizar el riesgo.
Acaparamiento (Comportamiento Animal). Wikipedia. Accedido el 27 de enero de 2024. ↩
La ausencia de fecha te hace sentir que tienes todo el tiempo del mundo, lo cual no es cierto.
Un plazo de entrega corto te induce a concentrarte y te suele hacer más eficiente.
Y un plazo demasiado corto añade presión, pudiendo llegar a paralizarte.
El punto óptimo, independientemente de cuándo sea la entrega, es simular plazos cortos para entregar con frecuencia. Así no hay dónde esconderse o procrastinar, y no te paralizarás porque estarás preparado cuando llegue el momento.
]]>Pero dale suficiente tiempo y probablemente olvidarás incluso los detalles más simples.
Por eso tiene sentido capturar los pasos que das, uno tras otro, sin importar lo fácil que sean mientras los tomas.
No hay pasos fáciles cuando no puedes recordarlos.
]]>Cambiar tu mentalidad para pensar de esta manera puede ser difícil, pero finalmente vale la pena.
Por eso priorizo la periodicidad —publicar con un ritmo constante— sobre lograr objetivos específicos. Un directo semanal, un mini-relato semanal, un dibujo diario y un episodio mensual de podcast.
Usemos el comienzo de 2024 para iterar sobre nuestros sistemas.
]]>Estos son los más visitados (en orden descendente).
Algo más, Impaciencia, La IA no lo pilla y Atardecer en Point Reyes están entre mis posts favoritos.
¿Cuál ha sido tu relato favorito?
]]>Esta mi última publicación del año.1
En 2023, ralentizé mis proyectos —canal de YouTube, podcast y escritos— entre un cambio de trabajo, una boda y la renovación de una casa.
Aún así, logré publicar contenido nuevo y poco a poco voy recuperando mi ritmo anterior. No ha sido fácil.
Esto es lo que he podido hacer.
El fin de año es un gran hito temporal para reflexionar sobre lo que hemos hecho durante el año pasado y repensar nuestra práctica. Sin embargo, es mejor realizar revisiones similares a lo largo del año en lugar de esperar a los propósitos de año nuevo.3
Si estás pensando en empezar un blog o un diario personal, te invito a leer Una Palabra al Día. Estoy de acuerdo con Seth Godin en que “todo el mundo debería tener un blog y escribir a diario, en público.” Es gratis y es una forma genial de desarrollar tu voz antes de que a nadie le importe lo que escribes.
Si hay algo que has aprendido o disfrutado de mi contenido, me encantaría saberlo —escríbeme un mensaje—.
Espero compartir más contigo en 2024.
Suscríbete en Sketch.Nono.MA y Substack para recibir mis posts en tu email.
¡Muchas gracias por estar ahí!
Adiós al 2023.
¡Feliz año nuevo!
Esta es la tercera publicación de despedida del año. Puedes leer las anteriores de 2020, 2021 y 2022. ↩
Apenas recibo veinte euros al mes, pero sienta bien haber alcanzado esta meta y empezar a generar ingresos pasivos con mi contenido. ↩
A principios de 2019, publiqué Doce Uvas—una breve reflexión sobre los hitos temporales y los propósitos de Año Nuevo. ↩
Estoy dejando de usar mi MacBook Pro de 13 pulgadas (M1, 2020), un portátil de primera generación con Apple Silicon que superó ampliamente mis expectativas para el trabajo diario, y estoy migrando mis aplicaciones y configuraciones a una máquina M3 Max.
Un portátil. Porque puedo viajar con él y trabajar en distintos sitios.
Un Mac. Porque disfruto trabajando con el sistema operativo de Apple mucho más que con Windows.
Espero compartir pronto mi configuración para grabar, transmitir y hacer podcasts contigo.
]]>Condujimos por el bulevar Sir Francis Drake hasta el faro de Point Reyes, pasando por el túnel de Árboles de Ciprés, justo a tiempo para ver la puesta de sol.
Frío, viento y una escala grandiosa.
Varias especies de focas y ballenas habitan la costa. No tuvimos suerte. Sin embargo, en el camino, el ganado pastaba tranquilamente y numerosos ciervos tule nos saludaban.
Unos cuantos pájaros codornices de California nos sorprendieron escabulléndose por la carretera justo delante de nosotros, obligándonos a frenar de golpe.
Al anochecer, mientras conducíamos por las sinuosas carreteras de vuelta a San Francisco, avistamos una mofeta. Radiohead sonaba de fondo.
]]>No recuerdo haber pasado por aduanas más rápido que hoy.
Ahora estoy sentado con mi portátil en la Terminal 3, escribiendo este pequeño post mientras espero a que aterricen algunos compañeros de trabajo; recogeremos una minivan y conduciremos a Olema, junto al Parque Nacional Point Reyes.
Me siento privilegiado por la oportunidad de visitar estos lugares increíbles por trabajo.
Estoy a 9.600 kilómetros de casa y a 10.424 kilómetros de Coromandel, Nueva Zelanda, que es la ciudad más cercana a las antípodas de Málaga. He viajado un cuarto del mundo hoy y estoy a medio camino de Nueva Zelanda.
]]>Tienes que aprender a hablar en múltiples lenguajes de programación para crear aplicaciones para diferentes sistemas, y, créeme, lleva tiempo.
Recuerdo quedarme hasta tarde inmerso en libros PDF y aplicaciones interactivas para aprender a programar hace más de quince años.2 El conocimiento y la habilidad se van obteniendo con el tiempo, y los conceptos tardan en ser asimilados.
Esto está cambiando rápidamente.
Puedes pedirle a ChatGPT (el asistente de inteligencia artificial de OpenAI) y otros modelos de lenguaje que escriban código funcional para ti en prácticamente cualquier lenguaje de programación. Por ejemplo, puedes pedirle que Calcule el volumen de una pirámide en Python3 o que Cree un formulario para un sitio web. Pero también puedes pedirle que razone sobre finanzas o Enumere los pasos para hacer tortitas. Parece saberlo todo.
Estos programas son excelentes herramientas educativas y de aprendizaje que ayudan a los desarrolladores en su trabajo, y yo los uso diariamente para programar.
La máquina aprende de las mismas fuentes que mencioné antes—libros, guías, la web—pero la experiencia del usuario para recuperar conocimientos y encontrar soluciones es radicalmente diferente.
El sistema puede mezclar y combinar soluciones de código a tus necesidades inmediatas como si hubiese un programador escribiéndote al otro extremo de la línea—razonando y programando tras leer todo internet. Pero no hay humano sino un asistente digital que puede hablar con miles de personas al mismo tiempo y sabe mucho, mucho más que de programación.
En este punto, es cuestión de tiempo que se adopten nuevas formas de trabajo con la inteligencia artificial en tu campo de trabajo, sea cual sea.
Como dice Cal Newport en Deep Work4, aquellos que puedan trabajar bien y de manera creativa con máquinas inteligentes tendrán una ventaja en esta nueva economía.
«La inteligencia artificial debería amplificar la creatividad humana, no reemplazarla» dice Lyor Cohen, Head of Music de YouTube y Google.
Tal vez estas IAs nos ayuden a trabajar mejor y, a cambio, «nos permitan desconectar, disfrutar de nuestro tiempo libre y dejar de actuar como máquinas».5
¿Te unes a la revolución?
Un famoso sitio donde la gente pregunta dudas de programación y recibe respuestas de otros programadores es StackOverflow. ↩
Pasaba noches aprendiendo programación orientada a objetos en Java con BlueJ en 2008, si no recuerdo mal. Primero aprendí HTML, JavaScript y PHP para crear sitios web básicos, y a través de Java y Objective-C hice mis primeras aplicaciones para iPhone y iPad. ↩
Acabo de probar esto, y ChatGPT primero me dice que puedes usar la siguiente fórmula—Volumen = (1/3) * Área de la Base * Altura
—y luego devuelve el código en Python para hacer exactamente eso. ↩
Deep Work: Rules for Focused Success in a Distracted World. Cal Newport. Grand Central Publishing, versión Kindle. ↩
Work or walk. Nono Martínez Alonso. 21 de julio de 2020. ↩
Panagiotis Michalatos me dijo algo similar mientras caminábamos por Sumner Road en Cambridge, Massachusetts, a finales de 2016 o principios de 2017, mientras pensaba en el tema de mi tesis del máster. Quería agilizar la generación de texturas para dibujos arquitectónicos y no podía imaginar lo que venía. Terminé jugando con los primeros algoritmos de aprendizaje automático generativo, principalmente Pix2Pix, y entrenando bots para colorear mis dibujos.
En 2017, escribí que la inteligencia artificial estaba transformando la forma en que interactuábamos con las máquinas. "Al curar un conjunto de datos, el diseñador es el programador. Elegir el conjunto adecuado de imágenes pasa a formar parte del proceso de diseño."
Hemos visto enormes avances en la IA generativa y una transición de GANs a transformers, de Pix2Pix y StyleGAN a modelos de difusión como DALL·E y Midjourney. Es una locura y es emocionante. Pero también da miedo.
Cuanto más avanza la inteligencia artificial, más lentos nos volvemos los seres humanos.
Cuando los sistemas de inteligencia artificial lo saben todo, nos abruman pidiéndonos peticiones constantemente.
Ya no necesitamos curar un conjunto de datos porque la mayoría del conocimiento público mundial está comprimido y es fácilmente accesible a través de modelos de aprendizaje automático que pueden darte una respuesta en menos de un segundo.
Petición.
Respuesta.
Piensa en tu próxima petición.
Petición.
Respuesta.
Y así continuamente.
Preguntarle a un modelo de lenguaje de gran escala, los conocidos como LLMs, se ha convertido en parte del proceso de diseño, y muy pronto parte del día a día de cualquier trabajador del conocimiento: programadores, médicos, profesores, estudiantes, científicos, etcétera. Los LLMs están aquí para quedarse. Y debido al simple hecho de que pueden hacer muchas, muchas tareas diferentes por nosotros, las harán.
Entonces, ¿por qué necesitamos trabajo de "CAD monkey"? Porque necesitamos tiempo para pensar y estaríamos agotados si cediéramos a la máquina, rogándonos constantemente por nuevas órdenes, por un prompt más.
Llevamos años haciendo miles de clicks para que los programas hagan lo que queremos. Ahora podemos chatear con la IA para que haga el trabajo por nosotros. Solo tenemos que idear las instrucciones correctas para que la máquina entienda qué queremos.
Según ChatGPT (14 de noviembre de 2023), el término CAD monkey es "una expresión coloquial utilizada en las industrias de arquitectura, ingeniería y diseño que se refiere a profesionales o becarios que se dedican principalmente a la tarea repetitiva y a menudo monótona de dibujar o modelar utilizando software de Diseño Asistido por Computadora (CAD). El término "mono" en este contexto implica que el trabajo es relativamente poco cualificado o no aprovecha completamente la formación y habilidades del profesional, ya que a menudo implica realizar tareas sencillas y rutinarias que no requieren una aportación creativa significativa ni toma de decisiones." ↩
Tengo muchos temas que cubrir, una gran oportunidad para reclamar mi bloque semanal y trabajar en temas planificados a lo largo de varios episodios.
Aunque todavía tengo que tratarlo acústicamente, el nuevo estudio funciona. Mi Shure SM7B suena bastante bien incluso sin paneles de absorción acústica y con la habitación casi vacía.
Las ideas de temas son bienvenidas en Discord.
Sígueme en YouTube para saber cuándo es el próximo directo.
]]>De manera similar, mis mini-relatos evolucionan y abordan conceptos desde diferentes perspectivas.
Solo a través de la agrupación de los dibujos y escritos que produzco, al mirarlos como un todo, se convierten en uno.
Pero podría hacer más planificación para convertirlos en una obra coherente.
Por eso, además de los bloques semanales de la semana pasada, quiero establecer objetivos a largo plazo sobre qué dibujar—una colección de dibujos sobre un tema concreto, por ejemplo—y sobre qué escribir, para tratar temas en fragmentos pequeños y desarrollarlos en ensayos más largos posteriormente.
Puede que me lleve meses o años empezar a trabajar en temáticas planificadas. Pero llegaré.
Por ejemplo, dibujé y compartí este pequeño camaleón verde en febrero de 2022. ↩
En mi experiencia, definir tus objetivos te ayuda a avanzar más rápido —si sabes lo que quieres lograr en una semana determinada, puedes reservar tiempo con antelación—.
Estoy diseñando un horario semanal con bloques de tiempo para las actividades que quiero hacer cada semana. Piensa en bloques para escribir, dibujar, grabar, editar, transmitir en directo, trabajar, reunirse, desconectar, hacer ejercicio, planificar u organizar. Todo lo que quieras hacer—digital y analógico—con un espacio dedicado en tu calendario.
Voy a reservar bloques de tiempo para mis actividades principales e iteraré reduciendo o ampliando sus bloques acorde al tiempo que necesite.
No es más que decir Escribiré dos horas los lunes por la mañana y Haré un directo los jueves por la noche, pero ayuda mucho.
]]>Si aceptas un ámbito creativo más pequeño, las restricciones de diseño te ayudan a innovar dentro de un conjunto reducido de variables, limitando cuantas piezas pueden moverse.
Depende de ti establecer plazos realistas para cada tarea, ni mucho tiempo ni muy poco, así como minimizar tus grados de libertad creativos; no intentes ser creativo en demasiadas áreas al mismo tiempo.
]]>Sigo tratando de mantener mi inbox zero pero quería compartir que me resultó muy complicado durante el verano, cuando viajaba con un iPhone X medio roto y sin acceso a mi ordenador.
No tardé mucho en recuperar el control de mi bandeja de entrada. Pero vi el problema desde una perspectiva diferente.
Todo lo que puedo decir es que tener un ordenador —o incluso mejor, un monitor, un teclado y un ratón— facilita mucho la tarea.
Ese es el problema de depender de un portátil para ciertas tareas: no lo tendrás cuando estés en movimiento.1 Es mejor aprender a hacer las cosas en el móvil porque casi siempre podrán hacerse de una forma parecida en el ordenador.
Una herramienta que me gustaría poder llevar conmigo en mi iPhone es Typinator, una aplicación de expansión de texto que solo funciona en macOS (el sistema operativo de Apple) que uso mucho para expandir fechas, datos y otras automatizaciones. ↩
No es necesario aprender a escribir, dibujar, editar fotos, videos o realizar otras tareas complejas.
Habla con la máquina y deja que ella haga el trabajo. No es completamente cierto (todavía). Pero ya podemos verlo en muchas áreas.
¿El siguiente paso? El ordenador puede hacer las cosas por sí solo. No se necesitan humanos.
Esto se está volviendo cierto, al menos, para ciertas tareas —como la transcripción y la moderación de contenido— y cambia el tipo de tareas que tenemos que realizer, a veces creando nuevos trabajos, otras dejándonos sin él.
Este cambio de paradigma también democratiza el trabajo creativo anteriormente reservado para ciertos profesionales; las máquinas aumentan nuestras capacidades, lo que no necesariamente nos hace más creativos.
]]>He dibujado en mi cuaderno, escrito en el iPhone y el iPad y he pospuesto las cosas que suelo hacer a diario en mi ordenador para mi vuelta.
Ahora tengo el iPhone 15 Pro, que va de maravilla. Es probable que ahora escriba, vea películas y series y haga fotos y vídeos más que antes en mi móvil.
Sienta bien sentarme en mi escritorio. Pero no lo he echado de menos mientras estaba por ahí.
Ha sido un verano largo. Tengo ganas de empezar la temporada con nuevos podcasts, vídeos de YouTube y relatos.
]]>Sin embargo, cuando un proyecto se completa ya no hay nada más que refinar, nada más en lo que trabajar; se acabó. Hay un gran vacío de tiempo que antes se dedicaba a ese proyecto.
Ese es el momento para nuevos proyectos.
]]>Cuando otros esperan tu contenido es más complicado saltarse la entrega.
Por eso ayuda involucrar a otros en tus proyectos y objetivos.
El simple hecho de que estén ahí te empuja a seguir adelante.
]]>Algo que sigo recordando es mi host, Steve Johns, llamando desde su móvil plegable desde el asiento delantero de su coche mientras llovía. Pronto me di cuenta de que le estaba explicando que coger del maletero a un amigo que estaba a tan solo unos metros, fuera del coche.
Por aquel entonces en España pagábamos por el establecimiento de llamada, por cada minuto y por cada mensaje. Por lo que me parecía una locura que Steve llamase en vez de bajar la ventanilla. Allí tenían ya llamadas y mensajes ilimitados.
Los móviles se hicieron inteligentes y los planes móviles comenzaron a incluir llamadas y mensajes ilimitados y datos móviles —internet— lo que permitió hacer llamadas por internet, un movimiento iniciado por aplicaciones como Skype y que hoy soportan apps como FaceTime o WhatsApp.
Mi compañía móvil no tiene roaming gratuito en Estados Unidos, lo que se traduce en un precio prohibitivo por usar internet. Por eso utilizado una tarjeta SIM Vodafone YU S cuando cruzo el atlántico —con un coste de diez euros al mes— y llevo conmigo una herramienta para cambiar de tarjeta en el vuelo antes de aterrizar en terreno americano.
El límite hoy en día lo ponen los datos. Pero también para que ese límite desaparece conforme los planes móviles ofrecen cientos de gigas por pocos euros al mes. Me resulta curioso que sea más barato tener internet móvil en USA con una tarjeta española.
Tenemos la suerte de poder llevar internet con nosotros a todas partes. Hay veces que yo mismo llamo a alguien que está muy cerca por mera comodidad.
]]>Esto se traduce en que apps como Tweetbot —uno de los mejores de clientes de Twitter para iPhone— van a desaparecer, y que servicios como Zapier —un servicio de automatización— ya no podrá compartir tuits.
Es difícil para mí saber a cuánta gente le llega mi contenido a través de las redes y estoy pensando en minimizar mis posts automáticos en favor de algo diferente: centralizar mis actualizaciones en mi newsletter, en Sketch.Nono.MA o Substack.
Aunque es cómodo que mis publicaciones se compartan solas en las redes cada martes también puede ser un poco ruidoso. Podría reclamar la atención de mis cuentas en publicaciones más especiales.
¿Qué piensas? ¿Con que frecuencia lees mis publicaciones y cuál crees que es la mejor forma de compartirlas?
P.D. Algun día te contaré la historia de la gaviota en el dibujo de hoy.
Twitter introduce un nuevo plan de $5000 al mes a su API. TechCrunch. Visitado el 28 de agosto del 2023. ↩
Otras veces, otros lo dictan por ti.
Pero cuando es tu elección, asegúrate de elegir adecuadamente.
Puede que acabes dedicándole tiempo y esfuerzo a las cosas equivocadas.
]]>Ciertas cosas que nos la proporcionan requieren de poco esfuerzo —como ver vídeos virales— pero otras requieren más —como hacer deporte o aprender algo nuevo—.
¿A dónde iba con esto? Ah sí, a las distracciones.
Nuestra mente suele tachar de aburrido el plan que tenemos marcado, lo que hay que hacer sí o sí, lo obligatorio.
A veces prefiere la novedad y lo imprevisible.
Ese impulso por algo diferente nos distrae, alejándonos de nuestras metas.
La mayoría de las veces es mejor continuar con lo que ya conocemos y hacer lo que nos propusimos ayer.
]]>Para poder ser libre cuando la señal de cerrado por vacaciones está puesta, tu equipo tiene que ser capaz de realizar tus tareas sin ti.
]]>Miro por la ventanilla y me encuentro un precioso paisaje de hielo y montañas. Como los paisajes nevados de Juego de Tronos.
¿Dónde estamos? Me pregunto.
Sobrevolamos Groenlandia a novecientos kilómetros por hora, once mil metros de altura y menos cincuenta grados.
Lo único que puedo ver es una vista de pájaro. Nada de detalle ni puedo ver la escala.
Entonces me doy cuenta de que es, probablemente, la primera vez que veo Groenlandia.
]]>«Un error es algo fuera de lo común. Dos errores comienzan un patrón.» Dice James Clear.
Tras perder mi práctica diaria unas cuantas veces no meditar se volvió en un hábito.
«Eliminar este patrón antes de que se convierta en algo mayor es una de las razones por las que aprender a volver a ponerse rápidamente es una habilidad esencial para crear buenos hábitos.» Sigue Clear.
Una falta no importa. Pero asegúrate de no faltar dos días seguidos.
Hoy he meditado diez minutos.
]]>«La práctica es agnóstica del resultado», dice Seth Godin.
Escribo sin pensar en lo que voy a publicar. Conforme más palabras tecleo, más fácil es encontrar cosas que merece la pena publicar cuando reviso mis escritos.2
No suelo escribir para publicar, sino para averiguar lo que pienso y capturar recuerdos. Descubrir y recordar. Escribo para escribir, para practicar.
Esto también me permite escribir mal. Sin presión. Me puedo distanciar de lo que escribo, volver a ello con la mirada del lector y luego seleccionar y refinar lo que verá la luz.
]]>Cada una de sus 124 páginas se escanea en dos minutos a 1200 dpi1, aunque acaban siendo más como cinco minutos por página porque hay que poner el cuaderno en el escáner, generar una vista previa y seleccionar el área de escaneado. Digitalizar un cuaderno entero puede llevarme entre cuatro y diez horas (!).
Esta tediosa tarea requiere de paciencia y recomiendo irla haciendo conforme llenas tu cuaderno y no una vez que lo acabas por completo; es más llevadero y sirve de copia de seguridad de tus dibujos en caso de que pierdas tu cuaderno.2
Acceder a mis dibujos allá donde esté —en mi móvil o portátil— no tiene precio. Me permite seleccionar, editar y publicar con facilidad.
Escanear mis dibujos se traduce en tranquilidad.
Escanéo con un escáner Canon CanoScan LiDE 220 (y con el 400) a 1200 dpi. Aunque puede escanear hasta 4800 dpi, aumenta mucho el tamaño de los archivos y no hay gran diferencia de calidad. Me gustaría probar el Epson Perfection V39II en algún momento, un escáner equivalente de la marca Epson. Todos estos escáneres son A4, por eso acabé dibujando en cuadernos de 22.9 x 15.2 cm que son más fácil de escanear. ↩
Por ahora nunca se me ha perdido un cuaderno, probablemente porque siempre estoy alerta pensando que se me puede perder. Si no estás procupado, deberías preocuparte. Si estás preocupado, no tienes de que preocuparte. ↩
Frank es un arquitecto, profesor, escritor y buen sketcher que siempre lleva consigo un cuaderno de dibujo.
Escribe para descubrir lo que piensa y dibuja para entender qué está viendo y asegurarse de que no lo olvida.
«Es demasiado tarde para detener [internet], pero como arquitectos, artistas y escritores podemos dar a la gente una sensación de "lugar" allá donde estén», me dijo Frank en el podcast que grabamos el año pasado.
Frank cree que podemos crear lugares con algo físico y concreto que nos vincule al sitio en que vivimos en un mundo digital en el que, de otra forma, se difuminan los límites.
Hoy celebro el cuarto aniversario de esta publicación tras 210 dibujos y escritos semanales publicados a lo largo de 1463 días.1
El blog de Frank —Native Places— fue una de mis mayores inspiraciones para empezar este proyecto. La fórmula es sencilla: empareja un dibujo con un mini-ensayo, compártelo online y repite.
Todavía estoy intentando averiguar cómo funciona, pero disfruto cada momento y continuaré escribiendo, dibujando y publicando durante años. (Te animo a descubrir el poder de la escritura por ti mismo: puedes empezar con una palabra al día.)
Me encantaría saber qué piensas, si tienes alguna sugerencia e invitarte a escribir un comentario, enviarme una nota de voz o un mensaje privado.
Gracias, una vez más, por animarme a seguir adelante de una forma u otra.
Feliz newsletter-año.
Han pasado 209 semanas (1463 días) desde mi primer dibujo y mini-ensayo el dos de julio de 2019. ↩
Algo más en lo que trabajar.
Algo más que aprender.
Algo más que mejorar.
Algo más que quiere distraerte, especialmente cuando lo que estás haciendo empieza a ser aburrido o difícil.
Hoy, vamos a centrarnos en aquello a lo que nos comprometimos ayer, en lo que ya sabemos hacer y en lo que ya funciona.
]]>Ian acababa de empezar Hypar1 en su garaje, «una plataforma para diseñar, generar y compartir sistemas de edificios». Ian es CEO y fundador de Hypar y es conocido como "el padre" de Dynamo.
En septiembre, grabamos otra conversación en un hotel en la calle St Joseph de Nueva Orleans, con dos cámaras y dos micrófonos. Esta vez no fuimos a surfear pero sí que corrimos 10.72 kilómetros al amanecer a lo largo del río Mississippi con Zach Kron.
Espero que disfrutes este episodio acerca de cómo Hypar está creando la plataforma de nueva generación para diseñar, generar y compartir edificios y qué piensa Ian del código libre, la programación visual, inteligencia artificial generativa y monetización.
El episodio saldrá como una premiere en YouTube hoy, martes 20 de junio a las 20 horas, y podrás chatear con nosotros durante el episodio.
¡Esperamos verte!
Hypar significa paraboloide hiperbólico, una superficie matemática que se asemeja a la forma de una silla de montar. ↩
Algunos de nosotros lo utilizamos a diario.
Abrimos nuestra bandeja de entrada decenas de veces al día, probablemente porque algunos mensajes requieren tiempo, no se pueden resolver fácilmente o tenemos que esperar para poder hacer algo.
Yo intento llegar al inbox zero, que es básicamente tener la bandeja de entrada vacía. Otros prefieren inbox infinity, un término acuñado por Taylor Lorenz a principios de 2019, «aceptando el hecho de que habrá una cantidad creciente e interminable de mensajes en tu email todos los días, la mayoría de los cuales nunca verás o procesarás».2
Estos son mis principios para reducir el tiempo que paso mirando el email.
No es fácil definir reglas que funcionen para todos o incluso para una persona en distintos momentos. Esta práctica parece estar funcionando de momento, pero seguiré adaptándola con el tiempo.
¿Tienes otros trucos para simplificar tu email? Me encantaría conocerlos.
Esta información está basada en el informe 8 Billion Lives, INFINITE POSSIBILITIES: The Case for Rights and Choices de Naciones Unidas y el informe How Many People Use Email? de Oberlo, que dicen que la población humana superó los ocho mil millones de personas en noviembre de 2022 y que 4.26 mil millones de personas utilizaban a alguna forma de email en 2022, respectivamente. ↩
Don't Reply to Your Emails by Taylor Lorenz. The Atlantic. 2019. ↩
El gigante de Cupertino ha redefinido categorías de producto anteriormente y ha educado a la población consiguiendo generar una necesidad —como por ejemplo el navegar por internet desde la cama en tu iPad o iPhone en lugar de sentarte en tu escritorio—.
El dispositivo es caro; más de tres mil euros. Aunque algunos argumentan que es lo mismo que te puede costar un setup de escritorio si piensas en comprar un ordenador con monitor y otros periféricos. Vision Pro es todo lo que necesitas. «Libera tu escritorio y las aplicaciones se mueven contigo». Sin pantalla. Sin ratón. Sin teclado. «Navega sencillamente usando tus ojos, manos y voz».
Apple ha acuñado el término visionOS para referirse a su primer sistema operativo espacial, invitándonos a un lienzo infinito que transforma la forma en la que trabajamos.1
No puedo esperar para probarlas.
Apple Vision Pro. Apple. June 5, 2023. ↩
Escribir lo que pensabas y creías en el pasado —conservar recuerdos— es útil porque cambiará.
]]>No hace falta decir que esta lógica se puede aplicar a otras actividades que te guste hacer. Yo la empleo a diario para dibujar y escribir.
]]>Ya no es necesario dibujar a mano. La cámara captura las luces y sombras por ti. Y la inteligencia artificial está aprendiendo a hacer tareas más complicadas.
«Cuando automatizas todo lo que puedes en tu vida, puedes esforzarte en las tareas que las máquinas aun no pueden hacer». Esto es lo que dice James Clear en Atomic Habits. «Cada hábito automatizado libera tiempo y energía para el siguiente nivel de crecimiento».
La cantidad de "tareas que las máquinas aun no pueden hacer" no deja de disminuir.
James Clear cita a Alfred North Whitehead —matemático y filósofo— que escribió que «La civilización avanza aumentando el número de operaciones que puede realizar sin pensar en ellas».
La cámara pierde la esencia del dibujo, que se basa en entender lo que ves.2
La máquina hace el trabajo por nosotros y nos ahorramos el esfuerzo. Pero es ese esfuerzo el que nos hace aprender y dominar habilidades.
Imagina a una niña que utiliza inteligencia artificial para dibujar o colorear una flor. ¿Cómo se supone que aprenderá a dibujar o colorear si un programa lo hace por ella?
Sigue haciéndose más difícil adivinar qué tareas no pondrán hacer las máquinas. En el futuro, la habilidad a dominar es la de manejar, quizás controlar, las máquinas —a lo que actualmente nos referimos como prompt engineering—.
La tecnología no captura la esencia de la artesanía.2
No importa lo bien que dibujen las máquinas, yo seguiré dibujando a mano.
Leonardo Da Vinci by Walter Isaacson. ↩
Esto es una simplificación. Muchas aplicaciones de la tecnología y la inteligencia artificial automatizan procesos que no proporcionan valor al humano que las lleva a cabo. La clave está en las cosas que hacemos por el mero hecho de hacerlas y no por el resultado que obtenemos y que ese camino en sí es lo que proporciona el crecimiento al individual realizando el trabajo. ↩ ↩
Impaciencia para que el vídeo cargue,
y para terminar de verlo.
Impaciencia para que salgan nuevos episodios,
y para ver la temporada de golpe.
Impaciencia con aquello que tienes delante,
y gran inquietud con el presente.
Buscamos lo siguiente constantemente.
Las pantallas han reconfigurado nuestro cerebro,
y configuran la de los más pequeños desde el inicio.
Impaciencia para leer este escrito al completo,
y una necesidad de encontrar más contenido.
En este mundo frenético,
gana la tortuga.
Seth Godin lo llama «el chapuzón»;
Steven Pressfield «la resistencia»;
Cal Newport «trabajo superficial».
Tienes que seguir cuando el resto tire la toalla.
]]>De lo contrario, los algoritmos de caja blanca te dejan ver lo que hay dentro. Lee el código, modifícalo y aprende por qué y cómo generan los resultados.
Las cajas negras protegen la propiedad intelectual, hacen más difícil que sean hackeados1 y permiten que las empresas moneticen sus servicios poniéndolas tras un 'muro de pago'.
Las cajas blancas permiten que la comunidad contribuya de forma colectiva a mantener su código y añadir nuevas funcionalidades.
Los hackers suelen buscar fallos en programas de código libre para explotar sus vulnerabilidades de forma maliciosa. ↩
¿Sigue siendo divertido?
¿Hay algo que podrías cambiar?
¿Ha perdido la magia?
Puede que no tengas que cambiar nada, pero a veces las cosas dejan de ser igual que cuando empezaste a hacerlas.
]]>Utilizaremos Riverside, retransmitiremos por YouTube y editaremos la conversación para el podcast de Getting Simple.
Pronto anunciaremos nuestros invitados.
]]>Alex trabaja con ingenieros de datos y machine learning en Autodesk creando equipos y sistemas de machine learning.
Hablamos de las novedades recientes de la inteligencia artificial —transformers, GPT, Stable Diffusion— aunque como menciona Alex en LinkedIn, «poco sabíamos de la tormenta de innovación que se avecinaba».
El episodio saldrá como una premiere en YouTube mañana, miércoles 12 de abril a las 20 horas, y podrás hablar con nosotros en directo durante el episodio en el chat.
Es emocionante —nunca hemos probado este formato—.
¡Esperamos verte mañana!
]]>Si puedes hacer cualquier cosa, ¿qué harás?
La estructura incorpora restricciones que disminuyen el número de decisiones requeridas.
Un sistema de trabajo claro —una serie de pasos estructurados— limita en qué ámbito serás creativo y te permite olvidar el proceso y centrarte en hacer.
]]>La inteligencia artificial está cerca de transcribir audio sin errores.
He utilizado Descript1 (de pago) bastante los últimos años y he explorado otras alternativas. Descript transcribe y permite editar audio y vídeo manipulando texto. Las transcripciones son muy precisas, pero incluso un pequeño porcentaje de errores puede resultar en mucha edición cuando hablamos de conversaciones de varias horas, especialmente cuando se utilizan palabras técnicas y poco desconocidas. Estas herramientas permiten introducir un glosario de texto como ejemplo para mejorar su precisión.2
Estos flujos de trabajo son mucho mejores (y rápidos) que transcribir a mano. Si no tienes tiempo para corregir las erratas, puedes añadir una nota diciendo que «las transcripciones han sido generadas automáticamente y pueden contener errores».
En Septiembre de 2022, OpenAI entrenó y lanzó como código abierto una red neuronal llamada Whisper (susurrar en inglés) que, en sus propias palabras, «se asimila a la robustez y precisión humana en el reconocimiento del habla inglesa». Es un gran paso. La comunidad puede extender Whisper y utilizarlo de forma gratuita.3 (Yo he estado jugando con Whisper en directo en el Live 98.)
Estos sistemas pueden predecir en qué minuto se dice cada palabra —permitiendo señalar la palabra exacta que se está hablando en cada momento— y hacer lo que se llama speaker diarization, una manera elegante de decir que la inteligencia artificial sabe quién habla en cada momento.
Pronto, las transcripciones serán muy comunes —gratis, automáticas, precisas— y asumiremos que siempre estarán disponibles.
De hecho, Spotify ya ha empezado a transcribir los podcasts más escuchados y YouTube genera subtítulos para todos sus vídeos. Imagino que WhatsApp transcribirá las notas de voz para que puedas leerlas cuando no puedes reproducirlas.
Las transcripciones ayudan a los oyentes a seguir y navegar el contenido, a hacer referencia a momentos concretos de un vídeo o episodio. Pero también ayudan a los editores hacerse rápidamente una idea del contenido a editar y nos permiten editar eliminando o moviendo bloques de audio para hacer la conversación más fluida. También hacen más fácil el generar descripciones, notas y capítulos, y la inteligencia artificial está empezando a hacer estas tareas de forma automática —lo cuál es emocionante—.
Muy pronto, le daremos a grabar, delegaremos todo este trabajo manual a la máquina4 y podremos centrarnos en nuestro próximo contenido cuando hayamos terminado.
Descript es un servicio de pago. El plan de suscripción Pro viene con treinta horas de transcripción mensuales. ↩
Descript tiene un Glosario para este propósito y la interfaz de la línea de comandos de Whisper acepta un parámetro que se llama --initial_prompt
para proporcionar un estilo de texto y palabras poco frecuentes que aparecen en tu audio. ↩
Whisper también está disponible como un servicio online que cuesta medio centavo de dólar por cada minuto de audio transcrito ($0.006/min). Puedes ver el precio de la API de OpenAI aquí. ↩
Los modelos de OpenAI GPT-3.5-turbo y GPT-4, los que hay detrás de ChatGPT, son capaces de hacer estas tareas. Puedes pedirles que te Resuman un texto o Extraigan palabras claves y temáticas de un párrafo. OneAI, de hecho, ya ofrece un servicio para extraer palabras claves y resúmenes de texto. ↩
Hacer por la mera satisfacción de hacer.
Sin buscar un resultado —solo hacer—.
]]>Puede que esta no sea la definición de felicidad, pero está cerca.
]]>Mi lógica se cumplió en este caso y acabé reemplazando el grifo roto.
Desmonté y volví a montar el grifo varias veces, así que sabía como instalarlo.
Fui a Obramat1, compré un grifo nuevo del mismo modelo por cincuenta euros y lo instalé.
La fuga ha desaparecido.
El Obramat de Málaga se llamaba Bricomart hasta hace poco. ↩
La carátula, atractiva a primera vista, me recordó a mis experimentos generando obras de arte al estilo del pintor americano Edward Hopper con DALL-E, la inteligencia artificial de OpenAI que genera imágenes a partir de texto.
De hecho, en la esquina del álbum de Lamber hay cinco cuadrados de color —amarillo, celeste, verde, rojo y azul— que revelan que la portada de Lambert también se ha generado con el algoritmo de OpenAI.
Ni pinceladas, ni fotografía, ni Photoshop. Sino inteligencia artificial, un texto y probablemente un entretenido proceso de prueba y error.
]]>En internet se premian los precios bajos, los gastos de envío gratuitos y la entrega rápida por encima de todo.
]]>Hoy, mientras Google está valorada en mil trescientos cincuenta millones de dólares1, Microsoft y Google pelean por dominar la búsqueda web.
A no ser que sea un empleado o tengas acciones de estas empresas, posiblemente no te importe demasiado quien gane. Aun así, esta es una de las principales fuentes de ingresos de Google.
El modelo de negocio de Google y Bing (el motor de búsqueda de Microsoft) es mostrar resultados a nuestras búsquedas, no de manera gratuita, sino a cambio de que veamos anuncios.
Esta guerra se está llevando a cabo porque Microsoft acaba de anunciar Bing AI, una nueva versión de su motor de búsqueda que utiliza un modelo de lenguaje de siguiente generación de OpenAI que es más rápido, más preciso y mejor que ChatGPT y ha sido personalizado para las búsquedas online2.
Si has estado viviendo debajo de una piedra, OpenAI lanzó una nueva inteligencia artificial que entiende el lenguaje humano, GPT-3, y la hizo accesible a través de un medio intuitivo para todos nosotros —los mensajes de texto— con ChatGPT. Esta aplicación batió el record de crecimiento de número de usuarios activos más rápido con cien millones de usuarios activos en enero de 202334.
ChatGPT puede mantener conversaciones, responder preguntas y resolver problemas.
En esta batalla, somos meros espectadores esperando a ver quien gana.
Ya no buscamos en internet. Preguntamos.
Google: My Top Stock For 2023. Seeking Alpha. Visitado el 13 de febrero de 2023. ↩
Reinventing search with a new AI-powered Microsoft Bing and Edge, your copilot for the web. Microsoft. Visitado el 13 de febrero de 2023. ↩
ChatGPT sets record for fastest-growing user base. Reuters. Visitado el 13 de febrero de 2023. ↩
Como apuntan Dylan Patel y Afzal Ahmad, ChatGPT superó a las aplicaciones de TikTok e Instagram en velocidad de crecimiento, las cuales llegarón a cien millones de usuarios activos en 9 meses y dos años y medio, respectivamente. ↩
No hay tiempo para pensar demasiado.
Y resulta que nos exprimimos para sacar lo que sea en vez de abandonar.
Acabará pronto, piensas.
Forzarte a entrar en modo "no queda tiempo" —estableciendo un horario de trabajo rígido, por ejemplo— es una buena estrategia para no relajarte y ser eficiente.
]]>Muchas de mis publicaciones eran actualizaciones superficiales y posts técnicos.
Pero este experimento hizo que escribiese más.
Aun así, como dice Derek Sivers, a veces «dedicas más tiempo sin profundizar para poder publicar».
Idealmente, le dedicaría muchas horas a escribir cada semana para poder sacar un ensayo o mini-ensayo. Pero no suele ser fácil.
Mi plan para el 2023 es seguir publicando este newsletter, utilizarlo para desarrollar ideas para ensayos largos e irlos dividiendo en pequeños conceptos y reflexiones, publicando escritos más largos cuando merezca la pena y estén listos y, probablemente, compartirlos en Substack.
La esencia de la escritura es entretener al lector.
]]>Publicar a diario es más complicado.
Resultan ser dos tareas bastante diferentes.
La primera consiste en verter palabras en privado todos los días.
La segunda en terminar un escrito cada día.
Puedes diseñar una estrategia para planear y programar lo que saldrá en tu blog cada día con antelación o puedes dedicarle desde minutos a horas a diario hasta publicar algo.
Como dice Derek Sivers, «escribir a diario pero publicar cuando esté listo» es mejor.
]]>Distracciones.
Falta de concentración.
Malos hábitos de trabajo.
Poca planificación.
Sesiones de trabajo fragmentadas.
Demasiados objetivos.
Muy pocos objetivos.
Objetivos poco definidos.
Sistemas débiles.
Cambio constante de contexto.
Falta de un espacio de trabajo adecuado.
Trabajar solo.
En mi caso, dejaré de esforzarme en cosas innecesarias e intentaré lanzar mejor contenido de forma más fluida, reducir la fricción creativa automatizando donde sea posible y delegar tareas a otros creativos.
Mejorar e inventar nuevas formas de hacer las cosas está genial, pero no hay que olvidarse de disfrutar de lo que ya sabemos hacer una vez alcanzado un nivel suficientemente bueno.
¿Cuáles son tus propósitos para 2023?
]]>Estos son los más visitados (en orden descendente).
¿Cuál ha sido tu relato favorito?
]]>Esta es mi última publicación del año.1
Quiero agradecerte que hayas estado ahí y destacar algunas cosas de 2022.
A finales de 2019, publiqué Doce Uvas —una reflexión corta acerca de los 'hitos temporales' y los propósitos de año nuevo—. A lo largo de los últimos años, mi objetivo ha sido no trabajar las cosas más de lo que necesitan y lanzar contenido mejor y más rápido, reducir la fricción creativa automatizando dónde se puede y delegando el trabajo a otros creativos donde no. Siempre continuaré mejorando e ideando nuevas maneras de hacer las cosas, pero está bien disfrutar de lo establecido cuando alcanzas un punto lo suficientemente bueno. Estoy contento de dónde he llegado en cuestión de retransmitir en directo, grabar vídeo tutoriales y hacer podcasts (tanto remotamente como en persona), así como de continuar publicando este newsletter.
Una adquisición de la que estoy contento ha sido el Stream Deck XL de Elgato. He creado acciones que facilitan mis directos, como configurar las luces del estudio para grabar, crear marcadores de capítulo, cambiar de escena o configurar mi ordenador y abrir los programas que necesito para grabar.
Uno de mis objetivos para eliminar la fricción de mi proceso de escritura en 2022 era publicar en Substack, solo en inglés y sin necesidad de acompañar los escritos de una ilustración. Traducir al español y buscar un dibujo para cada post supone trabajo extra. Terminé por hacerlo en mi blog2, publicando casi a diario solo en inglés. Aunque aún no tengo una estrategia clara para mi newsletter ni he posteado todos los días, he publicado mucho más contenido que en 2021.
Si estás pensando en empezar un blog o un diario personal, te invito a leer Una Palabra al Día. Estoy de acuerdo con Seth Godin en que “todo el mundo debería tener un blog y escribir a diario, en público.” Es gratis y es una forma genial de desarrollar tu voz antes de que a nadie le importe lo que escribes.
Mencioné que he escrito 120,000 palabras en 2022. Como dije en Generar y Ejecutar Ideas, “escribo a diario sin ningún objetivo en mente más allá de capturar recuerdos, hechos y pensamientos. Más tarde, reviso esos escritos subrayando pasajes que merece la pena desarrollar y me concentro en convertir ideas y borradores en ensayos para publicar.” Casi todo lo que escribo es para mí. Pero te sorprendería ver cuantas ideas que inicialmente no parecen ir a ningún sitio acabo utilizando en mis relatos.
Quiero destacar dos cosas del podcast. Este año me he leído tres libros y he grabado una conversación con sus autores —Formulations de Andrew Witt, Native Places: Drawing as a Way to See de Frank Harmon y Systems Upgrade de Leire Asensio Villoria y David Mah— y he grabado cinco entrevistas en persona en cámara, una de ellas ya disponible con Zach Kron, y otras con Ian Keough, Andy Payne, John Pierson y Alex O'Connor que saldrán pronto.
Quiero compartir muchas cosas más con vosotros, pero eso lo dejo para futuros escritos. Suscríbete en Sketch.Nono.MA para recibirlos en tu email.
Si has aprendido algo o disfrutado de mis dibujos y escritos, me encantaría que me enviases una pequeña nota. Puedes contestar a este email si estás recibiendo el newsletter, comentar esta publicación o enviarme un mensaje por Twitter, Instagram o este formulario de contacto.
¡Muchas gracias por estar ahí!
Adiós al 2022.
¡Feliz año nuevo!
Este es el tercer año que escribo un post de despedida del año. Puedes leer los anteriores, de 2020 y 2021. ↩
Puedes encontrar todas mis publicaciones de 2022 en el archivo de mi blog. ↩
En el cine, la grabación se percibe como la parte más importante del proceso. Sin embargo, lo que ocurre antes y después es igual de importante. Una buena planificación asegurara que se graben las tomas esenciales y el post-procesado elimina las tomas innecesarias y da forma a la película final. Hay creatividad en grabar pero también en planificar y editar.
Lo importante, no solo en el cine sino en cualquier actividad creativa, es identificar que partes de tu actividad añaden fricción innecesaria y cuales son partes fundamentales de tu proceso creativo.
]]>Pero tienes hoy y mañana.
]]>ChatGPT1 define el "guesswork" como «el acto de intentar averiguar o estimar algo sin tener toda la información necesaria».
Crear contenido online requiere de ambos —buen gusto y guesswork, o tratar de adivinar—. No importa cuanto pienses sobre lo que vas a crear, las estadísticas te pueden sorprender.
Un vídeo al que has dedicado horas puede que no reciba visitas mientras que un artículo o un vídeo corto que no te ha llevado ningún esfuerzo puede hacerse viral sin motivo aparente.
El buen gusto ayuda, pero la relación entre el buen gusto y las visitas no es lineal.
No te preocupes demasiado acerca de "qué" crear; experimenta y fíjate en qué funciona mejor.
ChatGPT es un programa de OpenAI «diseñado para responder a las preguntas de los usuarios de manera natural y conversacional. Un modelo de lenguaje enorme entrenado por OpenAI». ↩
Hay dos formas de ser el primero en Google: con contenido "orgánico" no pagado y con anuncios pagados.
Google indexa "orgánicamente" las páginas web públicas y las muestra en ciertas búsquedas según su relevancia, lo que te puede llevar a los primeros resultados de Google sin pagar por anunciarte.
Search Engine Optimization (SEO) es la optimización de las páginas web para que funcionen bien en los motores de búsqueda.
Las estrategias de posicionamiento se basan en la creación de contenidos relacionados a tu marca y servicios que respondan a búsquedas frecuentes de Google con palabras clave comúnmente utilizadas para formular esas preguntas. El título de una página, su dirección, su código y su carácter único son importantes —no se trata solo del contenido—.
Por ejemplo, antes dí una respuesta a la pregunta "¿Qué es el SEO?" que podría generar visitas orgánicas de Google a esta página, pero es poco probable ya que hay cientos de páginas mejor posicionadas que responden esa pregunta en más profundidad.
La inteligencia artificial de Google va más allá e identifica qué parte del texto de una web corresponde a la petición del usuario, mostrando esa porción de texto en su buscador y ahorrando al usuario —quién ya ha obtenido una respuesta— una visita a tu página web.
El atajo hacia los primeros resultados de Google son las pujas de palabras clave, donde compites con otros interesados en pagar por mostrar un anuncio para una serie de búsquedas concreta.
En el ejemplo del principio, no tendría sentido pujar por "Localización de las notas de voz del Mac" puesto que simplemente ofrezco información y no vendo productos o servicios que se pudiesen monetizar.
El algoritmo de Google, al igual que el de YouTube, Instagram, TikTok o Facebook, es un mundo. Pero usado de forma correcta puede hacer que miles de usuarios encuentren nuestro contenido.
]]>Puedes ver una película de dos horas en dos horas y escuchar un podcast de veinte minutos en veinte minutos.
¿Pero cuánto tiempo te llevará escribir un ensayo de doscientas palabras?
Desde poco minutos hasta unas cuantas horas.
Es difícil decirlo porque el trabajo creativo no se rige por unidades de tiempo concretas.
Escribir, por ejemplo, requiere que tengas la cabeza en su sitio y el tiempo adecuado.
Puede que hagan falta horas para escribir algo en diez minutos.
]]>Llevo utilizando los bolígrafos de fibra Pigma Micron bastante tiempo, junto al cuaderno Alpha Series de Stillman & Birn, de tapa dura y papel blanco de 150 gramos, un formato algo más grande que el A5 (22.9 x 15.2 cm), y las acuarelas White Nights.
La punta fina de los Micron 005 proporciona una línea de 0.20 milímetros de grosor que permite añadir detalle y los Micron 03 (0.35 mm), más gruesos, son geniales para rellenar superficies y resaltar bordes.
Este fin de semana utilicé bolis de 05 con una línea más gruesa, de 0.45 milímetros, para retratar caras, lo que resultó en dibujos más rápidos de menos trazos que me parecen más expresivos. Además estos bolígrafos corren mejor en papel grueso.
Vale la pena controlar el medio creativo, definir una serie de herramientas fijas y centrarse en crear.
Es justo entonces cuando pequeños cambios como este te pueden llevar a obtener diferentes resultados.
]]>Este episodio puede ser útil si estás pensando en empezar un podcast o un canal de YouTube, o si quieres saber más acerca de cómo hago mi podcast.
Aquí te dejo las ideas clave.
Puedes ver este episodio y leer las notas. (Solo en inglés.)
Los episodios de largo formato pueden tener entre una y cuatro horas. ↩
Probar distintos formatos, duraciones, equipo, localizaciones o formas de edición rompen con la monotonía y ayudan a concebir el mismo proyecto como algo nuevo. ↩
Evergreen content es contenido que siempre será relevante, independientemente del momento en el que se consuma. Por ejemplo, un vídeo que enseña cómo sumar o multiplicar siempre será útil para gente que quiere aprender matemáticas. En cambio, un video que explica cómo formatear el iPhone 14 quedará obsoleto tarde o temprano. ↩
Mi dibujo de hoy soy yo dibujándome haciendo un sketch el día de mi treinta cumpleaños, con mis LEVI's negros, Asics Tiger y una sudadera Muji, utilizando un Moleskine A4 apaisado y un bolígrafo de fieltro 0.05 mm de Molotov. ↩
Puedo escribir varios mini-escritos temprano por la mañana. Las ideas fluyen. Tengo energía y ganas. Podría seguir así durante horas.
Escribo borradores que inspiran mis publicaciones.
No escribo tanto por la tarde, cuando suelo estar cansado y necesito descansar. Aun así este es de los momentos más creativos del día para mucha gente —por la noche somos menos racionales que por la mañana—. Por eso también trato de capturar ideas antes de irme a la cama cuando estoy descansado y tranquilo; cuando no tengo presión de publicar nada ni de llegar a ningún puerto y puedo disfrutar de escribir.
]]>Concedes minutos a algo que podría merecer tu tiempo.
Y saltas de una tarea a otra sin pensar demasiado.
¿En qué invertirás tu tiempo hoy?
Suele venir bien planificar de antemano.
Aunque también puedes dejarte llevar.
Pregúntate de vez en cuando, ¿Estoy disponible para esto?
Tal vez sea mejor dedicar tu tiempo a otra cosa.
]]>El segundo y el último son los más fuertes..
Deberías haber empezado con el segundo párrafo. Es el que engancha al lector.
Hablar con Frank fue transformador.
Un recordatorio de que otros pueden darnos su valioso punto de vista acerca de lo que hacemos.
Tras nuestro meeting, hice algunos cambios en mi post1.
Las sugerencias de Frank hicieron que se leyese mucho mejor.
Otra llamada más. Nono Martínez Alonso. ↩
Pero me puede llevar horas escribir ciertos ensayos de doscientas palabras.
Escribo a diario sin ningún objetivo en mente más allá de capturar recuerdos, hechos y pensamientos. Más tarde, reviso esos escritos subrayando pasajes que merece la pena desarrollar y me concentro en convertir ideas y borradores en ensayos para publicar.
Generar ideas es sencillo y rápido.
Sin embargo, desarrollarlas y sacarlas a la luz requiere tiempo y esfuerzo.
]]>Pero el significado —el entendimiento del lenguaje— no es universal.
Sin las palabras adecuadas podemos transmitir un mensaje erróneo e incluso animar al lector a hacer algo sin que esa sea nuestra intención. Cada persona lleva el lenguaje a su contexto y a su forma de ver el mundo.
Las palabras sueltas y frases cortas están abiertas a la interpretación, algo útil en ciertos casos. Eslogans como el Just Do It —Solo Hazlo— de Nike o el Think Different —Piensa Diferente— de Apple nos inspiran a hacer deporte y ser creativos. Son mensajes escuetos y abstractos para que cualquiera puede adaptar a su vida.
Cuando queremos asegurarnos de que todo el mundo entiende un mensaje de la misma forma —unas instrucciones, la misión de una empresa, un comunicado, un relato— debemos tener presente que lo evidente para el escritor no siempre lo es para el lector. Aquí entra en juego la redundancia: escribiendo lo obvio y lo no tan obvio facilitamos que la gran mayoría de lectores perciban el mismo significado de un mensaje, dejando poco espacio para la interpretación.
]]>Busca tiempo para jugar o te aburrirás.
]]>Terminé publicando cinco sketches y relatos, veintitrés posts en el blog y dos vídeos, y grabé un podcast que aun está por editar1.
En agosto he desconectado del mundo digital y ayer empecé a retomar el trabajo. He mantenido dos rutinas diarias durante las vacaciones: dibujar y escribir. Espero compartir mis dibujos y escritos contigo muy pronto2.
Este episodio es una conversación con Leire Asensio Villoria y David Mah acerca de descifrar y actualizar sistemas de diseño, ingeniería inversa, el proceso creativo, la difusión del conocimiento y mucho más. Suscríbete a Getting Simple para recibir una notificación cuando salga este episodio. ↩
Veinte rupias es un relato que escribí y publiqué durante mi viaje por el triángulo dorado de la India —Delhi, Agra y Rajastán—. ↩
Nos han alertado acerca de beber agua del grifo y comer comida callejera. A diferencia de los locales, podríamos ponernos malos por bacterias a las que nuestro cuerpo nunca han estado expuestas o por ser incapaces de digerir la comida picante.
Una práctica curiosa que hemos hecho toda esta semana es la de lavarnos los dientes con agua embotellada. Todos los hoteles nos han dado botellas de agua y sabíamos que no podíamos usar el agua del grifo. Aun así, estamos tan acostumbrados a lavarnos los dientes con el agua del grifo que lo he hecho varias veces sin querer.
Poder beber el agua del grifo es una de las tantas cosas que damos por hecho. No llego a entiener que utilicemos agua potable para ducharnos y tirar de la cadena.
]]>Aun así, las máquinas nos dejan con las manos vacías cuando algo falla —se va la electricidad, no hay cobertura, el WiFi no funciona, tu dispositivo se queda sin batería.
El resultado es que no puedes trabajar como lo haces normalmente.
Conforme más dependes de los medios digitales y "la nube" más te afectará cuando dejen de funcionar con normalidad.
Por ejemplo, piensa en escribir en tu portátil. Puedes hacerlo también en papel y boli. Pero no es tan fácil cuando se trata de trabajar con archivos que solo están en la nube, tienes que reunirte online con compañeros de trabajo o trabajas con servicios que no funcionan "sin conexión".
Merece la pena idear formas alternativas de hacer tus tareas claves sin dispotivos digitales o internet; tarde o temprano, fallarán.
El medio digital es cómodo pero no siempre funciona.
]]>En modo vacaciones, sin embargo, es difícil cambiar a modo trabajo y hacer algo "productivo".
]]>Con tus herramientas de trabajo a la vista es más fácil dedicar tiempo a tus hobbies y a tu arte que ver Netflix.
Sacar tus herramientas y guardarlas cuando terminas puede ser suficiente para acabar viendo la tele o con el móvil cuando te apetecía hacer algo más gratificante.
]]>Si la cantidad que pagaría es baja y lo disfruto, entonces no debería hacerlo; mejor pagar por el tiempo de otro.
Si tanto la cantidad como el tiempo que me ahorro son altos, tampoco debería hacerlo; mejor comprar tiempo y dejar que un profesional haga el trabajo.
Pero cuando el trabajo es gratificante, su precio es alto y puedo hacerlo, entonces debería hacerlo yo.
Todo esto asume que tenemos elección, pero la mayoría de nuestro 'trabajo' nos lo imponen otros.
Y, además de eso, encontrar profesionales de confianza no es tarea fácil, al igual que no lo es rechazar trabajo bien pagado aunque no lo disfrutemos.
¿Si no deberías hacer el trabajo tú, entonces quién?
]]>La tarea se vuelve muy fácil.
Tu productividad se multiplica.
No es necesario que aprendas a hacerlo tú.
Eres reemplazable.
]]>Pero el verano sigue siendo desde el 21 de junio al 21 de septiembre.
Simplemente mis vacaciones solo1 duran uno de esos tres meses.
Conforme se acercan mis vacaciones de verano, encuentro un desafío: preparar contenido para que mis publicaciones continúen mientras desconecto.
Una alternativa sería cerrar por vacaciones y dejar de publicar, pero me gusta la idea de hacer a la "máquina" trabajar mientras estoy de vacaciones e imponerme una entrega para terminar cosas que tengo a medias.
Esto es lo que quiero lanzar durante el mes de agosto.
"Solo" porque solían durar tres meses. Aun así me siento afortunado de poder disfrutas de unas vacaciones tan largas. ↩
Frank es un arquitecto, profesor, escritor y buen sketcher que siempre lleva consigo un cuaderno de dibujo.
Escribe para descubrir lo que piensa y dibuja para entender qué está viendo y asegurarse de que no lo olvida.
Hablamos de escribir, dibujar, de la vida y de como las tecnologías digitales hacen que los "lugares" del mundo desaparezcan. «Es demasiado tarde para detener [internet], pero como arquitectos, artistas y escritores podemos dar a la gente una sensación de "lugar" allá donde estén».
Frank cree que podemos crear lugares con algo físico y concreto que nos vincule al sitio en que vivimos en un mundo digital en el que, de otra forma, se difuminan los límites.
Hoy celebro el tercer aniversario de esta publicación tras 157 semanas de dibujos y escritos semanales publicados a lo largo de 1099 días.2
El blog de Frank —Native Places— fue una de mis mayores inspiraciones para empezar este proyecto. La fórmula es sencilla: empareja un dibujo con un mini-ensayo, compártelo online y repite.
Todavía estoy intentando averiguar cómo funciona, pero disfruto cada momento y continuaré escribiendo, dibujando y publicando durante años. (Te animo a descubrir el poder de la escritura por ti mismo: puedes empezar con una palabra al día.)
Me encantaría saber qué piensas, si tienes alguna sugerencia e invitarte a escribir un comentario, enviarme una nota de voz o un mensaje privado.
Gracias, una vez más, por animarme a seguir adelante de una forma u otra.
Feliz newsletter-año.
Lanzaré este episodio de Getting Simple en los próximos meses. Puedes suscribirte en YouTube o en cualquier plataforma de podcasts. ↩
Han pasado 157 semanas (1099 días) desde mi primer dibujo y mini-ensayo el dos de julio de 2019. ↩
«Para cuando escriba un buen relato», pienso cuando veo dibujos que me gustan especialmente.
A veces escribo un relato y hago un dibujo o busco mis cuadernos; otras veces los escritos los inspiran dibujos que ya tengo.1
Dibujar a diario y publicar semanalmente me permite guardarme seis dibujos cada semana para futuras publicaciones. Escanear los cuadernos de antemano hace que editarlos y subirlos resulte sencillo.
Se trata de reducir la fricción.
El sketch de hoy lo dibujé para ilustrar este relato después de escribirlo. ↩
Escucho a Frank en mi cabeza. Si no es divertido, no deberías hacerlo.
Pienso.
Y aquí sigo, disfrutando de una sesión de escritura nocturna.
Algunos días soy prolífico, otros me ahogo en un vaso de agua.
Pero siempre consigo anotar ideas y garabatos —eventos, hechos y detalles que me llaman la atención— que quiero recordar y de los que puede que escriba en el futuro.
El proceso me da alegría.
Pasar las páginas de mi cuaderno de dibujo y mi diario no tiene precio.
]]>Trabajo. Ocio. Estrés. Alegría.
Pasan semanas y te sientes en el mismo sitio en que empezaste —cierto si no has hecho nada— pero puede que te sientas exactamente igual incluso habiendo trabajado; simplemente no tienes forma de ver tu progreso.
]]>Recuerdo llamar a amigos por Skype en 2011 desde mi habitación en Raleigh, Carolina del Norte. Disfrutaba hablando con familia y amigos que estaban de intercambio en Corea de Sur, Polonia, España o Italia. Era un momento de desconexión y disfrute.
Desde entonces, hemos visto como la adopción masiva de las herramientas de comunicación online —mensajes, email, redes sociales, llamadas, videoconferencias— han homogeneizado cómo interactuamos, un fenómeno acelerado por la pandemia del COVID-19 que también hizo que Skype cediese gran parte de su mercado a Zoom[^yet-another-call-skype]2.
Cuando en persona no es una opción o virtualmente es más cómodo el medio a través del que nos comunicamos se reduce a una pantalla, una webcam y un micrófono.
Durante los dos últimos años, en persona no era una opción, así que las charlas, entrevistas del podcast y reuniones que de otra forma hubiesen sido en persona se desarrollaron frente a una pantalla.
Incluso esos momentos en los que se supone que teníamos que relajarnos y desconectar se convirtieron en otra llamada más.
El éxito de Zoom durante la pandemia fue a costa de Skype. PCMAG. Visitado el 30 de mayo de 2022. ↩
El dibujo de hoy es de un micrófono inalámbrico RODE Wireless GO II que utilizamos por primera vez para transmitir sonido desde un micro de corbata a un portátil que capturaba vídeo y audio en OBS Studio2. De esta forma el vídeo 4K de mi Sony α6500 se sincronizaba en tiempo real con el audio de distintos ponentes, reduciendo así la edición necesaria tras el evento.
Fabian Orue me preguntó repetidas veces dónde quería estar en dos años en un programa de coaching que hice con él durante un período de seis meses. ↩
"OBS Studio (anteriormente conocido como Open Broadcaster Software o OBS) es un programa de captura de pantalla y retransmisión gratuita, de código libre, multiplataforma disponible para Windows, macOS y Linux. Wikipedia. ↩
En Principios. Vida y trabajo, Ray Dalio utiliza la expresión "otro de esos" para referirse a decisiones que hay que tomar recurrentemente y señala los beneficios de definir reglas para hacerlo de forma consistente evitando aplicar un criterio diferente cada vez. ↩
Otra alternativa es utilizar un borrador que esté casi acabado, o uno que lo esté, y traducirlo al español, al menos cuando esos sea más rápido que escribir algo desde cero. ↩
Ha sido increíble reunirme en persona con amigos y compañeros con los que he estado colaborando los dos últimos años, en especial el equipo de Spacemaker que trabaja desde Boston y Oslo. Me encanto compartir el trabajo de nuestro equipo y aprender acerca de otros proyectos que se están llevando a cabo en Autodesk.
Aunque el foco de la conferencia está en estas charlas los momentos más importantes han sido los descansos —desayuno, comida, eventos de tarde— no por la calidad de la comida sino porque podíamos relacionarnos y cotillear. En esos momentos recuperamos un trocito de nuestro capital social1.
Como compartí la semana pasada, Satya Nadella, CEO de Microsoft, sugiere que para que la colaboración a distancia sea efectiva necesitamos capital social, que, como lee un artículo del New Yorker titulado ¿Cómo ha transformado la oficina para siempre la pandemía?, «se acumula trabajando en presencia de otros y se agota durante las interacciones virtuales». ↩
A finales de enero de 2020, justo antes de que comenzase a propagarse el COVID, anduve por la misma terminal del aeropuerto de Charles de Gaulle desde la que he embarcado este avión hoy, avistando las primeras mascarillas quirúrgicas que había visto en público por el coronavirus; dos o tres personas que se encontraban entre los early adopters que algunos llamarían paranóicos, que ya se protegían y protegían a otros de lo que se avecinaba. No teníamos ni idea de lo que estaba pasando. Sanjay iba sentado a mi lado de camino a Toronto con su mascarilla quirúrgica como precaución. Pero, según recuerdo, nadie más en el avión llevaba mascarilla. Por aquel entonces había dos casos en Toronto, muchos más comenzaron a aparecer en todo el mundo y se agotaron las mascarillas.
Hoy la imagen en Charles de Gaulle era completamente distinta. Aunque era obligatorio llevar mascarilla en lugares públicos cerrados, esta restricción se ha eliminado hace poco en algunos países europeos. En el aeropuerto se podían ver decenas de tipos diferentes de mascarillas, siendo la mascarilla quirúrgica celeste la más común. Algunos viajeros y trabajadores del aeropuerto habían decidido no llevar mascarilla, otros la llevaban y un tercer grupo la llevaba sin cubrirse la nariz. Voy sentado en el pasillo 42D con una quirúrgica2 y aunque es obligatorio ir con mascarilla en el avión, la medida es bastante light.
La vida en Málaga parece ir volviendo a la normalidad, una nueva normalidad en la que reuniones y encuentros permiten que nos olvidemos momentáneamente de la pandemia. Hay quien prefiere llevar mascarilla incluso en exteriores, aun cuando van andando solos por la calle. Yo no puedo evitar cierta preocupación cuando estoy sin mascarilla con mis seres queridos, especialmente los más mayores.
Ahora toca sumergirse en otra crisis global —la invasión de Ucrania— y noticias de brotes de coronavirus vienen y van. ¿Nos llegarán esas cepas?
El avión se tambalea y la tripulación anuncia un área de fuertes turbulencias. Me doy cuenta de que este viaje será mi primera charla en público en persona en años3 y una oportunidad para conocer a gente con la que trabajo por primera vez sin mirar a una webcam para simular el contacto visual. Trabajar únicamente de manera virtual los últimos dos años ha sido un desafío que también ha traído nuevas oportunidades. Con respecto a la empresa, el viaje ha sido muy limitado y todos tuvieron que adaptarse a trabajar permanentemente desde casa. Personalmente, empecé a retransmitir en directo y aprendí a producir tutoriales y grabaciones a distancia de calidad para el podcast y para mis vídeos de inteligencia artificial. Los medios virtuales están aquí para quedarse, pero tengo ganas de volver a hacer entrevistas en persona para el podcast y recuperar esa conexión que falta en los meetings de Zoom. Cuando cuelgas una llamada online, vuelves a tu vida o te unes a la siguiente llamada. En persona una grabación suele ir seguida de comer o dar un paseo con el invitado y hablar distendidamente —algo que virtualmente se convierte en un meeting más—.
Satya Nadella, CEO de Microsoft, sugiere que para que la colaboración a distancia sea efectiva necesitamos capital social, que, como lee un artículo del New Yorker titulado ¿Cómo ha transformado la oficina para siempre la pandemía?, «se acumula trabajando en presencia de otros y se agota durante las interacciones virtuales4». Hay que trabajar en persona para recuperarlo, pero esto es imposible en ciertos trabajos remotos. ¿Cómo afecta el trabajo a distancia a nuestro bienestar, nuestra capacidad de socializarnos y nuestro trabajo?
Conforme nos aproximamos a nuestro destino la tripulación nos da unas bolsitas rojas que dicen Bon appétit y contiene una especie de desayuno. Entre otras cosas, dos trozos calentitos de pan de queso, una magdalena a la myrtille, pain viennois y una bolsa de tomates cherry. He escrito este artículo en el móvil las últimas dos horas y no recuerdo la última vez que estuve nueve horas seguidas desconectadas de la red, en modo avión. Ouch! Un azafato me da en la pierna con el carrito de la comida.
Espero que te haya gustado este formato un poco más largo.
Me siento afortunado de poder trabajar a distancia, viajar por trabajo, dedicarle tiempo a mis passion projects y estar con la gente a la que quiero.
Estoy listo para viajar de vez en cuando por trabajo y tengo ganas de verte pronto en persona.
Esperando a hacer el check-in en el hotel escuchó a otros empleados saludarse: «Me alegro de verte en persona».
Varias cosas de esta película de 2001 me han recordado a la serie Westworld de Jonathan Nolan, especialmente la forma en la que se abre la cara de David, el niño robot programado para amar. ↩
Me estoy leyendo Respirar de James Nestor y no puedo evitar pensar en los efectos negativos de llevar puesta una mascarilla durante nueve horas seguidas. ↩
Di una charla en persona a una pequeña audiencia en la Universidad de Málaga a principios de 2022 pero creo que eso no cuenta. ↩
Has the Pandemic Transformed the Office Forever? 2021. John Seabrook. The New Yorker. ↩
Por otro lado, he sacado un nuevo episodio acerca de mis Hábitos y Proyectos1 en el podcast y unos cuantos escritos cortos que están online en el blog (solo en inglés). ¡Hazme saber qué te parecen!
Puedes ver todos los posts en el archivo.
Aquí tienes los capítulos del episodio. Introduction; Daily habits; Active projects; Blog; Sketches & stories; Studio; Podcast; YouTube channel; Knowledge anxiety; Anything, not everything; Monetization; Learning and play; Crypto and digital art; I need your help. ↩
Nuestra atención impulsa la economía global. (No la tuya individualmente sino la del grupo.)
Lo más visto, comprado, gustado, compartido y consumido —a lo que el mundo presta atención— prospera.
La atención hace que el precio del Bitcoin suba o baje, que unas empresas tengan éxito y otras lo pierdan todo, que compremos lo último en tecnología.
Siempre conectados, nos dejamos manipular por el marketing y el dogmatismo. Nos exponemos a querer algo nuevo mañana —un cambio o una nueva adquisición; un atajo a la felicidad; un milagro; la ilusión de una vida mejor—.
En la economía de la atención es más difícil que nunca escapar de alertas y anuncios que reclaman nuestra atención y nos incitan a consumir, empujoncito a empujoncito.
]]>Por experiencia sé que tener distintas ideas cocinándose al mismo tiempo puede dar buenos resultados —tus proyectos se alimentan de lo que haces tanto dentro como fuera del trabajo— pero también genera estrés conforme tu deuda creativa crece.
Una buena estrategia es separar el trabajo de refinar y terminar ideas existentes de la generación de ideas nuevas. De este modo nos aseguramos de ir pagando nuestra deuda poco a poco.
La semana pasada os pregunté qué escrito os gustaría leer —Los posavasos perdidos despertaron cierta curiosidad—. (Muchas gracias a todos los que respondisteis. Todavía se puede votar.)
]]>Aquí hay títulos de algunos de mis borradores.
Tienes que decirme cuál tengo que terminar.
¿Cuál te llama la atención?
¿Cuál te gustaría leer?
Si recibes el newsletter, puedes responder a este email.
De lo contrario puedes enviarme un mensaje.
]]>Como consumidores, prestamos poca atención a cómo se hacen las cosas, su funcionamiento interno o el esfuerzo que hay detrás de ellas —lo único que nos preocupa es cómo nos afectan—.
Como creadores, nos obsesionamos acerca de cómo hacemos las cosas y olvidamos como impactan a quien las consume, cuando deberíamos preocuparnos de cómo lo que hacemos cambia la forma de ver el mundo a quien las escucha o las lee.
A nadie le importa cuánto tiempo le dediques a un escrito. Lo único que les importa es cómo les transforma.
]]>En enero del 2016, Eich consigió amasar $2.5 millones de distintos inversores como CEO de Brave Software, la empresa detrás de un navegador web revolucionario llamado Brave centrado en la privacidad y en la atención que tiene su propia criptomoneda —el BAT o Basic Attention Token—.3
Como dice su white paper,4 «[Brave Software propuso] el BAT como un token de intercambio en un sistema de anuncios opcional, seguro y anónimo basado en un navegador de escritorio y móvil.»
Ganas BAT navegando internet con Brave, que a su vez te protege del seguimiento de la publicidad y te expone a anuncios a cambio de tokens intercambiables por monedas digitales o fiduciarias.
El BAT se adhiere al estándar de tokens ERC-20 y está implementado en la blockchain de Ethereum. A principios de octubre de 2021 el precio de 1 BAT era de setenta centavos de dólar americano ($0.7032). Ahora está alrededor de los sesenta y tres centavos.
En el ecosistema de anuncios BAT «los usuarios ganan por su atención, a los creadores se le paga por crear buen contenido y los anunciantes obtienen un mejor retorno» y Brave tiene ya más de cincuenta millones de usuarios activos mensualmente.5
En resumen, parte del dinero generado por los anuncios te lo quedas tú a cambio de una pequeña parte de tu atención mientras navegas por internet y dejas que Brave te exponga a una serie de anuncios concretos. Todo esto sin comprometer tus datos personales y ser seguido mientras navegas, una práctican imprescindible de la que empresas que venden anuncios online como Google o Meta dependen para generar beneficios.
Aunque sigo navegando con Google Chrome y AdBlock, recompensar a los consumidores de anuncios por su atención me parece un modelo atractivo que podría implementarse en otros medios.
Gracias a Jose Mathias por sugerir contenido para este escrito.
Puedes echar un vistazo a la web personal de Brendan Eich’s. ↩
Según Wikipedia, Brave es un navegador web de código libre desarrollado por Brave Software, Inc. basado en en Chromium. Brave Wallet, la cartera digital nativa de Brave, es un fork de MetaMask que viene pre-instalada en el navegador. ↩
Meses después de visitar a Tanja en San Francisco leí Sapiens: Una breve historia de la humanidad de Yuval Noah Harari y comprendí a que se refería Tanja con el mito de una vida mejor. «Algo que entiendes en el libro es que éramos más inteligentes, felices y sanos cuando vivíamos como cazadores-recolectores», recalcó Tanja. «Nunca hemos estado tan ocupados. Nunca hemos estado tan estresados. Nunca nos ha faltado tiempo para hacer las cosas que nos interesan al margen del trabajo, y eso es un poco triste».
Podríamos decir que los cazadores nómadas también se estresaban, pero probablemente por razones más fundamentales como esconderse tras los arbustos hasta que los leones terminasen de comer para romper los huesos restantes con una piedra y comerse la médula ósea de los animales.1 En el mundo desarrollado a menudo nos preocupamos por cosas insignificantes.
Como dice Harari parece que perdimos más de lo que ganamos cuando nos volvimos sedentarios. La revolución agrícola fue una ilusión. Cedimos salud por comodidad. Dejamos de movernos de un lado a otro y nos asentamos para cultivar —trigo, maíz, patata— dejando atrás una dieta variada. En palabras de Harari, «No domesticamos al trigo. El trigo nos domesticó a nosotros. La palabra domesticar viene del latín Domus, que significa casa. ¿Quién vive en una casa? No el trigo sino el Sapiens». Aún así no está claro si el asentamiento fue una decisión en busca de confort o una necesidad de ciertas tribus para construir tótems mitológicos durante largos períodos de tiempo.
El estilo de vida sedentario no resultó en el esperado surplús de alimentos y la consecuente eliminación de la constante búsqueda de comida, sino que nos llevó a la interminable expansión de campos de cultivo y a la aparición de enfermedades infecciosas en poblaciones más grandes pero menos sanas y desnutridas. «Esta es la esencia de la revolución agrícola: la habilidad de mantener a más personas vivas bajo peores condiciones», afirma Harari.
Lo que creíamos sería el fin de nuestra búsqueda de nutrientes disparó el crecimiento de la población. Las mujeres podían dar a luz una vez al año y las tribus que apenas podían alimentar a cien individuos ahora críaban y daban de comer a miles.
La idea platónica de vivir en una granja está bien lejos de la realidad. Trabajar en el campo requiere de un compromiso a tiempo completo y un doloroso esfuerzo físico. «Las nuevas tareas agrícolas demandaban tanto tiempo que la gente fue forzada a asentarse permanentemente cerca de sus campos de trigo, cambiado su forma de vida por completo».2
El trigo era una vez más el mito de una vida mejor y las cosas apenas han cambiado.
Si hay algo que me gustaría que interiorizases de este escrito es que siempre hay alguna versión de este mito de una vida mejor —una casa nueva, un cambio de trabajo, una mudanza— pero que es simplemente eso, un mito. Ciertos cambios en nuestra vida mejoran nuestro bienestar de manera significativa, pero deberíamos centrarnos en hacer las cosas que queremos hacer ahora, en nuestra situación actual, y centrarnos en encontrarle el sentido a todo lo que hacemos. Ese sí es un camino hacia la felicidad.
Me pareció muy interesante que los huesos hiciesen las veces de latas de conserva para mantener la médula ósea en su interior en buen estado durante largos períodos de tiempo. ↩
Harari, Yuval N. Sapiens: A Brief History of Humankind. New York: Harper 2015. Kindle. ↩
Este regalo sirve para proteger la terminación del cable que se conecta al iPhone para que no se rompa. Supongo que ha ayudado a que el cable dure más, pero por mi experiencia con otros cables sé que acabará rompiéndose de una forma u otra.
Aún cuando el cable debe proteger el extremo, el camaleón se mueve libremente ya que lo quito del conector cuando quiero poner a cargar el móvil plano sobre la mesa.
Mi pequeño amigo hace las veces de identificador más que de protector —puedo reconocer mi cable a simple vista—.
Me gusta dibujar esta criatura que suele estar rondando por mi escritorio.
Lo puedes pedir —al igual que una larga lista de animales, incluyendo erizos, tiburones, ballenas, cerditos o patos— en tiendas onlines como Amazon o AliExpress. Las palabras claves son animal protector cable y la cantidad de tipos diferentes nos dice algo acerca de estos cables: parecen estar ingeniados para romperse.
]]>Cuando adoptas un hábito tan frecuente, hay momentos en los que no lo disfrutas tanto como pensabas. Decirte Vamos a sacar este post y a por el siguiente es una forma de seguir adelante.
A no ser que puedas dedicarle tiempo de calidad todos los días a tu hábito —escribir en el caso de bloguear— tendrás que conformarte con escritos más cortos y de menos calidad de lo que podrías conseguir si tuvieses todo el tiempo del mundo. Si eres humano, habrá días en los que no estarás de humor; no tendrás ganas, energía o tiempo. Lanzar algo es el objetivo en esos casos. Pero no tiene por qué serlo.
Para evitar el sentimiento de estar haciendo trampas cuando no estás al cien por cien, puedes trabajar en una lista de ideas y borradores listos para publicar cuando estás de vacaciones, estás con fiebre en la cama o simplemente tienes demasiadas cosas que hacer. (Si tu hábito es el de escribir a diario, que no publicar, no hay donde esconderse. O escribes o no escribes. Pero sigues pudiendo hacer trampas escribiendo cosas sin sentido.)
La clave es adoptar la identidad de un artesano que trabaja a diario. En el caso de escribir, la magia está en descubrir qué piensas, aclarar tus ideas y entretener e inspirar a otros para aprender, reflexionar y cambiar de manera positiva.
Recuerda que no tiene por qué ser escribir y que cada compromiso añade más estrés a los momentos en los que no puedes cumplir tu promesa. Pero merece la pena.
¿Cuál es tu compromiso?
]]>Desde el punto de vista de la productividad, perderse en las herramientas añade fricción al proceso.
Es una parte entretenida del camino que también hay que disfrutar.
Siempre y cuando no te distraiga del objetivo principal —sacar tus proyectos adelante— la dedicación constante a mejorar cómo haces lo que haces puede marcar la diferencia.
Como dice Seth Godin, "no es el esfuerzo lo que importa sino el impacto".
]]>Puedes tunearlos poco a poco de vez en cuando.
Tengo una especia de cola —una serie de borradores e ideas a escribir— que miro de vez en cuando en busca de inspiración para escribir. Estos son los escritos que debería ir sacando primero. Pero las ideas se paralizan y es más fácil empezar otras nuevas desde cero.
Emparejarlas con un dibujo, traducirlas, y a por el siguiente.
]]>Tras más de dos años de posts semanales —traducidos e ilustrados— publicar solamente el texto en inglés es un gustazo.
Todavía es pronto para comprometerme, pero lo estoy probando.
He escrito acerca del primer directo de 2022 y mi nuevo temporizador digital, actuar pronto, los NFTs y la especulación, Solana, grabar tutoriales en directo, el algoritmo de YouTube, mi conversación en el podcast con Jordan Gray, otra grabación acerca de la Web3, las blockchain y el anonimato en internet, y de como poner tus aplicaciones online con DigitalOcean.
Me sorprende lo fácil que es publicar si te limitas a hacerlo en un solo idioma, sin imágenes.
]]>Estas serías otras contraseñas según el mismo algoritmo.
Instagram Vocales18S
Facebook Vocales24C
Meta Vocales8T
Twitter Vocales11I
Este tipo de contraseña son más seguras, ya que un programa malicioso que robase una de ellas no podría reutilizarla junto a tu email en ningún otro servicio. Sin embargo, un hacker podría averiguar la lógica detrás de estas contraseñas ya que las reglas que hemos empleado son muy sencillas. (Así que, por favor, ¡no las utilices tal cual!) Diseña tu propio algoritmo de forma que alguien no pueda entenderlo a simple vista. Lo que si podemos está claro es las contraseñas dinámicas, que se adaptan según dónde las vas a utilizar, son más seguras que las que se repiten de forma idéntica en distintos servicios.
Por último, está bien tener en cuenta que, en lo que respecta a las contraseñas, el tamaño sí importa. Mientras más caracteres tengan nuevas claves, más difícil se lo pondremos a los programas automáticos capaces de probar miles de combinaciones por segundo para descifrarlas.
]]>Te convences de que eres capaz de hacer más de lo que realmente puedes.
Trabajar; Arreglar esto y aquello; Compartir un post; Dibujar; Ponerte al día con (demasiada) gente; Editar otro episodio; Escribir.
No hay tiempo para todo.
Y lo que es peor, la lista de tareas que habías escrito para estar tranquilo te acaba agobiando.
Tarde o temprano te darás cuenta de que tienes que dejar de engañarte.
No lo puedes hacer todo.
]]>Estos son los diez mas visitados (en orden descendente).
Nunca hay un después, Pilas no incluidas y El reflejo de inmersión están entre mis posts favoritos.
¿Cuál ha sido tu relato favorito?
]]>A finales de 2020, le dije adiós a la pandemia y compartí algunas ideas en lo que esperaba fuese el fin de esa etapa. No esperaba que el COVID siguiese entre nosotros un año más tarde.
Hemos tenido que hacer cuarentena, limitar nuestras reuniones y adaptarnos al toque de queda. También hemos reducido el turismo y los viajes a sitios cercanos. Estas no han sido las vacaciones a las que estamos acostumbrados —una sensación de miedo y ansiedad nos acompañan en las reuniones con amigos y familiares— y las restricciones locales hacen que pasemos las fechas importantes separados.
Desde entonces, algunos nos hemos vacunado y hemos obtenido el certificado COVID, y hemos luchado contra distintas variantes del coronavirus. Hoy es omicron la que sale en las noticias, extendiéndose rápidamente pero matando a menos gente, especialmente entre los vacunados.
Esta es mi última publicación del año y quería dejar, una vez más, lo malo atrás y destacar las cosas buenas que me llevo del 2021.
A finales de 2019, publiqué Doce Uvas —una reflexión corta acerca de los 'hitos temporales' y los propósitos de año nuevo—. Para mí, el 2021 ha sido un año de no trabajar las cosas más de lo que necesitan y lanzar contenido más rápido; de reducir la fricción creativa automatizando dónde se puede y delegando el trabajo a otros creativos donde no.
Si estás pensando en empezar un blog o un diario personal, léete Una Palabra al Día. Estoy completamente de acuerdo con Seth Godin—Todo el mundo debería tener un blog y escribir a diario, en público. Es gratis y es una forma genial de establecer tu tono mucho antes de que a nadie le importe lo que escribes.
Uno de mis objetivos para eliminar la fricción de mi proceso de escritura es publicar en Substack, solo en inglés y sin necesidad de acompañar los escritos de una ilustración. El sencillo hecho traducir un texto y buscarle un dibujo hace mi proceso mucho más complicado de lo que necesita ser.
Hay muchas cosas más que me encantaría compartir con vosotros. Pero eso lo dejo para futuros escritos.
Si has aprendido o disfrutado de mis dibujos y escritos del 2021, me encantaría que me enviases una pequeña nota. Puedes contestar a este email si estás recibiendo el newsletter, enviarme un mensaje en Twitter o Instagram, añadir un comentario a esta publicación, o utilizar este formulario de contacto.
¡Gracias!
Gracias por estar ahí.
Adiós al 2021.
¡Feliz año nuevo!
Escribí acerca de mis primeras impresiones y grabé un podcast con Jose Luis García del Castillo. Expliqué Cómo evitar que se empañe tu máscara de buceo y cómo usar el Otovent, y hablé del reflejo de inmersión —probablemente lo que más me ha gustado aprender— y del día que vimos delfines. ↩
Me estoy haciendo mi primer estudio de grabación para producir el podcast de Getting Simple y grabar video tutoriales, fuera del salón de mi casa. He aprendido mucho de tratamiento acústico, iluminación y sonido, aunque todavía me queda. Y aunque este espacio irá mejorando poco a poco, ya lo estoy usando para grabar el podcast y retransmitir en directo, y todo el equipo que me he comprado lo podré utilizar en otro estudio en el futuro. ↩
Muchas gracias a Dani Natoli de Peripheria Films for hacer esto posible. Espero que podamos traeros mas entrevistas en video en el futuro. ↩
Estos borradores no solo acaban siendo ensayos de texto sino episodios del podcast. La caja negra y NFTs y arte digital, ensayos en los que sigo trabajando, acabaron siendo episodios de Bytes (de 13 y 30 minutos, respectivamente); Los relatos son la clave se convirtió en un experimento de diez minutos; ¿Deberías ceder ante las ideas de tu mente o centrarte en trabajar? está en proceso, como también lo están En busca de una estrategia de publicación, Dejaste de funcionar, El mito de una vida mejor y muchos, muchos otros relatos.
Estás leyendo el relato número 129 —lo que significa que este proyecto lleva en marcha 903 días—. (Desde el dos de julio de 2019.)
El objetivo es desarrollar mis escritura y mis ideas, descubrir lo que pienso, capturar lo que aprendo y compartirlo contigo, en un archivo que podemos visitar en cualquier momento.
El proceso es caótico. Pero es exactamente de ese proceso de lo que pretendo disfrutar.
]]>Aquí hay algunos consejos que intento tener presente para evitar la sensación del principiante.
Haz de la periodicidad tu amiga.
Desarrolla tus habilidades a diario.
(Si no puedes, intenta hacerlo cada una o dos semanas.)
Y, de nuevo, haz de la periodicidad tu amiga.
Si no, te sentirás como un principiante repetidamente.
Volverás a empezar de cero con tu proceso, una y otra vez.
En lugar de hacer eso, practica a diario para minimizar la fricción.
]]>Me gustó el video de bookmaking en Japón de Craig Mod, en el que muestra a la gente que hay detrás del proceso de producción de la tercera edición de su libro Kissa by Kissa.
Estoy trabajando en una entrevista con un viejo amigo —Jordan Gray— acerca de la fricción y la creatividad.
Me estoy construyendo un estudio de sonido para grabar podcasts y directos, y espero compartir avances prontos; hay un croma verde, paneles acústicos y un equipo de grabación.
Por último, voy a empezar a publicar en Substack. Puedes suscribirte aquí.
¡Hasta la semana que viene!
]]>Hicimos una pequeña escapada con nuestros amigos al campo de Córdoba el fin de semana para despejarnos; paseos, barbacoa y chimenea. Me pregunto cómo desconectaríamos si no hubiese fin de semana y con frecuencia me viene a la cabeza un pasaje de Minimalismo Digital de Cal Newport en el que dice que la clave para prosperar en un mundo altamente tecnológico es pasar mucho menos tiempo utilizando la tecnología. Lo intento, pero aún no he encontrado la forma correcta de hacerlo.
]]>Aprendí acerca de esta idea en Hábitos Atómicos, un libro de James Clear. "La mejor forma de romer los malos hábitos es hacerlos prácticamente imposible de hacer. Aumentar la fricción hasta que no tienes más opción que actuar."
En lugar de trabajar en contra de la fricción, buscamos maneras de producir más.
En su libro, Clear presenta un caso práctico. "El ingenio de la caja registradora fue que automatizaba un compartamiento ético haciendo que robar fuese casi imposible. En vez de tratar de cambiar a los empleados, la caja hizo que el comportamiento deseado fuese automático."
Otro ejemplo es evitar distracciones mientras trabajas cerrando tu cuenta de email, redes sociales y otros servicios. El tener que escribir tu email y contraseña cada vez que accedes actúa de barrera hacia una posible distracción.
Al hacer lo que queremos evitar más difícil de conseguir, la fricción nos ayuda a romper las malas costumbres.
]]>El primer paso para reducir la fricción es decir no a lo innecesario.
Cuando hemos filtrado el trabajo que no hace falta hacer, categorizamos el resto en esencial o delegable.1
Es crucial que el trabajo esencial lo hagas tú. El trabajo delegable puede automatizarse o delegarse y ser llevado a cabo por una maquina o un humano, potencialmente de manera más rapida y profesional que tú.
El segundo paso para reducir la fricción es delegar todo lo que puedas sin sacrificar el resultado, huyendo de la perfección y centrándote en el trabajo que solo puedes hacer tú.
La fricción está en las cosas que no hace falta hacer y en las que podría hacer otra persona.
A falta de mejor palabra para referirme a "core work", he utilizado "esencial". ↩
Una notificación irrelevante te saca del meeting.
Cerrar.
Vuelves a la pantalla de tu ordenador.
Pero una pequeña distracción fue suficiente para perder el hilo de la conversación.
¿Puedes repetir la pregunta?
]]>En el podcast.
Un nuevo episodio con Aziz Barbar acerca de los "tokens no fungibles" (NFTs), blockchain, cripto-monedas y arte digital. Puedes escucharlo aquí.
El mundo de las divisas digitales y la nueva era del arte digital se mueve muy deprisa; estos episodios cortos nos ayudan a ponernos al día con las últimas novedades. Tengo intención de escribir más acerca del tema para compartir lo que voy aprendiendo.
Mientras nos seguimos preguntando si esta forma de representar la posesión de creaciones digitales con tokens es una burbuja, ventas como la de la obra de Mike Winkelmann (@beeple_crap) por sesenta y nueve millones de dólares en una subasta de la casa Christie's contribuyen a la validación de esta nueva tecnología.
En un futuro episodio, Aziz y yo hablaremos del rol de los algoritmos "caja negra" en nuestra cultura —los que utilizamos desconociendo su funcionamiento interno—.
En el directo.
La semana pasada retransmitimos dos eventos en YouTube y grabamos dos partes de un podcast que celebra Un Año de Directos, que saldrá pronto. La primera parte es una ronda de preguntas acerca de la evolución del directo durante el primer año. La segunda es una conversación con Jose Luis García del Castillo sobre nuestra experiencia programando en directo.
En otra parte.
Por último, Jose Luis invitó a Andrew Heumann a su clase de Introducción al Diseño Computacional (GSD-6338), en el Harvard GSD, para hablar de la Automatización y Aumentación de la Arquitectura. Puedes verla aquí.
]]>Produzco mucho material. Aun así sigo sintiendo que necesito hacerlo de manera más estructurada, planificando, definiendo un calendario de antemano, estableciendo protocolos de publicación, desarrollando formas de editar y procesar el contenido, colaborando con otros profesionales y dedicando más tiempo a la parte editorial.
Necesito filtrar, seleccionar, escribir, investigar y tener una idea clara acerca de qué quiero hablar, enseñar, discutir y las preguntas que quiero resolver; superar la resistencia, dejar de quejarme y esconderme tras el proceso y centrarme en el contenido.
Eso —y no nuevos dispositivos— es lo que mejorará mi contenido, hará que sea más escuchado, visto, leído y, lo más importante, beneficioso para mi audiencia. Así, es posible que vuelvan a por más y se lleven algo útil.
Quiero compartir lo que hay en mi mente, aprender y enseñar lo que aprendo con un mensaje consistente y un ritmo de publicación constante. Después de todo, ese es el tipo de contenido que me gusta ver, escuchar y leer.
]]>Los 'muros' kanban1 se hacen demasiado grandes para visualizarlos2 y es complicado revisar las aplicaciones de tareas con frecuencia, lo que contribuye a que se me pasen cosas durante el día de trabajo.
My último intento es una lista con lo que tengo que hacer en el momento y una pequeña libreta encima de mi escritorio.
Escribo lo que quiero hacer hoy (tal vez mañana) y voy tachando las tareas conforme las hago. Cuando termino la gran mayoría, corto la página y transfiero lo que queda por hacer a una nueva.
Ahora mismo estoy utilizando una libreta de diez por nueve centímetros con forma de tableta de chocolate, y quiero probar la cinta adhesiva de MUJI que convierte cualquier página en una lista de tareas.
"Un muro Kanban es una herramienta de gestión de proyectos 'ágil' diseñada para visualizar el trabajo, reducir las cosas que están a medio hacer y maximizar la eficiencia (o el 'flow')". Atlassian. ↩
Aunque mis muros terminan teniendo muchas tareas, estoy contento con Notion. Puedo crear muros kanban y visualizar su información con distintos filtros y vistas, lo que los convierte en una base de datos que puedo navegar de muchas formas. Sin embargo, sigo prefiriendo anotar las cosas más urgentes por hacer fuera de este muro para que no se me pasen. ↩
Como probablemente sabes, me comprometo a publicar un dibujo y un escrito cada martes, tanto en inglés como en español. Y no es fácil. Me produce satisfacción tener programadas mis publicaciones semanales con tiempo, y a menudo me imagino dedicando las horas necesarias para preparar mis publicaciones con semanas (e incluso meses) de antelación. Pero esto raramente ocurre. Estuve apunto de hacerlo el mes de agosto en un intento de desconectar de la pantalla durante las vacaciones. Pero terminé escribiendo, traduciendo y Photoshopeando algún que otro caluroso día de verano.
Aquí hay una nota que escribí la mañana del siete de julio de 2021.
Escribir un buen post para la newsletter con 466 palabras […] me hace sentir bien. Es lunes por la mañana y mi publicación (en inglés y español) está programada para mañana. Son las 9:40 AM y tengo que seguir adelante, progresando en otras áreas para verme más tarde con las manos vacías.
Sienta bien terminar tareas a primera hora del día y pensar que puedes seguir con tu día sin presión. Entonces pienso, ¡Ojalá hiciera esto más a menudo! Y es que, por mucha estructura que quiera introducir en mi rutina diaria, cada día es diferente.
Como podrás ver, te mentí. Tenía la primera frase de este escrito en la recámara por si alguna vez tenía que perderme una publicación, pero terminó inspirando la reflexión que decidí compartir hoy contigo.
]]>Suelo regirme por una serie de reglas informales para decidir por qué, cómo y cuándo escribo o dibujo. Lo hago a diario para pensar, aprender, enseñar, recordar, retratar y compartir experiencias. Y aunque pruebo distintas técnicas y aparatos de vez en cuando, intento ceñirme al mismo medio de escritura y dibujo para prestar atención al contenido que estoy produciendo y no a las herramientas que utilizo.
Definir lo que hacemos y nuestro proceso nos ayuda a aclarar por qué y cómo lo hacemos. Compartir ese razonamiento con los demás les ayuda a entender tu obra y tus métodos.
]]>El único momento en el que podemos retratar cómo pensábamos es ahora, ya que el suceso en sí distorsionará nuestros pensamientos.
Releyendo este tipo de escritos me suelo preguntar, ¿Cómo es posible que pensase de esa forma?
]]>Con el traje, las aletas y el cinturón puesto salté desde la lancha para bucear en busca de las rocas planas, una zona de piedras de un kilómetro de longitud cerca la casa de verano de mi familia, en Torre de Benagalbón, Málaga. El agua estaba turbia y se veía poco. En el fondo del mar: arena. Ni rastro de las rocas planas. Conforme sacaba la cabeza del agua al subir a coger aire, Bea gritó, ¡Un delfín! ¡Súbete! Subí a la barca tras lo que sería mi primera (y última) immersión del día. Mi padre navegó lentamente siguiendo a un par de delfines que nadaban en paralelo a la playa. Durante una hora navegamos con al menos ocho delfines que viajaban en parejas y que, a simple vista, parecían tener dos o tres metros de largo. Salían de vez en cuando a coger aire como hacemos al bucear a pulmón —solo que ellos pueden aguantar hasta diez minutos1 y navegar a velocidades de entre diez a veinte kilómetros por hora2—.
Era la primera vez que veíamos delfines en la zona en treinta años.
La buena noticia es que, una semana después, con el agua cristalina, encontramos y geolocalizamos las rocas planas; un banco de cientos de sardinas, un par de medusas gigantes y muchas, muchas anémonas pegadas a las rocas.
¿A qué velocidad nadan los delfines? Dolphin Communication Project. ↩
¿Cuánto tiempo pueden aguantar la respiración los delfines? Ponce Inlet Watersports. ↩
Cuando un bitcoin valía mil dólares (como en marzo de 2017), podías dividir un dólar americano en 100.000 unidades —un satoshi valía 0.00001 dólares—. Cada centavo era divisible en mil unidades. ¿Y hoy?
Cuando escribí este texto, el 13 de mayo de 2021, el precio del Bitcoin que mostraba Google era de $48.617,502 (BTC a USD) —un satoshi valía 0,000486175 dólares—. Eso son 48,61 veces el valor de marzo de 2017; cada centavo de dólar paso a ser divisible en 20 partes (en lugar de 1000). Conforme el precio del Bitcoin sube, la divisibilidad de su equivalencia en dólares disminuye. Si el Bitcoin subiese a un millón de dólares, cada satoshi pasaría a valer un centavo. No mil, sino uno. ¿Tiene sentido que una moneda digital tenga un valor tan alto en comparación a otras monedas fiduciarias como el euro o el dólar?
En el mundo digital, la divisibilidad permite que se ofrezcan servicios por fracciones de centavo (un mecanismo que se utiliza, por ejemplo, en juegos online que permiten convertir tu dinero en tokens virtuales). Cualquier moneda altamente divisible evitaría que cada plataformas tuviese que solventar este problema por su cuenta.
Tal vez Satoshi Nakamoto3 esperaba que el valor del satoshi se equiparase al centavo, o quizás nunca imagino que el valor del Bitcoin pudiese subir tanto, lo que permitiría el intercambio de esta y otras monedas en fracciones pequeñas.
Nadie sabe si el Bitcoin existirá a largo plazo ni que valor tendrá. Lo que sabemos es que las criptomonedas han llegado para quedarse.
La estructura general de unidades del bitcoin es que 1 bitcoin (BTC) equivale a 1.000 milibitcoins (mBTC), 1.000.000 microbitcoins (μBTC) o 100.000.00 satoshis. Investopedia. ↩
Edité este texto para su publicación el 30 de agosto de 2021, cuando el precio del bitcoin —$48.141,30— es casi el mismo que el 13 de mayo de 2021. ↩
Satoshi Nakamoto es el pseudónimo bajo el que se publicó el 'whitepaper' de Bitcoin. ↩
Echo de menos los días en los que podíamos volar; coger un avión y reunirte con un amigo en un lugar remoto en cuestión de horas. Un evento como este fue un viaje de dos semanas que hice a San Francisco en octubre de 2019. Viajaba por trabajo y estuve con varios amigos los fines de semana.
Aunque llevábamos hablando más de un año online, era la primera vez que conocía a Tatjana Dzambazova —Tanja— en persona. Tras comer ramen con dos amigos suyos el viernes por la noche, condujimos a su maravillosa casa en Mill Valley, California para pasar el fin de semana. (Tengo buenos recuerdos de las largas escaleras de madera y las visitas inesperadas de mapaches.)
En casa de su vecina, grabamos lo que para mí fue una entrevista muy interesante, en la que Tanja hablaba de El Arte de Hacer las Preguntas Correctas —el mismo fin de semana que grabé con Adam Menges—. Recuerdo subirme al barco que conecta San Francisco y Sausalito con todos mis bártulos del podcast en una maleta de mano.
Tanja llevaba varios días escribiendo en preparación para nuestra conversación del podcast —tenía un mensaje que contar— lo que suele traducir en algunas de las mejores entrevistas. Es una persona curiosa y creativa que pone cariño y ama todo lo que hace, un rasgo que comparten la mayoría de los invitados del podcast. Su mensaje principal era parar de desperdiciar talento trabajando en los problemas equivocados y cuidar nuestro planeta.
El sábado, entró en casa mientras yo dibujaba una escultura de una pantera que tiene en su escritorio. "Me da envidia. Sigo posponiendo la vida, dejando cosas para después y no las hago nunca," dijo Tanja. Pero no creo que eso sea necesariamente cierto (como confirma su perfil de Instagram). Tanja no desaprovecha una oportunidad para hacer senderismo, kayak, paddle surf o incluso buscar setas. Creo que a lo que se refiere es que le gustaría hacer mas cosas de las que le da tiempo.
Cuando le pregunté si quería grabar una entrevista, pensó que era la persona inadecuada porque no había encontrado una forma de hacer menos. "Intelectualmente soy consciente del camino, pero no he encontrado una forma de hacerlo mejor. Dedico tiempo a las cosas que me gustan. Estudio idiomas, leo mucho, y siempre trato de resolver problemas nuevos, aprender estructuras, física, o hacer cualquier cosa con mi pareja. Pero sigo añadiendo cosas y no desconecto."
Le pregunté por formas de combatir contra el estrés e ir más despacio. "En Estados Unidos vivimos para trabajar [mientras que] los europeos siguen trabajando para vivir". Imagino que hay un poco de todo en ambos sitios, pero creo que nuestro estilo de vida depende en gran medida de la cultura de trabajo en tu empresa y tu forma de afrontar el día a día. "Siento que estoy posponiendo la vida porque me encantaría hacer muchas otras cosas".
"A veces digo 'Después, después. Después de esto. Cuando esto termine. Después de que acabe este proyecto.' Pero nunca hay un después," prosiguió Tanja. "Si no lo haces ahora, puede que no lo hagas nunca. Así que tengo la disciplina de preguntarme esta pregunta todos los días. Todavía no tengo la respuesta".
No es fácil describirse con una sola frase cuando cambias de actividad a lo largo del día.
Aunque a veces envidio a los profesionales que dedican su tiempo completo a una única actividad —escribir, enseñar, programar— prefiero huir de la monotonía y explorar múltiples disciplinas.
Aun así, cuando un profesional se especializa, su trabajo también se compartimenta en subcategorías que aportan nuevos matices a su obra. (Artistas experimentan con técnicas de pintura; científicos con métodos de investigación; machine-learnists con algoritmos.) Si te gusta lo que haces, es fácil encontrar nuevas formas de trabajar para no aburrirte.
Como 'generalista' no profundizo tanto como otros, pero me aseguro de disfrutar de lo que hago cada día, especializándome poco a poco en múltiples disciplinas.
]]>Hay algo especial en abrir, cargar y 'jugar' con un dispositivo por primera vez. Supongo que esta es una de las claves del capitalismo y el consumismo —acostumbrar a los consumidores a la emoción de comprar y estrenar—. Es la misma sensación que tuve al abrir mi nuevo MacBook Pro M1. Aun así, todavía llevo conmigo un iPhone 6 de más de seis años y medio —'congelado' en iOS 12— que no me permite utilizar muchas de las últimas aplicaciones; esta es la parte de mí que cree en el poder de la escasez.
Una de las partes emocionantes para nosotros —los creativos, programadores y amantes de la tecnología— es configurar un ordenador nuevo e instalar nuestras herramientas favoritas; personalizarlo. Pero esta configuración inicial se puede convertir en una pesadilla si tienes que hacerla con frecuencia.
Por defecto, los sistemas basados en Unix ocultan los archivos cuyo nombre comienzan por un punto al mostrar una carpeta o listar los contenidos de un directorio1. Estos archivos, comúnmente conocidos como "dot files" o "dotfiles" en inglés, suelen contener configuraciones (en texto plano) de distintos aspectos del sistema (y a veces contienen múltiples archivos de configuración). Este comportamiento de los archivos ocultos (como muchas otras abstracciones) sirven para acomodar a distintos tipos de usuario. Si eres un usuario avanzado, un programador o un administrador de sistemas, puedes desactivar la ocultación de estos archivos y editar estas configuraciones "a mano".
El sistema operativo de los ordenadores Mac (macOS) te permite mostrar y esconder los archivos ocultos con el comando ⌘+SHIFT+
. ('Comando-shift-punto'.) Cuando presiono esta combinación de teclas en mi ordenador, veo los archivos ocultos del directorio de usuario que contienen configuraciones de programas instalados, como Dropbox y otras herramientas de programación.
Los programadores somos vagos; minimizamos el esfuerzo humano requerido por las tareas que realizamos a diario y la fricción de los procesos manuales y repetitivos. Para evitar horas replicando nuestra configuración preferida en dispositivos nuevos, ideamos formas de automatizar este proceso. La fuente de satisfacción, la emoción, se obtiene al sistematizar la configuración del sistema ejecutando una serie de comandos.
De vuelta a los "dot files".
Si es la primera vez que escuchas hablar de la automatización de las configuraciones de sistema, te sorprendería el tamaño de la comunidad que hay detrás. Yo adapté una serie de scripts de configuración de código libre de Zach Holman. Ahora puedo comprar o formatear un ordenador y configurar gran parte automágicamente en cuestión de minutos.
Estas son algunas de mis automatizaciones.
Un archivo (llamado Brewfile) contiene decenas de programas y aplicaciones —como Dropbox, Spotify, Google Chrome, Discord o Zoom— que se instalan ejecutando un único comando. La carpeta zsh configura mi Terminal con atajos y ayudas de auto-completado. Un script 'bash' configura las Preferencias de Sistema de mi Mac (como la velocidad del ratón o si el Dock se oculta automáticamente) y preferencias de aplicaciones como iA Writer o el Calendario.
La automatización es un juego 'infinito' que puede convertirse en una trampa; puedes acabar dedicando más tiempo a automatizar procesos de lo que tardarías en hacerlos a mano, y nunca te faltarán cosas que automatizar. La emoción de que la máquina se encargue de ciertos procesos gracias a programas que tú mismo has creado es la versión adulta de jugar con el coche rojo o la Game Boy. Puedes ajustar unos pocos parámetros, relajarte y continuar con tu día.
Unix es una familia de sistemas operativos multi-usuario y multi-tarea [en el que se basan otros sistemas operativos como Linux o macOS] derivado originalmente del sistema AT&T Unix, cuyo desarrollo fue iniciado en los setenta en el centro de investigación de Bell Labs por Ken Thompson, Dennis Ritchie, and others. Unix. Wikipedia. ↩
Hoy celebro el segundo año de esta publicación con ciento cuatro dibujos y relatos publicados a lo largo de setecientos treinta días.1
Todavía trato de averiguar cómo se es un buen 'newsletterer'. Vuestras respuestas me siguen dando valiosas pistas acerca de lo que realmente llega a mis lectores. Y, si has seguido de cerca mis publicaciones, ya te habrás dado cuenta de que escribo de temas muy diferentes, y aun así vuelvo a muchos de ellos de vez en cuando. Al mismo tiempo me permito el lujo de experimentar con distintos estilos y formatos.
Mi objetivo principal con estas publicaciones es que aprendamos cosas que no sabíamos e interioricemos conceptos que ya sabemos pero que se escurren de nuestro día a día y deberíamos tener más presente.
Compartir nuestra forma de ver el mundo y nuestras historias nos hace más humanos y nos ayuda a entender lo que pasa en nuestra mente. Te animo a descubrir el poder de la escritura: puedes empezar con una palabra al día.
Me gustaría darte las GRACIAS por animarme a seguir adelante de una forma u otra.
Feliz newsletter-año.
Como retrasé esta publicación un poco, hoy ya voy por 108 semanas y publicaciones; 756 días. El segundo newsletter-año fue en realidad el día dos de julio de 2021. ↩
Una parte emocionante del buceo es que, como seres humanos, nos beneficiamos del reflejo de inmersión de los mamíferos, "un conjunto de respuestas fisiológicas a la inmersión […] que optimiza la respiración distribuyendo las reservas de oxígeno al corazón y al cerebro permitiendo que nos sumerjamos más tiempo".1 "El reflejo de inmersión se activa al enfriar y mojar los orificios nasales y la cara mientras aguantamos la respiración".1
Solo con meter la cara en un cubo de agua activamos el reflejo de inmersión —optimizando el funcionamiento interno de nuestro cuerpo— provocando bradicardia, apnea y el aumento de las resistencias vasculares periféricas.2 La bradicardia (lo opuesto a la taquicardia) desacelera el ritmo cardíaco, disminuyendo el trabajo del corazón y limitando el uso innecesario de oxígeno, permitiéndonos estar más tiempo bajo el agua.2 "Se cree que el aumento de las resistencias vasculares periféricas redistribuye la sangre a los órganos vitales al mismo tiempo que limita el consumo de oxígeno de los grupos musculares no esenciales".
El reflejo de inmersión se manifiesta fuertemente en mamíferos acuáticos (como las focas, las nutrias o los delfines) y en menor medida en nosotros, los humanos adultos, los bebés de menos de seis meses y los pájaros buceadores (como los patos o los pingüinos).
Al buscar si este reflejo se manifestaba en la ducha, encontré La increíble reacción de tu cuerpo al agua, una publicación de 2014 de James Nestor en TED Ideas. "La vasoconstricción periférica explica como [el ser humano] puede bajar más de treinta metros sin sufrir los daños pulmonares que predecía la Ley de Boyle."3 Al parecer, presiones arteriales similares dañarían nuestro cuerpo en tierra firme pero no en el agua. Nuestros reflejos anfibios se hacen más fuertes a mayor profundidad.3
Este fenómeno también se manifiesta en la ducha. El cuerpo humano se adentra en un estado de meditación, con ritmos cardíacos y presión arterial más bajos que el resto del día. Con más recursos asignados al cerebro y las fuentes externas de información limitadas, estamos solos con nuestros pensamientos en un estado mental elevado. Tal vez, el reflejo de inmersión sea una de las claves de por qué ciertas ideas nos sorprendan en la ducha.
Me llevé un pequeño set de grabación a Tenerife en la mochila —dos micrófonos Shure SM58 y una grabadora Zoom H6— por si se daba la oportunidad de grabar contenido para el podcast.
Antes de coger nuestros respectivos vuelos en la puerta de embarque, Jose Luis y yo capturamos nuestras primeras impresiones tras una semana dando clases de buceo a pulmón; lo que aprendimos, lo que nos gustó y las cosas que pensábamos que sabíamos pero no sabíamos.
Hablamos de la paz mental que transmitía bucear a pulmón y estar bajo el agua, de mejores prácticas, equipo y técnicas, compensación de los oídos, el buceo con y sin botella y cómo los sistemas de recomendación nos llevaron a Tenerife.
Puedes escuchar este episodio del podcast sobre el Buceo a Pulmón (en inglés).
Diving reflex. Wikipedia. ↩ ↩
Godek, Devon. Andrew M. Freeman. Physiology, Diving Reflex. NCBI. ↩ ↩
Con cien palabras acabarás con 36.500 palabras cada año —la mitad de palabras que suelen tener los libros de no-ficción—.
¿Y con mil palabras al día? Eso son 365.000 al año.
¿Merecerá la pena leer lo que escribes? Esta pregunta es más difícil de responder, pero lo que te aseguro es que tendrás más facilidad para comunicar lo que piensas.
En 600 días practicando, comparto cómo y por qué escribo y dibujo a diario, y hablo de la "practica deliberada" y los "hábitos atómicos".
En ¿Por qué deberías escribir?, comparto los beneficios de escribir semanalmente "en público".
En ¿Estás escribiendo lo suficiente?, comento la forma en la que producir más ideas te hace más original.
En mi episodio del podcast Writing habits (en inglés), comparto las rutinas diarias que me ayudan a escribir y los programas y herramientas que uso para escribir mi diario, escritos, posts y episodios, así como revisarlos y editarlos.
]]>Estas son mis citas favoritas de Cris.
Puedes escuchar este episodio en todas las plataformas de podcasts o Ver el vídeo en YouTube.
¡Disfruta!
]]>Imprimir mis propios 'zines' y releerlos es una parte crucial de mi proceso de escritura —estos son mis diarios—. Empiezo un volumen nuevo cada siete mil palabras y los imprimo para revisarlos más tarde. Llevo sesenta y tres volúmenes.
Darte tiempo para releer lo que has escrito te permite ver tus propios textos desde la perspectiva del lector; hay partes que habías olvidado y recursos estilísticos que no recordabas haber utilizado. Parte de lo que escribo es para mí, pero muchas publicaciones recuperan trozos de escritos de esos diarios.
Dentro de esta práctica, creo que la cantidad, más que la calidad me ayuda a publicar periódicamente. Primero plasmo mis pensamientos, después filtro y selecciono.
Escribí este relato partiendo de un borrador de noventa y cinco palabras titulado My Journaling Zines —escrito el diez de mayo de 2021— del Diario 62.
Este escrito enlaza otros posts relacionados. Mi diario y mis publicaciones le dan vueltas a los mismos temas a lo largo del tiempo, asentando mi punto de vista poco a poco acerca de cada uno de ellos, ayudándome a aclarar por qué hago cada una de las cosas que hago, y mostrando dónde cambia mi opinión. Considero que este es el increíble poder de la escritura.
]]>Por la tarde saqué la tabla de surf, que hacía tiempo que no usaba, la limpié quitándole cera antigua, la volví a encerar y me fui a la playa a probarla.
Después de cenar y antes de acostarme me senté a escribir y dibujar para cumplir con mis "cuatro obligaciones diarias". Puse una alarma en mi iPhone 6 a las 7:15 am para despertarme y me acosté a las 11:20 pm.
Al día siguiente por la mañana salté de la cama cuando sonó la alarma. El cielo estaba azul, el sol empezaba a salir y una brisa refrescante entró en casa al abrir la ventana.
Tras un día de desconexión me desperté con energía y tiempo para escribir antes de empezar a trabajar.
]]>Ya estoy de vuelta de Tenerife —de vuelta a la pantalla— y, como prometí, quiero compartir una técnica que hemos aprendido durante el curso de apnea para evitar que la máscara de buceo se empañe.
Es muy frecuente que las máscaras de snorkel se empañen, particularmente cuando son nuevas, y el proceso de tres pasos que puedes leer a continuación te puede ayudar a prevenirlo.
Las máscaras de snorkel y buceo se empañan cuando el vapor de agua se condensa a causa de una diferencia de temperatura entre la superficie interior y la exterior de las lentes.1 "La humedad que se acumula en la máscara tiene que pegarse a algo, y ese algo suele ser los residuos sobrantes del proceso de recubrimiento de las lentes, suciedad y aceites de la lente que aparecen por su uso normal y pequeñas imperfecciones microscópicas de las lentes."1 Parece ser que este problema empeoró cuando las máscaras se empezaron a fabricar con silicona líquida sintética en vez de con caucho natural.2
Como nos recomendó nuestro instructor, Paco, pedimos los productos de limpieza "Cleaner" (verde) y antivaho "Antifog" (azul).
El primer paso es tratar la máscara con el limpiador, un producto antigrasa, que elimina los residuos generados durante el proceso de fabricación.
El primer paso solo es necesario una vez al comprar la máscara y cuando llevas sin utilizarla muchos meses.
El segundo paso consiste en aplicar el antivaho en la superficie interior de las lentes justo antes de utilizar la máscara. (El spray antivaho de Cressi también sirve.)
El tercer paso es escupir en el interior de las lentes y extender la saliva con los dedos.
¡Ya puedes sumergirte!
Mi máscara no se empañó en toda la semana.
Cómo evitar que se te empañe la máscara de snorkel. Kraken Aquatics. ↩ ↩
C4 Chanteclair para evitar los problemas de empañado. Apnea Passion Magazine. ↩
Llevamos tres días practicando apnea (buceo a pulmón) —ayer por la mañana en El Puerto de Tabaiba—. Creo que mucho de lo que estoy aprendiendo me acompañará durante toda mi vida.
La apnea es un deporte muy técnico. Puedes practicarla para explorar las profundidades del mar, para hacer pesca submarina o, como hacen los apneístas profesionales, para llegar lo más profundo que puedas. (El récord mundial de profundidad con aletas supera los 300 metros, el de tiempo los 24 minutos.)
Aquí hay algunas cosas interesantes que he aprendido por ahora.
Los primeros dos días, bajamos hasta los 6.5 metros. Ayer bajé alrededor de 18 metros.
Me pregunto que pasaría si aprendiésemos tantos detalles técnicos acerca de otros deporte —correr, por ejemplo— como estamos aprendiendo acerca de la apnea. Es probable que haga muchas cosas mal al correr; cómo muevo las piernas, cómo respiro, o los estiramientos que hago al acabar.
La experiencia ha sido increíble de momento, y todavía nos quedan cuatro días más. Me gustan las técnicas de respiración, relajación y concentración que requiere este deporte y su relación con la meditación.
Espero compartir más con vosotros en las próximas semanas.
Aunque no entiendo los mecanismos fisiológicos del proceso de compensación1 — al que solemos referirnos cuando decimos que vamos a "hacer la descompresión"— me he comprado este aparato como nos recomendó Paco, nuestro instructor.
Otovent se lanzó inicialmente en 1993 para ayudar a la gente que padece de "otitis media adhesiva"2 y que también se emplea para tratar la barotitis (el dolor que tienen algunos cuando vuelan) y como ayuda visual de la compensación para practicantes de la apnea.3
¿Cómo funciona el método? Como dicen las instrucciones, "el método Otovent proporciona la presión necesaria para abrir la trompa de Eustaquio y ayuda a ecualizar la presión del oído medio. De este modo el oído medio se ventila, se puede resolver cualquier efusión y se logra un alivio de los síntomas".4
La caja contiene cinco globos de latex —específicamente presurizados para este dispositivo—, una pieza para ponerte en la nariz y una funda para llevarlo. (Importante: no se pueden utilizar globos de juguete.)
Estos son los pasos básicos, tal cual vienen en el manual.
Hice el ejercicio unas ocho veces en cada orificio nasal —que se recomienda hacer durante dos o tres semanas— y, como era de esperar, me sentía un poco mareado. Supongo que esa sensación irá desapareciendo conforme se practica.
Gracias por leer —espero poder compartir más curiosidades contigo en las próximas semanas—.
No hace falta que diga que no soy médico. Así que por favor no utilizes nada de aquí como consejo médico. ↩
¿Para qué sirve Otovent?. Otovent. ↩
Instrucciones de Otovent. Abigo. ↩
A menudo escribo en mi iPhone 6 —que tiene ya más de seis años— y su lentitud hace que cometa más fallos.
Si el mensaje es claro y la conversación informal, no hay necesidad de corregir las erratas; menos aún cuando escribo para mí. Mejor dedicar ese tiempo a escribir más.
Cuando preparas un escrito para su publicación, sin embargo, querrás ser conciso y claro, y editar tu borrador para eliminar posibles erratas. Mientras se conserve el mensaje original, no tienes por qué editar tú el escrito.
De nuevo, mejor dedica tu tiempo a escribir tu próximo ensayo en vez de obsesionarte con perfeccionar lo que ya has escrito.
]]>La palabra escrita es más articulada, organizada y estructurada que el habla. Pero el proceso de escritura no es tan limpio. Mueves palabras, frases y párrafos de un lado a otro, borrando trozos que no aportan demasiado y reescribiendo partes que no son claras. «¿Dónde paro? ¿Qué puedo añadir? ¿Lo entenderán?» No hay una respuesta correcta.
El proceso de dibujo es similar. Trazos, sombreados y colores te permiten dar más o menos importancia a cada parte del dibujo. Pero el proceso no es lineal. No "ploteas" cada línea como hace una impresora sino que vas añadiendo detalles y sombras; se parece más a los procesos aditivos de impresión en tres dimensiones, donde un extrusor va depositando trozos de material de un lado para otro.
Escribimos (y dibujamos) para crear memorias y compartir nuestra visión del mundo y nuestras historias con otros —en concreto, contigo—.
No dibujé una servilleta tres veces a propósito. Lo hice porque no estaba satisfecho con el primer resultado. (¡Todas parecen palomitas!)
El resultado final parece planeado al milímetro.
En realidad, el proceso es caótico.
]]>El próximo episodio hablará sobre StyleGAN —un algoritmo desarrollado por NVIDIA que aprende a generar imágenes falsas (deep fakes) cuando lo entrenamos con una serie de imágenes con un estilo característico— y, en futuras conversaciones, tenemos intención de hablar de los NFTs y el arte digital, criptomonedas, algoritmos inteligentes, diseño y autoría, GPT-3, automatización, creatividad y mucho más.
En sus propias palabras, Aziz Barbar es un arquitecto especializado en diseño computacional, interesado en el entorno digital, técnicas de construcción automatizadas, la optimización del rendimiento de la arquitectura, y todo lo relacionado con el mundo digital.
Como todo lo que hago, esta serie del podcast es un esfuerzo para aprender y encontrar tácticas, técnicas y herramientas digitales para vivir de una forma más sencilla y creativa.
Espero que nos acompañéis en esta aventura.
"Para artistas, científicos, inventores, escolares y la población en general, la motivación intrínseca —hacer algo porque es interesante, supone un reto y es una tarea absorbente— es esencial para lograr altos niveles de creatividad", dice Pink. Cuando otro define tus objetivos, el desafío es mantenerte motivado. Cuando lideras a otros, el desafío es asegurarte de que disfrutan del proceso y se sienten parte de él, sin el estrés de trabajar de una forma específica para obtener una recompensa.
Otra curiosidad que he aprendido gracias a la investigación de Pink es el descubrimiento de Edward Deci del llamado Efecto Sawyer. Dependiendo de como se utilicen las recompensas, estas pueden convertir el juego en trabajo o el trabajo en juego. Paradójicamente, dice Deci, "Cuando se emplea el dinero como recompensa externa de alguna actividad, el sujeto pierde el interés intrínseco por la ella. […] [Los artistas] que pintan y esculpen por el placer de hacerlo en lugar de por las recompensas externas han producido arte reconocido socialmente como superior. […] Son aquellos que tienen menos motivación para alcanzar las recompensas externas los que las acaban recibiendo".
]]>Nono
¿Hay alguna práctica 'frugal' que te ayude a ahorrar?
J.R.
Sí. Dios mío —trillones—. Todas son muy tontas pero esa es la cosa, como con todo es convertirlo en un juego.
Pagar en efectivo —algo que cada vez hace menos gente, y menos todavía en la era post-COVID en la que casi somos una sociedad sin efectivo, pero eso es un tema aparte—.
Hay investigaciones que sugieren que, cuando pagas con tarjeta, eres más propenso a hacer compras compulsivas.1 Si tienes billetes en la mano es más difícil deshacerse de ellos y más aun cuando son denominaciones grandes.
Por lo que una cosa que puedes hacer es.. Llevar efectivo en billetes grandes. Tan solo eso puede hacerte más reticente a gastar dinero y forzarte a pensar mejor en lo que compras.
Otra pequeña tontería, que realmente no lo es, es tener un jarrón y cada vez que te gastas efectivo —como hacen algunos bancos electrónicamente cuando pagas con tu tarjeta de débito o de crédito— coges esa misma cantidad, la metes en el jarrón y te olvidas. Un año después, de repente, te das cuenta de que tienes dinero. Haz algo con eso. Mételo en algún sitio. Compra algo que lleves tiempo pensando comprarte. No lo has comprado impulsivamente porque tenías un pequeño recipiento donde has ido reuniendo durante los últimos doce meses. Ahora puedes comprártelo de una forma más responsable.
Escucha la conversación con JR de Insisting Simplicity al completo.
Raghubir, Priya & Srivastava, Joydeep. (2009). The Denomination Effect. Journal of Consumer Research. 36. 701-713. 10.1086/599222. ↩
Para escribir hay que crear un hábito, es algo que repites día a día esperando que aparezca la magia. Sin esta práctica (una labor de tiempo), es complicado producir buenas ideas. Incluso aunque lleves décadas haciéndolo es difícil escribir algo que merezca la pena publicar en tan solo treinta minutos, pero al hacerlo todos los días voy generando ideas. (¡Son ciento ochenta y dos horas al año escribiendo!)
Mi objetivo es escribir al menos doscientas palabras al día y poco a poco lo voy superando. Practico a conciencia para mejorar cómo articulo mis pensamientos, comunico y comparto mis ideas, y la forma de expresarme. Creo que escribir y contar historias me beneficia a hora de de hacer mis podcasts, charlas y sesiones en directo.
Ahora mismo, la única presión que tengo es la de publicar un pequeño relato con un dibujo hecho a mano los martes (el que estás leyendo). Publicar me libera del miedo de compartir lo que pienso, decirle al mundo quién soy y ser juzgado, y me fuerza a refinar lo que escribo y dirigirlo a mis lectores. Relato a relato, comparto mi forma de ver el mundo y doy por sentado que mi perspectiva cambiará, inevitablemente. Pero no pasa nada —vamos evolucionando— y tú deberías sentirte de la misma forma.
Doscientas palabras no te llevarán lejos, pero escribir a diario pronto se traducirá en setenta mil palabras al año, lo que sí que marcará la diferencia.
]]>Bambú común. Wikipedia. ↩
Incluso cuando no encontramos las palabras para hacernos entender el esfuerzo merece la pena; podemos refinar nuestro mensaje explicándoselo a otros.
Disponemos de más formas para difundir ideas de las que hubiésemos podido imaginar —piensa en los blogs, newsletters, podcasts, vídeos en directo o las redes sociales— y no escasean las mentes curiosas con ganas de hablar.
Lo que escasea —y deberíamos trabajar— es la confianza, la autenticidad y mensajes que merezcan nuestra atención.
¿Estás dispuesto a intentarlo?
]]>Hoy en día tenemos una cantidad ilimitada de audio en nuestro bolsillo —ni siquiera pensamos en su duración—. YouTube pone a nuestra disposición millones de horas de vídeo y audio, y servicios de streaming como Spotify nos proporcionan un inmenso catálogo de música y podcasts sin preocupaciones de dónde se almacenan los archivos. Tenemos acceso a todo.
En los 2000, mis padres me compraron un reproductor portátil de CDs —el Sony Walkman E-220— que apenas recuerdo haber utilizado, probablemente porque coincidió con el boom de internet. Todavía funciona y parece que está nuevo. Además de la función estándar de reproducción de discos—en la que suenan todas las canciones una vez—el dispositivo podía reproducir canciones en bucle, repitiendo las canciones en orden una y otra vez, en modo aleatorio, o repitiendo una sola canción. Entonces la cantidad de canciones que podíamos llevar con nosotros era limitada. Hoy llevamos millones de canciones a todas partes.
Había un pequeño símbolo con forma de flecha que se sigue utilizando en aplicaciones de reproducción de música. La flecha va hacia la izquierda, hacia abajo y hacia la derecha, y simboliza el bucle o loop que realiza el reproductor cada vez que una canción o lista de reproducción termina y vuelve al inicio para empezar la reproducción de nuevo.
¿Imaginas alguna situación en la que podrías utilizar esta función para escuchar la misma canción una vez tras otra? Me gustaría compartir contigo una costumbre que llevo practicando durante años. Escucha mi nuevo episodio de Getting Simple titulado looping playlists.
]]>Una pregunta enviada al podcast por Marc Exposito[^mini-retirements-question-es] me hizo reflexionar acerca de estos 'mini retiros' —qué son, y posibles técnicas, desafíos y razones para vivir como si estuvieses jubilado— y, en retrospectiva, entendí mi descanso de 2015 como un mini retiro. Deliberadamente, reservé tiempo para pasear por las calles de Japón a mi ritmo (que se parece bastante al de una tortuga) y disfrutar del soleado verano malagueño. «¿Qué pasaría si, en lugar de trabajar cuarenta años y retirarte durante veinte distribuyeses esos veinte años a lo largo de tu carrera?» Preguntó Marc.
Escucha este podcast de Getting Simple en el que hablo (en inglés) de los 'mini retiros'.
]]>[^st-petersburg-colores]: Puedes descargar la paleta de colores de St. Petersburg.
]]>Inhala.
Uno, dos, tres, cuatro.
Retén el aire.
Cuatro, tres, dos, uno.
Exhala.
Uno, dos, tres, cuatro.
Retén el aire.
Cuatro, tres, dos, uno.
Newport comenzó a escribir y publicar libros cuando estudiaba —sus primeros títulos incluyen Cómo Ganar en la Universidad, Cómo Convertirse en un Estudiante Sobresaliente y Cómo Ser Una Super Estrella en el Instituto— y empezó a crear una comunidad de lectores que disfrutaban su blog, Study Hacks.
Hazlo Tan Bien Que No Puedan Ignorarte fue su primer libro fuera del ámbito universitario, el cual te enseña «cómo construir una carrera que realmente ames en la que no solo te paguen bien sino que hagas trabajo que importe». Newport da el curso online Top Performer, basado en este libro, junto a Scott Young.
He perdido la cuenta de cuantas veces he recomendado sus últimos libros en el podcast y en mis escritos, especialmente Minimalismo Digital y Deep Work.
Deep Work fue una respuesta a las preguntas de sus lectores acerca de cómo estructurar su día de trabajo. Como dice el resumen de su bestseller del Wall Street Journal, «Deep work es la habilidad de concentrarse sin distracción en una tarea cognitivamente exigente. Es una habilidad que te permite dominar información compleja de forma rápida y producir mejores resultados en menos tiempo». Newport defiende que el 'deep work' —algo que podríamos llamar trabajo en profundidad en español— solo se puede realizar cuando nos concentramos por completo sin distracciones. Su técnica consiste en trabajar en bloques de hora y media separados por bloques de una hora que utiliza para hacer meditación productiva (paseo o descansos en los que la mente pueda seguir meditando acerca de los problemas que intentas resolver en el trabajo). Esta es la razón por la que Newport creo El Planificador de Bloques de Tiempo, un cuaderno que te permite planificar el día utilizando este método.
Durante los últimos años, he estado usando esta técnica utilizando esta plantilla de 7:00 a 19:00 horas que puedes descargar aquí. Contiene cuatro columnas de planificación que se pueden imprimir en formato A4 para ser dobladas en cuatro, pensada para imprimir a doble cara para tener ocho columnas con las que cubrir una semana entera. Intento bloquear tiempo por adelantado para las tareas que quiero realizar al día siguiente.
Minimalismo Digital fue también una respuesta a lectores que preguntaban cómo —tras manejar su día trabajo— deberían gestionar su tiempo libre. Lo que destacaría de este libro es que tomarte un mes sabático de las redes sociales —dejar de utilizarlas por completo— nos puede ayudar a eliminar los malas costumbres de hacer scroll casi sin darnos cuenta en cada rato muerto que tenemos a lo largo del día y recuperar tu tiempo libre para hacer lo que solías hacer antes de dedicar tu tiempo a las redes, únicamente volviendo a interactuar con las redes sociales después de este mes sabático si consigues identificar cosas que realmente te aportan algo en tu día a día. Newport también enfatiza la necesidad de planificar por adelantado nuestro tiempo libre y bloquear tiempo durante la semana para asegurarnos de que tenemos tiempo para las actividades que queremos hacer que no son parte de nuestro trabajo. Es curioso como una persona como Cal Newport —que nunca ha estado en las redes sociales— puede contribuir tanto en este campo con su filosofía de minimalismo digital.
En mi caso, mi retiro de las redes sociales duró tres meses. Decidí que estaría presente únicamente para compartir el contenido que genero pero evitaría otras interacciones rutinarias, y eliminaría todas las aplicaciones sociales que quedaban en mi móvil.
Un Mundo Sin Email salé la semana que viene. Como menciona Newport en su podcast —Deep Questions— la comunicación online como la conocemos hoy no es el resultado de la búsqueda de la mejor forma en que los trabajadores de hoy en día podamos comunicarnos, sino que es algo que pasó porque la tecnología estaba ahí. Empezamos a utilizar el email y la mensajería instantánea cómo la solución, pero Newport explica cómo este flujo constante de mensajes agota nuestra habilidad de realizar deep work. Considera aplicaciones como Slack o Teams como algo temporal que desaparecerá cuando desarrollemos nuevos métodos que nos permitan trabajar sin distracciones. Yo ya he reservado mi copia.
Dudo que Cal Newport sea un super-humano, pero le felicito por su forma de vivir y trabajar, y por su consistencia para llevar a cabo proyectos que importan.
]]>El cielo azul de ayer por la tarde me obligó a dejar el ordenador y lanzarme a la calle con mi cuaderno de dibujo, mis bolígrafos y mis acuarelas.
Me encantó dibujar un camión hormigonera mientras me ponía al día por teléfono con mi abuela, a quién le ponen la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus mañana.
El camión va y viene a la parcela en obras de Hoyo de Esparteros —la construcción del hotel H10 del premio Pritzker de Tudela, Rafael Moneo—.
Estaría bien captar la evolución del hotel en mi cuaderno conforme los días van siendo más largos y soleados. Eso, seguramente, facilite recuperar mi hábito de dibujar en la calle.
]]>Otros objetos y escenas, sin embargo, que aparecen una sola vez —dibujos de un viaje, una reunión con familia o amigos, un edificio, una palmera— se anclan a un recuerdo.
]]>Aquí en Málaga, España, todos los negocios no esenciales cerrarán durante quince días empezando este miércoles. Al contrario que en Boston, el buen tiempo no invita a quedarse en casa. ¡La máxima fue de 25 grados la semana pasada! Con mi mascarilla puesta, he caminado más de veinte kilómetros este fin de semana; con mis gafas de sol, manga corta y disfrutando del sol. Vendrán días más fríos pero nada comparado con los inviernos y la nieve de Cambridge.
Me da nostalgia pensar en mis días en Cambridge cuando me llegan fotos de mis amigos por WhatsApp; solía andar a clase con mis botas de nieve bajo la tormenta, disfrutando del tiempo muerto para pensar en mis cosas, llamar por teléfono o escuchar podcasts. ¿Será la nostalgia la culpable de que nunca pulse el boton para 'desuscribirme' de los emails de la Ciudad de Boston?
Poco podemos hacer, pero al menos podemos andar al aire libre.
Ponte a cubierto, mantente cuerdo y mantente sano.
P.D. Por cierto, ya puedes escuchar el nuevo episodio de Getting Simple con Mike Gabour —en inglés— para conocer cómo se enamoró del océano, sus duchas a oscuras, su forma de ver la atención, la meditación y el mindfulness, el 'Sensorium' y las cosas que siempre lleva en su mochila.
]]>Hola, soy Nono Martínez Alonso. Estás suscrito a Sketch.Nono.MA, un newsletter semanal en el que comparto mi forma de ver el mundo a través de sketches y relatos. Hoy, un pequeño comentario acerca de mis cuadernos de acuarela.
Hace un tiempo, escribí sobre mi cuaderno de dibujo favorito: el Moleskine de acuarela, A4, apaisado, de 200 gramos (29.7 x 21.0 cm). Después de completar cuatro cuadernos de este tipo, me he acostumbrado al formato. Creo que la marca italiana ha variado la calidad del papel; las páginas no cogen la acuarela tan bien como lo hacían antes.
Esto me ha llevado a buscar otros cuadernos. Luis Ruiz me recomendó la serie Alpha y Gamma de Stillman & Birn—una empresa americana fundada en 1950 por el pionero de los cuadernos de dibujo de tapa negra dura, un encuadernador vienés llamado Philip Birn (1911– 2004).1 Decidí probar el cuaderno Alpha Series, de tapa dura y papel blanco de 150 gramos, un formato algo más grande que el A5 (22.9 x 15.2 cm). Los Sakura Micron de 005 y 01 se deslizan suavemente en las páginas del Stillman & Birn (mientras que parecen rajar la superficie de mi Moleskine de doscientos gramos). Y puedo trabajar con acuarela de forma adecuada, siempre y cuando no aplique demasiada agua.
Esta es la primera página de mi Stillman & Birn. Iré compartiendo más dibujos e impresiones de este cuaderno en los próximos meses.
Si utilizas alguno, ¿cuál es tu cuaderno favorito?
Stillman & Birn. (2021). Acerca de Stillman & Birn. Visitada el lunes 25 de enero de 2021. ↩
Lo que ocurre se retransmite online —en directo—.
Los espectadores pueden interactuar y forman parte del evento.
Puedes producir tantas horas de contenido como le dediques.
Y después, puedes editar los vídeos, filtrarlos, censurarlos y subirlos de nuevo como segmentos independientes; en un formato mas digerible.
Pero editando se van las horas.
(Incluso con la ayuda de programas que utilizan machine learning, como Descript.)
Lo que saco de retransmitir en directo (y de otras formas de hablar en público) es que, con el tiempo, me voy sintiendo más cómodo y tengo mas facilidad para compartir contenido en bruto, sin tanta edición. Y eso es algo en lo que estoy trabajando.
P.D. Por si te lo perdiste, empecé a retransmitir en directo hace cuatro meses. Por ahora, los directos se centran en machine learning, pero tengo intención de grabar vídeos relacionados con la programación creativa, los podcasts, la escritura, el urban sketching y la automatización.
]]>Lo que nunca me ha gustado de la arquitectura es su lentitud. En proyectos grandes, suelen pasar años entre las fases de ideación, diseño y construcción. En intervenciones pequeñas —como modificaciones de uso o renovaciones— este proceso es rápido.
Eso es lo que me gusta de la programación; puedes formalizar ideas como prototipos en cuestión de minutos. Escribes el código, ejecutas el programa e interactúas con tus últimos cambios. Cuando se trata de sistemas sencillos e interactivos, puedes ver y utilizar sus funciones conforme programas desde los inicios de su desarrollo.
Por supuesto, no estoy diciendo que se puedan crear sistemas complejos en cuestión de minutos, sino que programar es un proceso dinámico con el que vas obteniendo 'feedback' conforme cambias el código. Mientras el desarrollo de grandes proyectos de software puede ser tan lento como algunos proyectos de arquitectura, las intervenciones arquitectónicas de pequeña escala pueden ser tan divertidas como hacer prototipos con código.
]]>Estos son los diez mas visitados (en orden descendente).
¿Qué hora es?, ¿Deberías buscar cantidad en lugar de calidad? y 600 días practicando están entre mis posts favoritos.
Si tuviese que elegir uno sería Los relatos son la clave—el cual convertí en un podcast.
¿Cuál ha sido tu relato favorito?
]]>Hemos tenido que hacer cuarentena, limitar nuestras reuniones y adaptarnos al toque de queda. También hemos reducido el turismo y los viajes a sitios cercanos. Estas no han sido las vacaciones a las que estamos acostumbrados —una sensación de miedo y ansiedad nos acompañan en las reuniones con amigos y familiares— y las restricciones locales hacen que pasemos las fechas importantes separados.
Este es mi último relato del año y quería dejar lo malo atrás y destacar las cosas buenas que me llevo del 2020.
A finales de 2019, publiqué Doce Uvas —una reflexión corta acerca de los 'hitos temporales' y los propósitos de año nuevo—. Unos meses después, compartí A Year of Transformation —un episodio del podcast con lo que aprendí y cambié durante 2019—.
Echo de menos viajar y reunirme cara a cara con la gente sin tener miedo de contagiarme o contagiar a otros.
En 2021, tanto empresas como individuos se beneficiarán de las habilidades que hemos adquirido para trabajar y colaborar virtualmente.1 Aun así, esperemos que todo vuelva a la normalidad.
Adiós al 2020.
¡Feliz año nuevo!
Durante la cuarentena, me compré una webcam 4K y un chroma verde para grabar y retransmitir charlas y tutoriales en YouTube. ↩
Malcolm Gladwell menciona repetidas veces la regla de las 10000 horas en Fuera de serie, que simboliza el tiempo requerido para llegar a ser experto en algo.1 Por supuesto, Gladwell no quería decir que ese número de horas te harán experto sin tener en cuenta el talento o la forma en la que practicas.
Por si no conoces el término 'práctica deliberada' (deliberate practice en inglés) fue Anders Ericsson quien lo acuñó en los noventa.2 Como explica Cal Newport en Deep Work, hay dos componentes que definen la práctica deliberada: «(1) tu atención se centra fuertemente en una habilidad concreta que tratas de mejorar o en una idea que quieres dominar; (2) recibes feedback que te permite corregir lo que haces mal y centrar tus esfuerzos en lo que tienes que mejorar».2
El tipo de trabajo que hacen los expertos es tan importante como el tiempo que le dedican; tienes que enfrentarte a los desafíos necesarios para mejorar tus habilidades.
En 2019, entrevisté a Scott H. Young, autor de Ultralearning, y hablamos de este tema. «Hay gran cantidad de investigaciones que muestran que la transferencia de habilidades de un dominio a otro es mucho más difícil de lo que la gente cree. La direccionalidad implica, esencialmente, que cuando estás aprendiendo algo tratas de enlazar tu aprendizaje al contexto en el que aplicarás esa habilidad. Si estás aprendiendo un idioma y quierer poder hablar, tienes que hablar; si estás aprendiendo a hablar en público porque quieres subirte al escenario y dar discursos, tienes que subirte al escenario y dar discursos».3
No voy a mejorar mi habilidad para dibujar retratos si paso gran parte de mi tiempo dibujando edificios y objetos; son dos tareas distintas. Algunas habilidades adquiridas al dibujar edificios —como identificar dónde hay luz y dónde hay sombra— pueden transferirse parcialmente para dibujar retratos, pero otras no —dibujar volúmenes en perspectiva tiene poco que ver con dibujar ojos, orejas o labios—. En sus propias palabras, «tienes que pensar en qué habilidades quieres obtener y cómo las vas a utilizar».4 Esa es la clave de la práctica 'directa', practicar haciendo exactamente lo que quieres mejorar.
Tras dos años practicando deliberadamente —lo que no significa que no estuviese practicando antes, solo que ahora lo hago con más constancia— veo que he mejorado. Me siento más cómodo escribiendo; más seguro y menos nervioso entrevistando a gente para mi podcast; y me resulta más fácil dibujar formas, luces y sombras. Paradójicamente, estas habilidades 'salen solas' conforme más practico.
La opinión de otros expertos te puede ayudar a descubrir tus puntos débiles para saber en qué habilidades tienes trabajar. ¿Qué quieres conseguir y cómo lo vas a utilizar? Esta pregunta de Young recalca la importancia de saber qué quieres conseguir para saber qué tienes que practicar antes de empezar.
Para mi, todo ronda alrededor de mejorar lo que hago e inspirar a los demás con el contenido que produzco. Actualmente, me he comprometido a escribir doscientas palabras, meditar diez minutos y dibujar algo del natural, a diario. Uso un 'habit tracker' para realizar un seguimiento de qué días hago cada cosa, intentando no 'romper la cadena'. Quiero asegurarme de que no me pierdo un solo día. En cuanto a la publicación de contenido, intento lanzar un episodio al mes, un sketch y relato a la semana, y un vídeo en directo a la semana.
«Cuando llega el momento de escribir, habrá días en los que no tendrás ganas de teclear. Pero dar la cara cuando no te apetece o no tienes más fuerzas es lo que diferencia al profesional del amateur."5 En Hábitos atómicos, James Clear destaca esta diferencia entre el pro y el amateur. «Los profesionales respetan las fechas de entrega; los amateurs dejan que la vida se interponga en su trabajo».5 Jocelyn K. Glei también define el profesionalismo en Manage Your Day-To-Day: «El profesional es el que continúa trabajando con esfuerzo y ética sin importar lo que esté pasando —para bien o para mal— a su alrededor o en su interior. Un profesional va a trabajar todos los días».6
Yo decidí formalizar —o profesionalizar— mis aficiones favoritas. Publicar mi trabajo online lo hace más real y tiendo a tomármelo como algo más serio. Incluso cuando no me apetece, se que crear el hábito es más importante que lo que escriba, dibuje o grabe un día concreto. Cuando no tengo tiempo para concentrarme, por ejemplo, medito en la ducha o dando un paseo, pero otros días me siento más de veinte minutos sin distracciones. Puede que dibuje en dos o tres minutos y escriba solo doscientas palabras en mis días más ocupados, pero de vez en cuando le dedico más tiempo a 'mis proyectos' y dibujo o escribo durante horas. Esto, en mi opinión, solo pasa cuando practico todos los días. El día que tengo tiempo estoy preparado para rendir al máximo.
Si has leído hasta aquí, te preguntarás cómo puedes incorporar estos principios a tu práctica diaria.
Como aprendí de mi 'coach', lo mejor es definir dónde te gustaría estar dentro de unos cuantos años, y hacer una lista de las habilidades que necesitas que desarrollar para alcanzarlo. Tu objetivo determinará el trabajo y los desafíos a los que enfrentarte.
Cultiva tus hábitos, practica a diario, presta atención a las pequeñas mejoras y disfruta. Puedes llegar lejos con diez mil horas de entrenamiento, pero lo importante es pasar esas horas practicando 'deliberadamente', aplicando tus habilidades como las quieres utilizar en el futuro.
Gladwell, Malcolm. Fuera de serie: Por qué unas personas tiene éxito y otras no. 1st ed., Versión Kindle, Taurus, 2011. ↩
Newport, Cal. Deep Work: Rules for Focused Success in a Distracted World. 1st ed., Versión Kindle, Grand Central Publishing, 2016. ↩ ↩
Martínez–Alonso, Nono. "Getting Simple." Scott Young: Ultralearning, How to Master Hard Skills, Outsmart the Competition, and Accelerate Your Career, 6 August, 2019. ↩
Young, Scott, y James Clear. Ultralearning: Aprende más y más rápido, alcanza tus objetivos y reinventa tu carrera profesional. Versión Kindle, Conecta, 2019. ↩
Clear, James. Hábitos atómicos: Cambios pequeños, resultados extraordinarios. Versión Kindle, Diana Editorial, 2018. ↩ ↩
99U, y Jocelyn Glei. Manage Your Day-to-Day: Build Your Routine, Find Your Focus, and Sharpen Your Creative Mind (99U). Versión Kindle, Amazon Publishing, 2013. ↩
Las grandes tecnológicas trabajan a contrarreloj en 'realidades' virtuales y aumentadas, experiencias inmersivas que buscan reducir las diferencias entre los encuentros físicos y su equivalente virtual. Facebook Horizon te permite 'explorar y crear' colaborativamente con avatares virtuales. Apple —que presuntamente está ingeniando las gafas de realidad aumentada del futuro al estilo Google Glass o Microsoft HoloLens— se prepara para liberar a la realidad aumentada de las limitaciones de los smartphones y las tablets. En estos entornos, las visualizaciones de alta definición invitan a tu mente a creer que todos los participantes estáis en la misma habitación, el feedback háptico te hace sentir que tocas ciertos objetos y, en un futuro próximo, ondas cerebrales podrían ayudarte a tener alucinaciones del resto, al puro estilo Black Mirror.
No sería mala idea para evitar contagios en esta y futuras epidemias y suplir nuestra necesidad de socializarnos.
Por ahora, nada supera a sentarse junto a alguien dándole la mano, aunque tengas que ponerte la mascarilla. Por supuesto, esto no siempre es posible.
Conforme estas tecnologías inmersivas mejoran, iremos utilizándolas y dependiendo de ellas cada vez más, reemplazando viajes de larga distancia, interacciones físicas de riesgo y nuestras mascarillas con reuniones virtuales y lentes inteligentes.
Mientras tanto, me recuerdo a mí mismo: Cuida lo que tienes y ten paciencia; tiempos mejores están por venir.
]]>Un cartel de «Cerrado por vacaciones» te aisla del trabajo durante los días festivos.
En estas fechas, el cartel de «ABIERTO» aleja a los trabajadores presenciales de sus seres queridos y distrae a los que trabajan remotamente, siempre en alerta por las posibles notificaciones.
En la era de internet, tienes la opción de hacer los deberes, programar las publicaciones, apagar las notificaciones y, simplemente, estar presente.
Esa es la paz mental de organizarse y automatizar.
]]>Supongo que soy vago.
Para mi, el borrador es divertido, pero editar algo para su publicación puede ser un trabajo duro.
Creo que se me da bien generar nuevas ideas y no paro de añadir borradores a mi lista de posts a editar.
A veces, en vez de trabajar en relatos que tengo escritos a medias, prefiero empezar de cero.
Aun así, se que no tengo escapatoria. ¡No tiene sentido publicar un borrador! Y obviamente los relatos a los que dedico más tiempo acaban siendo algunos de mis mejores relatos.
Lo importante es avanzar; Practicar a diario, lanzar un escrito cada martes y disfrutar de escribir y publicar, semana tras semana, con más facilidad.
En futuros posts, compartiré las herramientas y técnicas que me ayudan a escribir más y mejor, y los métodos de planificación con los que estoy experimentando para escribir y publicar mi relato semanal.
]]>Entre otras preguntas, un oyente de Sudáfrica me pregunto si, en mi camino al trabajo, escucho música o podcasts y por qué. Es curioso porque desde hace dos años trabajo desde casa y apenas tengo que desplazarme para trabajar.
Elegí esta como la primera pregunta para el podcast y disfruté contestándola en directo. El episodio saldrá pronto.
¿Qué opinas tú? ¿Prefieres escuchar música o podcasts?
Si quieres, puedes responder a este email, enviar una nota de voz, o hacer otra pregunta a través de gettingsimple.com/voice.
Me encantaría saber de ti.
]]>¿Qué puedo hacer? El tiempo corre.
]]>Tras pintar a mano treinta y dos latas de sopa, Warhol comenzó a utilizar la foto-serigrafía, una técnica de impresión empleada originalmente para la producción de anuncios3 que facilitó a Warhol y otros artistas la reproducción de obras de arte utilizando una malla de seda.
Warhol hizo las latas de sopa con pintura acrílica. Cada lienzo correspondían a una variedad de sopa Campbell's de los sesenta—.
La serigrafía agiliza la reproducción de una obra. Cuando la pantalla está lista, se aplican los colores uno a uno utilizando una rasqueta de goma para empujar la tinta a través del tejido de la malla4, a mano o automáticamente con una máquina.
«No creo que el arte deba ser para unos pocos privilegiados», decía Warhol, «creo que debería ser para la mayoría del pueblo americano».
Hoy en día podemos decir que esta visión es una realidad. Las grandes corporaciones y artesanos emplean gran cantidad de técnicas para automatizar lo que antaño se hacía a mano, produciendo bienes en masa, abaratando sus costes y unicidad a la vez que mejora su disponibilidad y en algunos casos su calidad. Puedes comprar La Noche Estrellada de Van Gogh lista para colgar en casa por venticuatro euros, mientras la pieza original se expone en el MoMA, el museo de arte moderno de Nueva York.
Contrario a sus palabras, Warhol creó arte para los privilegiados que podían pagarlo. En 2007, Large Campbell's Soup Can de 1964 se vendió por 7.4 millones de dólares, y Silver Car Crash se vendió por 105.4 millones en 2013.
Dejando la estética y el gusto a un lado, todo gira alrededor de la historia detrás de cada pieza.
¿Quién lo hizo, porqué y en qué contexto?
Andy Warhol. (n.d.). In Wikipedia. Retrieved November 9, 2020. ↩
Marilyn Diptych. (n.d.). In Wikipedia. Retrieved November 9, 2020. ↩
Campbell's Soup Cans. (n.d.). In MoMA Learning. Retrieved November 9, 2020. ↩
Screen printing. (n.d.). In Dick Blick Art Materials. Retrieved November 9, 2020. ↩
Dibujo y escribo a diario, y una vez a la semana publico en las redes un escrito junto a uno de mis sketches. Previamente escaneo y edito digitalmente el dibujo, depuro el escrito y lo traduzco al español. A continuación subo el dibujo y el relato a mi web y programo su publicación.
En la fecha de publicación tienen lugar una serie de eventos:
Primero, el relato aparece en mi feed RSS1 —un estándar de distribución de contenidos que permite a usuarios y aplicaciones recibir actualizaciones— que contiene todas mis publicaciones. El relato también aparece en la página principal de mi web, Nono.MA, y en la de sketches, Sketch.Nono.MA.
En la mañana del día de la publicación, una campaña de newsletter de Mailchimp accede a mi feed RSS en busca de nuevos contenidos. Si los hay, envía la versión española del relato por email a los suscriptores españoles. (La que estás leyendo ahora.) Más tarde, en la mañana de Estados Unidos, se envía la versión original del relato, en inglés.
El mismo feed es leído por Zapier, un servicio online que he configurado para compartir mi relato semanal en redes sociales, incluyendo Facebook, Instagram, Twitter, Tumblr y LinkedIn.
El post se comparte en dos páginas de Facebook, en dos cuentas de Instagram, en dos cuentas de Twitter, en una cuenta de Tumblr y en mi perfil de LinkedIn, y también se repostea en Twitter dos semanas después usando Buffer. Un servicio de procesado y optimización de imágenes llamado Imgix ajusta el tamaño de mi sketch para que se comparta en Instagram con proporciones cuadradas.
Hay dos pasos opcionales que hacen este proceso un poco más humano: compartir en Hacker News y compartir en mi muro de Facebook. (Ni la API de Hacker News ni la de Facebook permiten automatizar este paso.)
Para compartir cada relato empleaba entre diez y noventa minutos de mi tiempo.
Ahora solo tengo que supervisar que el sistema sigue funcionando y hacer pequeños cambios de vez en cuando.
Puedo centrarme en escribir y dibujar.
RSS es un acrónimo de RDF Site Summary o Really Simple Syndication. Es un formato basado en la sintáxis XML cuya primera versión fue lanzada hace veintiún años. Puedes ver el feed RSS de mis dibujos en nono.ma/sketch.xml (inglés) y nono.ma/es/sketch.xml (español). ↩
Te invito a preguntarme lo que quieras en relación a los temas de los que escribo en este newsletter y de los que hablo en el podcast, Getting Simple.
Visita gettingsimple.com/pregunta y pulsa grabar.
Me encantaría saber de ti.
]]>En 1995, Microsoft lanzó Windows 95 en formato CD-ROM y también como un pack de 13 o 26 disquetes para dar compatibilidad a ordenadores que no tenían lector de CD. El sistema operativo al completo pesaba entre 22 y 24 megabytes. ¡Cuatro veces menos de lo que ocupa Instagram en un iPhone!
El software solía venderse empaquetado en cajas grandes con precios que rondaban las decenas o cientos de euros. Los programas con "suerte" (los que podían permitírselo) actualizaban una vez cada varios años. Windows 95, por ejemplo, sacó varias actualizaciones y "parches" en 1996 y 1997, mientras Microsoft cocinaba Windows 98.
La transacción tenía lugar en una tienda física, donde comprábamos algo tangible.
El paquete Office —Microsoft Word, Excel y PowerPoint— se compraba en una caja y se instalaba en un ordenador con un CD. Cada vez que formateabas el ordenador o comprabas uno nuevo tenías que volver a esos CDs y reinstalar los programas. Office 2003. 2009. 2013. Estas actualizaciones introducían nuevos formatos de archivo que dejaban de funcionar con versiones anteriores.
Hoy en día compramos un teléfono con una serie de programas preinstalados y, al alcance de tus dedos, tienes una tienda de apps. Tras configurar tu método de pago puedes realizar una transacción tocando la pantalla, con tu huella dactilar o escaneando tu cara. La aplicación comienza a instalarse en el momento. Tal vez gratis, tal vez unos cuantos euros. En este mundo el software es más barato, pero se encarece conforme nos adentramos en el modelo de suscripción. No solo hay una tienda de aplicaciones en tu móvil, sino en tu navegador web, tu tablet, tu portátil e incluso en tu cámara de fotos o tu videoconsola.
A diario recibimos notificaciones de nuevas versiones de las apps que tenemos instaladas. Vivimos en una cultura de actualización constante en la que aplicaciones como Dropbox, Spotify o Uber sacan nuevas versiones semanalmente para asegurarse de que todo funciona correctamente.
Con cada versión, las aplicaciones pueden introducir nuevos fallos o bugs, pero fallos existentes se pueden enmendar rápidamente. Solíamos utilizar programas que funcionaban de la misma manera durante años, pero hoy tenemos software líquido —que no para de cambiar—. Y hay cientos versiones diferentes.
Si encontramos un bug hoy, esperamos que esté arreglado mañana con un "parche" o pequeña actualización. Necesitamos mantener nuestros sistemas al día para poder usar los programas con la última versión del sistema operativo, que de otro modo se quedan obsoletos.
Estamos en una era de actualización constante y no hay vuelta atrás. En el mundo de los dispositivos móviles, podrías dejar de actualizar y usar una serie de funciones fijas. Pero el mundo web es diferente. Cada vez que cargas una página web, el código puede haberse actualizado. Una nueva versión, lanzada hace unos solo segundos, se ejecuta en tu navegador. El botón rojo que usaste ayer para enviar un email puede cambiar de sitio, color o forma de un día para otro. Una función que te gusta mucho puede desaparecer de repente, y el molesto fallo que tenías ayer puede estar arreglado.
El software caduca.
Una alternativa sería utilizar sistemas propios, sistemas con un ritmo de actualización más lento o sistemas en los que la compatibilidad con versiones anteriores sea una prioridad.
Aun así, no parece que vayamos a volver a la actualización anual, al disquete o al CD.
Compact disc. Wikipedia. ↩
Me imagino que estarás de acuerdo conmigo en que, mientras el trabajo de los escribas era fundamental para la diseminación de conocimiento cuando no había impresoras, hoy en día no tiene sentido copiar documentos a mano.
La automatización altera la percepción de lo que hacemos y aumenta nuestra capacidad de producción, devaluando la labor de trabajo humana.
Cuando la tecnología lo permite, relegamos nuestro trabajo a sistemas automáticos que no requieren de intervención humana, mientras otras tareas —menos importantes pero difíciles de automatizar— tienden a ocupar gran parte de nuestro tiempo con trabajo manual.
Es fácil infravalorar los procesos automatizados cuando requieren poco esfuerzo. Un click y tienes acceso a millones de publicaciones online, libros y otros contenidos. Otro click y el libro se imprime, aparece en tu libro electrónico o te lo envían a casa.
Si puede automatizarse, se automatizará.
Aun así, es importante recordar que el tiempo de trabajo que requiere una tarea no siempre determina su importancia, y que el tiempo y esfuerzo necesario para llevar a cabo una tarea no solo depende de ella sino de la habilidad del trabajador.
Aunque tendamos a asignar demasiado peso a procesos que involucran trabajo manual, la importancia y necesidad de una tarea deben definirse al margen de las horas de trabajo que requiere y su complejidad.
Sin embargo, la dificultad y la habilidad requerida para completar un trabajo si que determinan cuanto te pagarán por llevarlo a cabo y, conforme se automatizan más y más procesos, más complicado será encontrar trabajos bien remunerados.
Esta tendencia a delegar procesos a las máquinas contribuye a la infravaloración del trabajo manual, excepto cuando el factor humano proporciona algo diferenciador que lo hace ser único.
]]>Sería difícil ganarse la vida de esta forma en la actualidad —reescribiendo libros a tinta—. Internet y las impresoras facilitan y abaratan el coste de reproducir textos y el envío de libros a domicilio.
Si viajásemos atrás en el tiempo y regalásemos una impresora a un escribano de la antigüedad, probablemente la quemaría. Me pregunto cómo cambiaría su vida si en lugar de quemarla decidiera usarla.
]]>Cosas que nunca habrían hecho así y que asumían que todo el mundo hacía de la misma forma.
¿Con qué nos sorprenderías tú?
]]>"Camus argumenta que la vida, esencialmente, no tiene sentido, aunque los seres humanos tratemos de imponer un orden a su existencia en busca de respuestas a preguntas que no podemos responder. Camus utiliza la leyenda griega de Sísifo, quien es condenado eternamente por los dioses a empujar, hasta lo alto de una colina, una piedra que cae una y otra vez al llegar a la cima, como una metáfora de la insistencia del individuo frente a lo absurdo de la vida."
En 2020, es fácil caer en esta trampa y repetir la misma rutina una y otra vez. Cada cierto tiempo, debemos pararnos a pensar. Meditar acerca del sentido de lo que hacemos y buscar la forma de salir de nuestro "bucle" para pasar más tiempo haciendo lo que nos hace felices. No hay necesidad de medir la productividad constantemente —algunas cosas debemos hacerlas por el mero hecho de hacerlas—. Esto es lo que, a mi parecer, ocurre en el mito de Sísifo, en el que un hombre es condenado a repetir una tarea inútil día tras día. Y yo me pregunto, ¿cuán diferente es nuestra rutina de trabajo diario de este castigo si tras las tareas de hoy hay simplemente más trabajo para mañana? La piedra vuelve a caer conforme nos acercamos a la cima.
"Según Camus, el primer paso que debe tomar el individuo es aceptar lo absurdo. Si al igual que para Sísifo el suicidio no es una respuesta plausible, la única alternativa es rebelarse, regocijándose en el acto de empujar la piedra colina arriba. La aceptación del desafío contra la derrota con alegría, argumenta Camus, ayuda al individuo a definirse y a forjar su identidad."1
En palabras de Cal Newport, "la clave en nuestro mundo altamente tecnológico […] es pasar mucho menos tiempo usando la tecnología". Pero independientemente de cuánta tecnología tengamos disponible, seguimos pasando gran parte de nuestro tiempo frente a la pantalla y constantemente probamos nuevas técnicas en busca de una vida mejor.
El año pasado, Daniel Natoli y yo trabajamos en Sisyphus, un cortometraje producido por Getting Simple y Peripheria Films basado en este mito griego que intenta retratar la repetición de nuestros días corriendo de un lado a otro, perseguidos por la prisa y la falta de tiempo.
Ha sido un placer trabajar con Daniel Natoli, Marina Díaz García y Pablo de la Ossa, y espero poder compartir con vosotros futuras colaboraciones pronto. Mientras tanto, te invito a seguir de cerca el trabajo de Peripheria Films.
Puedes ver Sisyphus online y escuchar la entrevista con su director —Daniel Natoli— en la que comparte su experiencia realizando este cortometraje.
Escuchar: Daniel Natoli — The Making of Sisyphus
The Editors of Encyclopaedia Britannica. (2020). The Myth of Sisyphus. Enciclopedia Britannica. Versión online. Visitado el 21 de septiembre de 2020. ↩ ↩
En sus propias palabras, la señal es la que desencadena que tu cerebro comience un comportamiento. El anhelo es la fuerza que nos motiva a realizar un hábito. La respuesta es ese hábito que realizas. Y la recompensa es el objetivo de cada hábito.1
Clear menciona que buscamos la recompensa porque nos satisface y nos enseña. Su estructura consiste en cuatro leyes para crear buenos hábitos que van de la mano con los cuatro pasos que mencioné anteriormente: hazlo obvio, hazlo atractivo, hazlo fácil y hazlo placentero.
Invirtiendo estas cuatro leyes para crear buenos hábitos, Clear establece cuatro leyes para también romper con los malos: hazlo invisible, hazlo desagradable, hazlo difícil y haz que no sea placentero.
Este texto es un fragmento de mi episodio de Hábitos Atómicos en el podcast de Getting Simple, en el que puedes aprender más acerca de cómo intento aplicar este método para mejorar mis hábitos.
Clear, James. How To Start New Habits That Actually Stick. Visitado el 14 de septiembre de 2020. ↩
Eric se acercó a ver que dibujaba. Chapurreaba inglés y pudimos comunicarnos con la ayuda de su padre. Ambos estaban fascinados con el pincel de agua que utilizo.
Eric me dijo su apodo —Dodo— cuando mencioné que me llamaba Nono.
Con una pegatina de Croquetilla en el pecho, Eric grabó un timelapse mientras yo dibujaba un avión de Air France.
En su propio cuaderno de dibujo, Eric dibujaba una cara en un intento de retratar a su padre —su dada— quien me enseñó algunos dibujos de Eric en el teléfono (entre ellos un personaje estilo Iron Man y una pistola que él mismo había diseñado).
Lei y algunos de sus amigos son arquitectos. Le dió pena oír que yo ya no ejercía como arquitecto.
]]>A veces me encanta el dibujo en blanco y negro, y me da miedo estropearlo con la acuarela aun sabiendo que el color añadirá otra dimensión a la historia que cuenta mi dibujo. Pero he estado practicando.
El estrés de colorear se desvanece conforme practico y el feedback positivo hace que coloree mis dibujos más a menudo, mejorando mi habilidad al mismo tiempo.
He escaneado algunos dibujos antes y después de colorearlos. Aparte de guardar una copia del dibujo sin y con color, este antes y después podría servirme para entrenar un algoritmo de inteligencia artificial que aprendiese a simular como coloreo mis dibujos.
Ese miedo a arruinar algo que está a medio hacer nos impide mejorar.
Venzamos a la resistencia.
]]>La próxima vez que visites una de estas webs como un acto reflejo te toparás con un muro —la página de acceso—.
Tendrás una segunda oportunidad para decidir si quieres visitar la web o continuar trabajando y volver más tarde.
Si eso no es suficiente, herramientas como Freedom o SelfControl permiten bloquear sitios webs y aplicaciones durante un período de tiempo concreto para limitar el uso de tus dispositivos a lo imprescindible para realizar tu trabajo.
]]>A pesar de los grandes esfuerzos de la ciencia por vencer a la muerte todos morimos tarde o temprano. Cierta sensación de permanencia nos engaña, invitándonos a pensar que lo que nos rodea estará ahí para siempre.
Hace unos veinticinco años me mudé con mi familia a la Casa Nueva. Entre otras plantas, había dos limoneros plantados cerca del porche. El año pasado me senté en el jardín a dibujar uno de ellos.
En las condiciones adecuadas, ciertas especies arbóreas viven durante siglos. Sin embargo, la media de edad de los árboles cítricos es de cincuenta años.
Pocos meses después de mi dibujo, el limonero se secó y lo cortamos. El césped cubre lo que queda de su tronco mientras su gemelo sigue vivo.
Cada día es una nueva oportunidad para darte cuenta de lo que tienes.
Nada es para siempre.
]]>Siempre fechadas, las ilustraciones evocan recuerdos de objetos, sitios o personas. Sin embargo, cuando las sacas de su contexto, pasan a ser ilustraciones atemporales, abstracciones platónicas.
El sinuoso camino hacia Korakonisi me lleva de paseo en coche por Zakynthos con Aziz y Mikela. No nos quedan mascarillas me transporta a la conversación con Sanjay desde París a Toronto en tiempos en los que pocas personas se protegían con ellas. Ojeando mis dibujos, mi silla Hatefjäll de IKEA me hizo pensar en la silla como concepto y no en un momento particular en el que la estuviese utilizando. ¿De qué color es? ¿Es cómoda? ¿Se puede ajustar?
Mientras los dibujos con contexto evocan recuerdos del lugar y tiempo en el que han sido dibujados, un dibujo sin él genera pensamientos sobre el objeto en sí y no del momento en el que lo has dibujado (excepto cuando este es representativo de un evento o momento específico).
Se puede conseguir un efecto similar documentando momentos concretos e ideas abstractas con otros medios.
No deja de sorprenderme la capacidad de los dibujos, textos, fotos, vídeos, notas de audio e incluso olores para reactivar nuestros recuerdos.
]]>Durante años, compruebo que llevo mi Móvil, Llaves y Cartera al salir de casa.
Desde hace poco utilizo Apple Pay para pagar con contactless y puedo dejar mi cartera en casa.
Tras el confinamiento me encuentro volviendo a abrir la puerta de la casa para un nuevo objeto que siempre se me olvida.
Móvil. Llaves. ¡Mascarilla!
¿Cuándo podremos dejar la mascarilla en casa?
]]>El dicho, «Aprendiz de todo, maestro de nada», se utiliza negativamente para referirse a quienes "tocan muchos palos" pero no se especializan en nada.
Hace poco hablé de este tema con Carmen Chamorro para un nuevo episodio de Getting Simple. Carmen es un claro ejemplo de lo que en inglés denominamos portfolio careerist —alguien que define su profesión a través de los proyectos y actividades que realiza y no por su formación—.
Hablamos de los beneficios de trabajar en múltiples campos, de compaginar intereses variados y de la forma en la que identificar un posible perfil renacentista podría influir positivamente en tu profesión.
Confía en tu naturaleza. Se tú misma. No tengas miedo. A todos se nos necesita y todos estamos aquí. El mundo está en equilibrio. Solo tenemos que encontrar nuestro sitio en el puzzle. Estás aquí con tu perfil para utilizarlo y ser auténtica. Confía en ti misma, acéptate y diviértete. —Carmen Chamorro
Escucha "De 9 a 5 a la Libertad, Un Camino Hacia Una Profesión Renacentista".
]]>Desde que empecé el podcast he tenido que preparar —a mano— varios textos para lanzar cada episodio en varias plataformas para podcasts (Apple Podcasts, Spotify, Overcast), en la web de Getting Simple y en el newsletter.
Cada texto tenía pequeñas variaciones y el proceso para asegurarme de que todo estaba bien tras sucesivas ediciones no era muy ameno. He lanzado docenas de episodios de esta forma.
Por fin he completado una ronda de actualizaciones del código de la web en las que he ido trabajando asiduamente los últimos meses para automatizar la mayoría del trabajo tedioso que requería lanzar un episodio nuevo, y también he hecho un nuevo diseño de la página de cada podcast y un reproductor de audio.1
En la web, tengo un campo de texto para cada elemento de las notas de cada episodio, incluyendo un resumen, una descripción, enlaces, la fecha de lanzamiento y la duración, entre otros.
Ahora puedo crear episodios nuevos fácilmente y previsualizar como se publicarán en las plataformas de podcast, en la web y en el newsletter, con la satisfacción de haber creado mi propio sistema.
Después de más de treinta episodios, la repetición del mismo proceso ha eliminado gran parte de la fricción para sacar nuevos episodios.
Aun así, nunca seré más rápido que un sistema automático que aparte de ahorrar tiempo reduce los posibles errores humanos.
El sistema facilita la organización de los episodios y me ayuda a centrarme en crear nuevos episodios, eliminando el estrés de buscar información en distintos sitios.
Tareas automatizadas como esta nos permiten desconectar y disfrutar de nuestro tiempo libre. Dejamos de actuar como máquinas.
La decisión de seguir trabajando o de ir a caminar en el tiempo recuperado es tuya.
Aunque el nuevo diseño funciona en móviles está optimizado para pantallas grandes. ↩
La automatización ahorra tiempo.
La organización ayuda a concentrarse.
La desconexión da vida.
]]>Piensa, por ejemplo, en un lápiz de grafito. Sirve para escribir o dibujar. Lo puedes afilar para obtener líneas finas o inclinarlo para dibujar con trazos anchos. Puedes escribir una carta o dibujar una casa o cualquier otra cosa. Puedes trazar líneas continuas o hacer puntillismo. Pero poco más.
Por otro lado, hay dispositivos como tu ordenador o tu teléfono móvil —que pueden hacer virtualmente cualquier cosa, dibujar, escribir e incluso programar tu despertador o enviar emails, pero dificultan el hecho de centrarse en una sola actividad—.
¿Cómo cambia tu forma de pensar cuando escribes con papel y lápiz en vez de escribir en tu portátil, cuando lees un libro físico en vez de leer en tu tableta, o cuando grabas notas de audio con una grabadora de mano en vez de utilizar tu móvil?
Vamos a averiguarlo.
Cada escrito de esta serie empleará un objeto (o una familia de objetos) como fuente de inspiración para compartir relatos y hechos en busca de la concentración en nuestra era de distracción.
]]>Por aquel entonces no tenía ni idea de que sería ese dibujo el que iniciase no solo mi primer cuaderno de una serie de cuadernos Moleskine A4, sino también la primera ilustración de mi newsletter de sketches (el 2 de julio de 2019).
Un año después, he publicado cincuenta y tres dibujos y relatos.
No te voy a mentir: no ha sido fácil.
Algunos escritos han sido rápidos de escribir, otros los he tenido que revisar y reescribir muchas veces.
En repetidas ocasiones he hablado de mi rutina, de mis hábitos diarios y acerca del proceso que llevo a cabo para sacar adelante este newsletter. Me preguntaba si me repetía demasiado, pero desde que leí el consejo de John Maeda el hecho de repetirme no me preocupa tanto. "Repetición, repetición, repetición. Funciona. Funciona. Funciona."
En estos textos intento compartir cosas que aprendo que puede que te inspiren tanto como a mí y contar relatos con un toque personal sin convertir mis publicaciones en un diario. Esto no es un manual de instrucciones, sino un experimento artístico y un ejercicio literario.
Aunque muchas de las entradas de mi diario son para mí, continuaré revisándolas y utilizando las decenas de borradores que aun no he publicado como inspiración para futuros relatos.
Me gustaría darte las GRACIAS por empujarme a seguir adelante de una forma u otra.
Además de escribir un relato en inglés y dibujar, escanear y editar su dibujo —cada martes— dudaba si traducir cada escrito al español. "Si no traduces tus relatos al español probablemente no los lea," me dijo un amigo. Como español que ha leído en inglés durante los últimos diez años, la traducción de estos posts me ha servido para mejorar mi escritura en español.
Algunos escritos incluso se han convertido en episodios de Getting Simple. (He grabado una versión extendida de Los relatos son la clave con clips de audio de las clases de Patrick Winston.)
Mi novia y mi madre me han apoyado, dándome feedback y ayudándome a corregir cosas que no sonaban demasiado bien en español.
Amigos han revisado borradores; han compartido sus ideas acerca del formato de las publicaciones y el diseño de la web; han señalado faltas de ortografía o simplemente han corregido mi inglés.
Muchos de vosotros habéis respondido a mis emails con ideas originales y puntos de vista muy sugerentes.
Gracias.
Feliz newsletteraño.
]]>Usar mascarilla.
Saludar con el codo.
Dar una charla desde el salón.
Jugar al distanciamiento social (modalidad dos metros) con desconocidos.
Quedarme en casa 45 días seguidos.
Recepción de paquetes modo astronauta con entrega mediante ascensor.
Estos son mis logros. ¿Cuáles son los tuyos?
]]>Esta forma de pensar parece ir en contra del eslogan de Getting Simple —Haz menos, mejor (Do less, better, en inglés)— pero en realidad no es así. Se trata de prestar atención a la información que te llega y a lo que produces.
Si te gusta hacer muchas cosas distintas, como me ocurre a mi, debes elegir en cada momento a qué quieres dedicar tu tiempo. Qué actividades quieres hacer, qué tipo de herramientas quieres utilizar, qué quieres crear y qué tipo de información quieres recibir.
No tienes que limitarte a una sola actividad, pero sí tienes que centrarte en una sola cosa en cada momento.
En mi caso (como ya sabrás si has leído mis escritos anteriores o has escuchado algún podcast) he elegido dibujar, escribir, grabar podcasts, programar y grabar vídeos para compartir lo que sé con la intención de inspirar a otros a crear o aprender.
Hay distintos tipos de proyectos en los que podemos trabajar a favor de la cantidad y no de la calidad y así, a veces, obtenemos resultados más originales. Un ejemplo lo tenemos en el cuaderno de sketches. Cuanto más dibujemos mayor es la probabilidad de mejorar y producir buenos dibujos.
En general, uno de cada diez dibujos, ideas, escritos o vídeos producidos por un principiante será bueno. La habilidad como escritor o dibujante determinará también el ratio de escritos o dibujos buenos o malos que se producen.
Ese ratio será más o menos alto según el campo de trabajo a que nos refiramos y según la experiencia. Los expertos consiguen bajar el ratio porque mejoran su habilidad. Aun así saben que siempre habrá algunas ideas malas entre las que generen.
Lo bueno es que, aparte de ir bajando el ratio de bueno-a-malo, la habilidad y la experiencia te permiten juzgar tus propias ideas para identificar las buenas y descartar las malas.
Creo que esta forma de pensar me ayuda a producir ideas mas originales.
Pruébalo.
Busca producir en cantidad.
Aprender a juzgar lo que está bien y lo que no está tan bien.
Solo entonces refina tus mejores ideas.
]]>Leyendo el último libro de Adam Grant, Originals, aprendí que numerosos artistas —como Picasso, Beethoven, Mozart o Shakespeare— crearon cientos de obras de arte (o incluso miles) que han sido olvidadas.
Escribo (al menos) doscientas palabras al día.
(Esta es la práctica que llevo a cabo para obtener fluidez y para "cumplir" día tras día.)
La clave está en no perder ni un solo día —reforzando mi hábito de escribir con un objetivo fácil que puedo completar en cuestión de minutos—.
Cuando está acabando el día y me doy cuenta de que todavía no he escrito, este ejercicio pasa a ser, inevitablemente, una obligación. Rápidamente plasmo las ideas que tal vez desarrollaré en el futuro.
Por el contrario, sienta estupendamente sobrepasar mi pequeña meta temprano por la mañana, con tiempo suficiente para desarrollar mis escritos.
Vamos a hacer números.
Doscientas palabras al día durante treinta días son 6000 palabras al mes.
Seis mil palabras al mes durante doce meses son 72000 palabras al año.
Es (más) fácil —sea lo que sea que escribas— encontrar algo para publicar entre miles y miles de palabras (que escribir algo desde cero).
Así que, en mis escritos diarios, busco cantidad en vez de calidad.
Selectivamente, reviso y refino antiguos borradores en un esfuerzo para publicar algo que merezca tu tiempo.
Y espero estar haciendo un buen trabajo.
En palabras de Grant, "Mucha gente no alcanza la originalidad porque generan pocas ideas y se obsesionan en refinarlas hasta la perfección".
En resumen: escribe, y escribe mucho.
Es más probable que encuentres buenas ideas cuando tienes muchas.
Grant, Adam M., and Sheryl Sandberg. Originals: How Non-Conformists Move the World. New York, New York: Viking, 2016. Kindle version. ↩
No es temporada alta. No es fin de semana. Pensé. Supongo que esto ya será siempre así.
Las calles estaban llenas de gente, entre ellos alguna gente de aquí y bastantes extranjeros, muchos de ellos turistas.
Hoy, caminando por la playa, con buena compañía, sintiendo el agua en mis pies, me ha sorprendido la cantidad de extranjeros que viven en Málaga o que han pasado aquí la cuarentena, en el paraíso.
Nunca había visto la costa tan llena de gente andando, montando en bicicleta, haciendo ejercicio o simplemente hablando con sus seres queridos, pasando la tarde en la calle y disfrutando del buen tiempo.
Es posible que no volvamos a ver algo así hasta que pase algo similar (o tal vez otro acontecimiento inesperado que no podemos ni imaginar).
Hasta entonces, te invito a disfrutar de tu ciudad actual.
Conoce como a ti y a otros locals os gusta explorar los sitios en los que vivís.
En Málaga, los días van siendo cada vez más largos y el hecho de que los clientes solo pueden consumir en las terrazas de los restaurantes hace que la ciudad parezca más viva que nunca, incluso más que cuando las cosas eran "normales".
Tengo suerte de estar donde estoy.
¡Hola, Junio!
]]>Cuando empecé, en julio de 2019, me comprometí a publicar un pequeño relato cada martes (en inglés y en español) en mi newsletter de dibujos.
Todavía me sigo sorprendiendo de la cantidad de palabras que he escrito y de todas las cosas que he dibujado este ultimo año.
Mi intención es encontrar momentos para centrarme en escribir y preparar los escritos con antelación, dándome tiempo para desarrollar mis ideas.
Pero bueno, aquí está el escrito de hoy.
No tengo una razón concreta por la que continuar a excepción de un compromiso conmigo mismo y una gran motivación para seguir mejorando mi habilidad para dibujar, escribir y compartir relatos.
Ayer compartí el sketch de la semana pasada en Hacker News.
El usuario sktrdie
preguntó, ¿Qué estoy mirando?
Arte, creo. maaark
respondió.
Y yo también creo que de eso se trata al fin y al cabo: una obra de arte.
El texto de la semana pasada era corto (tal vez algo vago). Mi intención era generar la sensación de que faltaba algo, dejarlo abierto a la interpretación.
En palabras de John Maeda, Tal vez esta es la diferencia fundamental entre el arte puro y el diseño puro. […] El mejor arte es el que te llena la cabeza de preguntas. 1
Maeda, John. The Laws of Simplicity. Cambridge, Mass: MIT Press, 2006. Kindle version. ↩
Me encanta el tono en el que está escrito —preciso a la vez que personal, gracioso y entretenido— y la forma en la que invita al lector, Te doy la bienvenida a esta experiencia creativa.
Lo escribió en, exactamente, 100 páginas.
Quería compartir contigo tres de sus diez leyes.
Ley 3. Tiempo. Ahorrar tiempo da sensación de sencillez.
Ley 4. Aprendizaje. El conocimiento hace que todo sea más sencillo.
Ley 7. Emoción. Más emociones son mejor que menos.
Maeda, John. The Laws of Simplicity. Cambridge, Mass: MIT Press, 2006. Kindle version. ↩
La puedes obtener de distintas fuentes —incluso de tu propia memoria— pero esta a veces nos juega una mala pasada.
A lo largo del día almacenamos los recuerdos en el hipocampo (una parte del cerebro donde se localiza la memoria temporal) y se transfieren a un dispositivo de almacenamiento de larga duración (el neocórtex) siempre y cuando durmamos bien por la noche. De hecho, la calidad de tu sueño determina en gran parte cuánto recordarás cuando seas mayor. 1
A veces, algunos de mis recuerdos se limitan a lo que está escrito en mis notas y pienso repetidamente que podría haber añadido un poco más de detalle.
Por eso prefiero escribir a diario.
Quiero saber más.
Conforme se me van olvidando cosas del pasado cada una de mis palabras escritas cobra más valor.
Hoy tienes otra oportunidad para recordar los pequeños detalles.
¿Cómo te sientes?
¿Qué plan tienes?
¿Desde dónde escribes?
¿Qué bolígrafo (o teclado) estás utilizando?
¿Qué llevas puesto?
¿Qué te preocupa?
¿Has dormido bien?
Walter, Matthew (2017). Por Qué Dormimos: La Nueva Cienca del Sueño, Penguin Random, Kindle version. ↩
Ito, Nacho y yo –liderados por mi padre– recorríamos diferentes rutas en Torre de Benagalbón, normalmente utilizando como punto de partida el Arroyo Santillán. El inicio siempre era igual: salíamos de casa y en pocos minutos estábamos a la entrada del arroyo para luego atravesar "El Chalet" (la antigua casa de veraneo de la familia de mi tío) para pasar por debajo de un pequeño puente de la N-340 dejando atrás el colegio "de las monjas".
En nuestra infancia, el paisaje no tardaba en convertirse en una ruta salvaje, dejando atrás la civilización nada más pasar el colegio encontrando únicamente pequeños asentamientos de granjeros y construcciones informales a lo largo del camino.
Hoy en día gran parte de la zona ha sido urbanizada. La ruta se ha convertido en un pequeño arroyo cercano a urbanizaciones construidas en los últimos veinte años.
Continuando nuestra ruta pasábamos cerca del campo de golf Añoreta (donde mi padre aun sigue jugando religiosamente cada semana1). Al adentrarnos en esta zona íbamos pendientes de encontrar pelotas de golf pero sabíamos que los que frecuentan la zona ya habrían hecho su ronda en búsqueda de pelotas más temprano. Aun así, la afluencia de bolas que salían despedidas del campo era constante y siempre conseguíamos recuperar alguna.
Nuestro destino cambiaba cada fin de semana y parábamos en un sitio diferente a comernos un bocadillo sentados en la hierba.2 Era mi padre el que llevaba las riendas y decidía qué camino seguir. Nunca he sabido realmente cómo conseguía orientarse. Supongo que no lo piensas mucho cuando es otro el que decide.
Allá donde íbamos, los orejones de albaricoque seco eran una constante. Tanto su olor como sabor activan mis recuerdos de estos viajes en bicicleta por los arroyos de Torre de Benagalbón.
A mi padre le encantan.
]]>Tres meses antes, el 7 de septiembre de 2016, asistí a lo que sería la primera de una serie de clases del curso de introducción a la inteligencia artificial de Winston —6.034— y me senté en primera fila de Huntington Hall2, aula 10-250, coloquialmente conocida como la "Diez Dos Cincuenta", situada justo debajo de la Gran Cúpula3 del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).
Algunos días, llegaba temprano y tenía la oportunidad de hablar con Patrick un poco antes de clase. ¿Cuál es la herramienta más peligrosa que has utilizado? Me preguntó un día. Silencio. No supe qué responder. Pensaba que un arquitecto habría usado herramientas. Continuó. Me alegré de saber que conocía mi nombre apenas unas semanas después del comienzo del curso. En retrospectiva, la mayoría de mis "herramientas" estos días son piezas virtuales de software.
En una de esas clases —como si fuese una frase de la serie de Jonathan Nolan y Lisa Joy, Westworld (2016)— Winston recalcó la importancia de la siguiente pregunta: ¿Puedes explicar por qué piensas eso?
Para Winston, que una máquina sea capaz de responder preguntas acerca de cómo y por qué ha llegado a una conclusion de forma parecida a como lo hacemos los humanos era tan importante, o incluso más, que la conclusión o la respuesta.
"Génesis proporciona avances para la compresión de relatos", lee la cabecera de el borrador de una publicación de Winston con Dylan Holmes, titulado El Manifesto de Génesis: Compresión de Relatos e Inteligencia Humana4, con fecha del 13 de diciembre de 2016, tan solo diez días después del episodio final de la serie de HBO. "Para comprender lo que hace a los humanos particularmente inteligentes, construimos modelos computacionales de cómo los humanos cuentan y entienden los relatos".
El papel de un sistema como Génesis sería el de estar encima de todas las demás tecnologías y hacer al sistema consciente de sí mismo. Génesis puede entender historias, responder preguntas, y —a diferencia de sistemas de inteligencia artificial estrechos5— razonar y explicar cómo llega a sus conclusiones.
Winston compartió una idea fascinante (y algo preocupante) en clase. Si no sabes cómo llega a una conclusión un programa, no puedes confiar en él. No puedes saber porqué comete errores. De hecho, raramente sabemos cómo funcionan las máquinas pero confiamos en ella por la comodidad que nos proporcionan.
Hace tres años, el 20 de abril de 2017, me reuní con Patrick para que oír su opinión acerca del proyecto en el que estaba trabajando en aquel momento, Suggestive Drawing6. Probó uno de mis primeros prototipos, una aplicación de dibujo en un iPad con el Apple Pencil.
Patrick dibujó estas dos flores.
Flores dibujadas a mano alzada por Patrick Henry Winston el 20 de abril de 2017 a las 15:28.
Unos segundos después, el sistema devolvió una predicción para cada uno de los dibujos utilizando un modelo generativo de machine learning que solo sabía de margaritas.
Predicciones generadas por Pix2Pix utilizando los dibujos de flores de Patrick como input con un model entrenado para aprender a generar textura de fotografía de margaritas a raíz de un dibujo a línea de una flor.
Predicción procesada con una máscara alfa.
¡Qué guay! Dijo Patrick. Hablamos del proyecto durante una media hora y me fui de su oficina en Stata Center.
Esa fue la última vez que lo vi.
Patrick falleció el 20 de julio de 2019. El acto conmemorativo7 que tuvo lugar en su memoria en octubre de 2019, refleja cómo Patrick influyó la vida de mucha gente de forma muy positiva. No solo como profesor o mentor, sino como alguien que amaba compartir la experiencia que había adquirido tras años de enseñanza.
Aunque me hubiese encantado poder oír más acerca de su forma de ver la vida, no tuve la oportunidad de entrevistarlo para uno de mis podcasts. Por suerte, Patrick contribuyó a lo largo de toda su vida con clases online, charlas y otros recursos de los que aprender.
Hay una frase de Patrick que se quedará conmigo durante toda la vida.
Los relatos son la clave.
Patrick Henry Winston (1943-2019) fue el Profesor Ford de Inteligencia Artificial e Ingeniería Informática en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Te invito a ver su charla Hello World, Hello MIT (2019) en la que puedes aprender acerca de su forma de ver la vida y sus contribuciones, y a Ver su clase 6.034 online. ↩
El aula 10-250 es una de los lugares de encuentro más populares del MIT. ↩
El día que dibujo esta vista fue cuando conocí a Pier Gustafson por primera vez. Apareció en su bicicleta a través de Killian Court, justo enfrente de este edificio del MIT, nombrado por el décimo presidente del MIT, James Rhyne Killian Jr. Pasaba por aquí de vez en cuando corriendo a lo largo del río Charles. Llevo queriendo publicar este sketch desde hace tiempo, de casualidad me decidí a prepararlo para este martes, y ha resultado ser justo tres años después de la última vez que estuve con Patrick. ↩
Winston, Patrick H. Holmes, Dylan. The Genesis Manifesto: Story Understanding and Human Intelligence. 2017. ↩
Como dice este artículo del blog de NVIDIA (20 de julio de 2016), "las inteligencias artificiales estrechas (o narrow, en inglés) son tecnologías que pueden realizar tareas tan bien, o incluso mejor, que los humanos". ↩
Suggestive Drawing Among Human and Artificial Intelligences (Mayo 2017) es mi tésis del máster del Harvard Graduate School of Design, en la que investigo el papel de machine learning en el diseño o, más concretamente, en el dibujo. ↩
El 29 de abril de 2020, los compañeros, estudiantes, amigos y conocidos de Patrick estaban invitados el PHWFest, una reunión para compartir recuerdos y experiencias, un evento que se ha tenido que posponer debido la situación del COVID-19 en Boston. ↩
La forma en la que vive y trabaja, la ropa que viste y la forma en la que diseña y programa me inspiraron a pensar en una palabra: minimalismo.
El minimalismo es la reducción de algo a sus elementos esenciales —eliminar lo superfluo y destacar sutilezas que, de otro modo, podrían pasar desapercibidas—. El resultado de esa reducción es lo que solemos describir como sencillez.
Paradójicamente, simplificar cualquier proceso, artefacto o concepto, es complejo. El minimalismo y la sencillez son difíciles de alcanzar. Nuestros ancestros nómadas podían llegar a un sitio, ponerlo patas arriba y, tras utilizarlo, irse a otro lado, empezando desde cero y dejando que la naturaleza lo pusiese todo en orden. Pero nosotros habitamos, día tras día, un mismo lugar.
Hoy en día el minimalismo se asocia con deshacerse de pertenencias y quedarse únicamente con las cosas que utilizamos y valoramos. Algo que no todo el mundo puede permitirse.
Como Pan me dijo en su episodio del podcast, cuando no tienes nada te aferras a lo que tienes por delante, ya que puedes perderlo en un instante. "Es un lujo poder elegir simplificar tu vida."
Si escuchas el episodio de Pan, presta atención al sonido de fondo. No solo escucharás a pájaros e insectos que van y vienen conforme se hace de noche sino palos de golf golpeando la bola, hojas que se mueven por el viento y autobuses. ↩
En ese universo paralelo, mi mes de marzo era un no parar.
Hace dos semanas (el día dieciséis de marzo en concreto) Daniel Natoli y yo hubiésemos presentado y proyectado Sisyphus en el nuevo Teatro del Soho de Antonio Banderas como parte del Festival de Cine de Málaga de 2020.
Hubiese dado una charla de Autodesk en Helsinki pero no volé.
Hubiese hablado en ALGOMAD Madrid pero no cogí ese tren.
Subiría el Macchu Picchu la semana que viene pero no me subiré a ese avión.
Sin embargo, me considero afortunado de poder continuar viviendo con un estilo de vida muy similar al que he llevado este último año: conecto mi portátil a una pantalla y programo durante horas, y después de comer conecto con un equipo de trabajadores remotos; dibujo y escribo y hago podcasts1 por la tarde; y repito este ritual, día tras día.
Por cierto, acabo de sacar un nuevo episodio de Getting Simple con Scott Mitchell en el que Scott salta en el tiempo para analizar su propia filosofía de vida basada en hacer experimentos, sus esfuerzos para eliminar la fricción creativa y su forma de ver la vida. ↩
Ninguno lo vimos venir. Era un problema ajeno visto desde la distancia a través de una pantalla al que pensábamos que solo Wuhan tendría que hacer frente. Apenas unas semanas después son más de 160 países luchando contra el virus.2
La cantidad de casos confirmados y el ratio de muertos a recuperados en cada país depende de su estrategia para identificar a ciudadanos infectados. Tengo curiosidad por saber si hay países que podrían haberse incorporado al mapa más temprano de haber empezado a hacer tests antes.
No solemos actuar hasta que algo nos afecta directamente a nosotros. Ya sea a nosotros como individuos, familia, país, o como mundo.
En este caso son los políticos los que dictan lo que tenemos que hacer —si nos quedamos en casa, si vamos a trabajar, o incluso si puedes ir a pasear a tu perro o a comprar el pan.
Lo único que nos queda es aplaudir, quejarnos y compartir los memes del momento, reírnos de la situación surrealista en la que vivimos al mismo tiempo que mucha gente sigue sin darse por aludida con estas normas.
Quédate en casa. ¡Podemos con esto!
Merece la pena echar un vistazo al trabajo que están realizando Kyle y sus alumnos en Berkeley entrenando modelos de machine learning que generar dibujos arquitectónicos. Puedes echar un vistazo en Drawn, Together. ↩
Aquí hay una animación de cómo el COVID-19 sigue expandiéndose. ↩
Ducharnos sin salpicar, manteniendo el calor dentro de la ducha, fue un momento de felicidad absoluta. Un pequeño lujo de seiscientos euros.
¿Pero por qué esperamos casi un año para comprar una mampara si la instalación únicamente tardó una hora?
No sabíamos exactamente lo que queríamos cuando nos mudamos. Evaluamos diferentes opciones durante meses para acabar cediendo a una idea que inicialmente no nos convencía —añadir una extensión opaca a uno de los muros del baño que, después de todo, no ha quedado nada mal—.
Farsighted1 es un libro sobre la toma de decisiones, el por qué tardamos en llevarlas a cabo y consejos de cómo llegar a la mejor elección en un mundo en el que nunca llegaremos a conocer la respuesta correcta, escrito por Steven Johnson.
Con experiencia, (algunas) decisiones se toman más rápido. Otras siempre llevarán más tiempo. Y otras nunca se llevarán a cabo.
En mi experiencia, he descubierto que lo que mejor me funciona es dejar que las cosas se asienten días, semanas o incluso meses y dejar que mi mente evalúe poco a poco las distintas posibilidades.
Aun así, no importa el tiempo que le dediques a una decisión, siempre te quedará la duda de si fue la elección correcta.
Cómo tomamos las decisiones que más importan en español. ↩
El mantenimiento del código es una labor de amor —sobre todo cuando tu software es de código libre y otros programas dependen de él—. La plataforma más conocida para compartir y encontrar código libre es GitHub. Las "estrellas" de cada proyecto —equivalentes a los likes de Instagram y Facebook en el mundo de la programación— suelen ser indicativas de si un repositorio de código sobrevivirá el transcurso del tiempo, ya que no solo representan el tamaño de la comunidad de cada proyecto sino la rapidez con la que se arreglará el código cuando se rompa.
]]>Mikela condujo desde Atenas hasta Zakynthos.
Con el mar mediterráneo enfrente, descendíamos por un sinuoso camino entre arbustos.
Habíamos alquilado un AirBnb en Drosia, la planta superior de una pequeña casa de dos plantas de una familia griega muy amable.
Todavía recuerdo la alegría que me entró al ver a Aziz y a Mikela aparecer. No los había visto desde nuestra última escapada juntos a las montañas nevadas de Nueva Inglaterra, donde fuimos a hacer snow y ski.
Esta vez, lejos de Cambridge, íbamos en bañador y con gafas de sol.
Dejé mi coche de alquiler en el AirBnb y fui con ellos en el coche de Mikela. Conforme nos aproximamos al mar a través de una carretera llena de baches, me empecé a marear levemente mientras intentaba capturar esta escena.
Finalmente, llegamos a la playa rocosa de Korakonisi y nos instalamos enfrente de un inmenso arco natural que recuerdo escalar hasta una pequeña caseta de madera con el capitán Gabour y Giorgos.
Nuestra única preocupación era tomar el sol, nadar, escalar y conversar.
¿Quién no volvería allí?
]]>Los chinos hicieron 3 billones de viajes en un período de cuarenta días alrededor del 25 de enero[cita], el año nuevo y, la última vez que lo comprobé, China había cerrado cinco ciudades diferentes incluyendo un total de más de veinte millones de personas (casi la mitad de la población española).2
Unos días después, el 27 de enero, Sanjay iba sentado a mi lado en un vuelo de París a Toronto. Venía desde la India a pasar cuatro semanas en Canadá con su hijo y llevaba puesta una mascarilla por prevención. Ese mismo día vi a otras dos personas con mascarilla conforme cambiaba de avión en Charles de Gaulle.
Volviendo a Dr. Guan Yi, viajaba con su equipo para identificar el germen que había originado el brote de Coronavirus1. Identificaron con éxito el Coronavirus que causó la epidemia del 2002–2003. Esta vez, cuando Dr. Guan llegó al mercado, donde muchas de las primeras infecciones tuvieron lugar, no encontró traza del virus. El gobierno lo había desinfectado eliminando toda evidencia.
Mientras escribo este texto, hay setenta y seis mil casos confirmados3. Me pregunto si hay algún otro virus que se haya seguido tan de cerca. Aun así, solo un 0.004% de las muertes han ocurrido fuera de China.
China se quedó sin mascarillas rápidamente y yo dejé de buscarlas en Brooklyn. Aunque los medios hacen su trabajo manteniéndonos alerta, los rumores dicen que China ha estado ocultando el número de infectados.
Lo que si puedo afirmar es que el Coronavirus está (o ha estado) en tu cabeza. No es solo un virus que se propaga sino una noticia viral.
Cuando visité Coronavirus Death Toll Climbs in China, and a Lockdown Widens (2020) en el New York Times, la alarmante cabecera leía "25 personas [han] muerto y más de 800 [han] enfermado por la misteriosa enfermedad." ↩ ↩
Puedes seguir los casos detectados en directo. Casos Globales de Coronavirus COVID-19 por Johns Hopkins CSSE. ↩
Hoy, cumplo treinta años.
Llevo vivo 10.957 días (1.565 semanas y dos días) y, pensándolo bien, puede que tenga sentido celebrar mi día 11.000 el 1 de abril de 2020. En 1990, cuando nací, mi hermana tenía 1.224 días. 1
¿Qué le dirías a tu "yo" de cuando tenías veinte años? Quería preguntarme esto hoy, como suelo hacerlo a otros en el podcast. A ver qué se me vino a la cabeza.
Es difícil encontrarle sentido a la vida, y muy fácil dejarse llevar por una cosa tras otra, a lo largo de muchos años —o incluso décadas— sin hacerte la pregunta más importante, así que yo continuaré preguntándome día tras día: ¿Qué quieres ser de mayor?
Como solía hacer antes con Wolfram Alpha, ahora puedes buscar en Google cuantos días hay entre dos fechas, como por ejemplo los días desde 1990-02-18 hasta hoy. ↩
Hace un año, cuando nos mudamos a nuestra nueva casa, fuimos comprando muebles poco a poco. Mientras esperamos que llegase la mesa, hacíamos picnics en el salón. Nos sentábamos en una manta grande y comíamos en el suelo. Lo hicimos porque tuvimos que esperar a que nos llegase la mesa pero los picnics eran divertidos.
Mas tarde compramos una mesa y cuatro sillas y dejamos de hacer picnics.
Me gusta probarme a mi mismo cambiando de sitio objetos y prestando atención a cuando es la próxima vez que vuelvo a utilizarlos. Guardo ciertas cosas en el armario y me llevo lo que no uso a menudo a mi antiguo cuarto en casa de mis padres.
Tras guardar (o esconder) ciertas cosas —incluso durante poco tiempo— te darás cuenta de lo esencial o no que son esas cosas para disfrutar tu vida, y también aprenderás formas alternativas de vivir sin ellas.
La mayoría tenemos una mesa, pero pocas veces comemos en el suelo.
]]>No es No puedo hacerlo sino No me he sentado a intentarlo.
No es Ojalá pudiese hacer eso sino Nunca he intentado hacer eso.
]]>En este pequeño texto te invito a que conozcas lo que pasa en tu cerebro cuando te topas con un anuncio —ya sea un anuncio en la televisión o en la web o una recomendación de tu mejor amigo—.
Escucha Getting Simple. Toma esta frase como ejemplo. Es una orden. Es una sugerencia que acabo de poner en tu mente para que escuches un podcast. Incluso si el podcast Getting Simple no existiese tu mente tiene que decidir si escucharlo o no.
El libro Pensar Rápido, Pensar Despacio1 —escrito por el psicólogo Daniel Kahneman, ganador del Premio Nobel de Economía en 2002— habla de un experimento en el que a una serie de sujetos se les enseña una imagen de los ojos de una persona aterrorizada durante menos de 2/100 de segundo, mientras se les hace un escáner cerebral. Los participantes no percibían la imagen pero su cerebro sí. "Evidentemente, una parte de su cerebro lo sabía: la amígdala", dice Kahneman. "Las imágenes del cerebro mostraban una fuerte respuesta de la amígdala a la fotografía amenazante que el espectador no había reconocido". 2
Los medios de comunicación —periódicos, radio, televisión, e incluso un amigo o tu blog favorito— nos muestran las noticias de última hora, los trending topics, así como nuevos productos y marcas que terminan ocupando espacio en nuestra cabeza. Incluso cuando no prestas atención la simple exposición hace que tu cerebro se familiarice, lentamente, con lo que ves y escuchas.
"La familiaridad se traduce en apreciación". Daniel Kahneman se refiere a este fenómeno como el efecto de exposición. "Palabras que has visto antes se hacen más fácil de ver de nuevo —puedes identificarlas mejor que otras palabras cuando son mostradas rápidamente o enmascaradas con ruido, y serás más veloz (por unas centésimas de segundo) en leerlas que en leer otras palabras—". 2
Si nunca antes habías leído Getting Simple, ahora sí lo has hecho. Y esta frase será un poco más fácil de procesar (y de gustarle) a tu cerebro la próxima vez que la veas. Por eso Netflix y HBO se empeñan en poner su logotipo y su característico sonido al inicio de cada capítulo. Tras ocho temporadas de Juego de Tronos, el sonido inicial de HBO te sonará inevitablemente familiar, y esta familiaridad enlaza todas nuestras experiencias viendo películas y series en HBO, por ejemplo. Si al igual que yo te sientes reflejado, esto es lo que debemos sentir cuando empezamos a ver algo en Netflix. No sabes exactamente qué es pero tu cerebro está contento.
Sería ingenuo pensar que podemos ignorar completamente la publicidad. Aunque a veces no llegues a ser consciente de ello, cada mención, cada sugerencia y cada recomendación que se nos pone por delante altera levemente la percepción que tiene nuestro cerebro de aquello de lo que se esté hablando.
Conozco este libro a gracias a Adam Menges, y te lo recomiendo mucho. ↩
Kahneman, Daniel. Thinking, Fast and Slow. New York: Farrar, Straus and Giroux, 2011. Kindle edition. ↩ ↩
Una de las cosas que escasea hoy en día es la batería. Los teléfonos de última generación pueden estar encendidos durante uno o dos días con una carga completa pero eso tampoco dura mucho, ya que la vida de las baterías de litio se va reduciendo poco a poco con el tiempo.
Esto hace que las baterías portátiles sean muy útiles, cargando tu móvil unas cuantas veces y eliminando la necesidad de ahorrar batería. Sin este cargador portátil, el hecho de tener poca batería era una oportunidad para utilizar menos el móvil cuando estás en la calle por si lo necesitas más tarde, o simplemente para dejar de usarlo cuando la batería se acaba.
El último recurso que nos queda es nuestro tiempo y, si no tienes cuidado, tu teléfono también podría agotarlo por completo.
]]>¿Pero cómo debemos decidir cuánto desvelar?
Para mí, ser auténtico se trata de aprender quien soy al mismo tiempo que comparto mi visión del mundo contigo, así como cosas que he aprendido que merezcan la pena ver, leer o escuchar.
Trucos, consejos, y formas de hacer o pensar.
Desde cómo escribo, edito un podcast o dibujo un árbol hasta qué pienso acerca de los patinetes eléctricos o redescubrir el pasado.
]]>Un regalo requería un esfuerzo creativo: conocer a la otra persona y descubrir sus gustos e intereses.
El centro comercial, el outlet, la tienda online y la búsqueda en Google facilitan que encontremos qué queremos y dónde comprarlo.
La tecnología y los comercios hacen que regalar hoy en día sea más cómodo y accesible.
Pero es posible que ese esfuerzo extra (que parece estar desapareciendo) fuese lo que hacía el intercambio algo especial, algo más humano.
Es más difícil que nunca sorprenderte. Y se trata principalmente de eso, de la sorpresa.
]]>Estemos donde estemos, nos tomaremos nuestras doce uvas.
El comienzo del año es uno de los 'hitos temporales' más importantes, un momento en el que adoptar hábitos positivos nos resulta mas sencillo que en otras fechas. Dejaré de fumar. Comeré mejor. Haré ejercicio regularmente. Cada uno pone sus propias metas y lucha su propia batalla. Podemos iniciar un nuevo hábito en cualquier momento pero parece ser que el empujón de fechas significativas nos lo pone más fácil.
Como menciona The Fresh Start Effect —El Efecto de Empezar de Cero en español—, un paper publicado por Hengchen Dai, Katherine Milkman y Jason Riis de la Universidad de Pensilvania, «la popularidad de los propósitos de año nuevo sugiere que nos es más fácil cumplir nuestros objetivos inmediatamente después del comienzo de ciertos hitos temporales». Resulta que es más probable que cumplamos nuestros propósitos si aprovechamos el empujón del inicio de la semana, mes o año, o incluso un día festivo o el día de nuestro cumpleaños para comenzar. Estos hitos temporales demarcan el paso del tiempo y nos permiten asociar comportamientos no deseados del pasado a un período anterior, motivándonos a la adopción de comportamientos positivos, «actividades que ayudan a la gente a conseguir sus deseos y metas personales». 1
Los hitos temporales —ya sea el año nuevo, el final de las vacaciones o tu cumpleaños— nos presentan oportunidades para empezar de cero y perseguir nuevas metas al establecer un marco temporal que te separa de tus intentos fallidos. 2
¿Cómo puedo probar este método? Establece tu propio 'hito temporal' con antelación y utilízalo como punto de partida para mejorar distintos aspectos de tu vida.
Feliz año nuevo. 🍾
Gracias por estar ahí.
¿Cuáles son tus metas para el 2020?
Dai, H., Milkman, K. L., & Riis, J. (2014). The Fresh Start Effect: Temporal Landmarks Motivate Aspirational Behavior. Management Science, 60(10), 2563–2582. ↩
Dai, H., Milkman, K. L., & Riis, J. (2015). Put Your Imperfections Behind You: Temporal Landmarks Spur Goal Initiation When They Signal New Beginnings. Psychological Science, 26(12), 1927–1936. ↩
Se acerca el fin de año y quería desearte una feliz Navidad.
Espero que tengas tiempo para descansar y empezar el 2020 con fuerzas.
]]>El propósito del manual es decirte cómo usar y montar un nuevo dispositivo —la función de todos y cada uno de los botones o el lugar de cada tuerca y cada tornillo—.
Una grabadora de mano, por ejemplo, trae un libro —un manual— con instrucciones detalladas de cómo usarla; los LEGO y los muebles de IKEA traen instrucciones meticulosas que explican paso a paso como unir cada una de sus piezas. Sin estas instrucciones podremos conseguir formas ingeniosas y originales, pero no llegar a montar la estantería o el juguete que compramos.
Por muy familiarizado que estés con las grabadoras de mano, es improbable que descubras todas las funciones con las que está equipada tu nueva grabadora sin ojear el manual.
La guía aconseja y ayuda en un proceso pero no proporciona instrucciones detalladas. No hay una serie de pasos a seguir sino una serie de consejos, recomendaciones e ideas de las que aprender.
Las guías orientan al turista en un país extranjero, introducen al newbie a una actividad nueva y educan al amateur con conocimiento esotérico.
Está bien seguir el manual cuando la ecuación requiere precisión y exactitud (y no quieres que se te caiga la estantería encima) pero no hay necesidad de estar limitado por una serie de pasos exactos en tu día a día.
¿Con qué guía te orientas y qué manual sigues?
]]>Todos tenemos esos planes que queremos hacer, sitios que visitar y proyectos en los que trabajar. De lunes a viernes, el trabajo es imperativo. Sin embargo, una fiebre cualquiera puede librarte de ir a trabajar. La enfermedad más tonta hace prescindible lo esencial.
He pasado muchas horas en la cama en los últimos dos días, y encontrar tiempo para escribir este texto no ha sido una tarea fácil. Estos son los días en lo que aprecio aún más los momentos en los que estoy bien, cuando puedo elegir que hacer en vez de estar tumbado en la cama.
]]>Llevaba puesta una chaqueta Columbia, mi Buff, unos buenos guantes, mallas térmicas y el casco. Hacía entre dos y cuatro grados centígrados pero el camino en bicicleta empeoró aun más la sensación de frío.
Llegué a Petsi Pies con veinte minutos de antelación, até mi bici a un árbol y me senté en la acera. Con mi cuaderno en la mano y quitándome los guantes, empecé a dibujar en un Moleskine de bolsillo, retratando una casa al lado de la cual me encontraría un pavo salvaje andando libremente por la calle unas semanas después —una escena típica de Cambridge que puedes ver buscando turkey cambridge massachusetts en Google imágenes o YouTube—.
]]>"Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar", dice un antiguo proverbio.1 Determinar un lugar para cada una de tus pertenencias y devolverlas allí una vez has terminado de utilizarlas hace que sea más fácil encontrarlas en el futuro, pero tener todo organizado es complicado. Como primer paso, podemos centrarnos en buscarle un sitio a las cosas que más usamos.
Cuando llevas el móvil en el bolsillo estás creando un "atajo". Es más sencillo sacarlo del bolsillo que sacarlo de tu bolso o tu mochila. Cada vez que lo cojas será más fácil y lo utilizarás más.
Yo uso el bolsillo pequeño de los vaqueros para mis llaves de casa (el bolsillo que fue creado para que los hombres llevasen sus relojes de mano y que solemos usar para guardar las monedillas que nos devuelven al pagar la compra); en mi bolsillo izquierdo llevo el móvil; y en el bolsillo derecho llevo mi cartera y mis AirPods.
Lo hago de forma automática y sé dónde encontrar cada cosa. Y mientras más accesibles, más cómodos de utilizar. Puedes incluso hacer copias de algunas de estas cosas para poder acceder a ellas desde varios sitios diferentes. No te vas a comprar dos teléfonos pero es fácil hacer una copia de tus llaves, por ejemplo.
Por esta razón el atajo digital –el acceso directo– es increíble. En teoría, puedes crear infinitas copias de tus archivos de manera gratuita, distribuir tu contenido más preciado en múltiples dispositivos, carpetas y en la nube, y compartir una copia con tus amigos y compañeros de trabajo.
¿Qué llevas en los bolsillos?
]]>El proceso creativo es desordenado. Puedes dibujar con la mano o trabajar en el ordenador, copiar y pegar archivos e imágenes o apuntar algo en un trozo de papel. Tu escritorio físico y virtual se van llenando de archivos, hojas, y herramientas.
Parte de nuestro trabajo acabará inevitablemente en la papelera o archivado en una carpeta. Lo que vas descartando es fundamental para terminar tu trabajo y una posible fuente de inspiración para futuros proyectos, aunque no formen parte del resultado final.
Necesitamos las primeras pruebas rápidas y sucias tanto como el prototipo refinado y cuidadoso. El borrador y la revisión. La creatividad es un proceso caótico en el que no hay lugar para el orden. La atención se centra en crear. Pero podemos ahorrar tiempo al terminar si vamos organizando y limpiando conforme trabajamos. Por ejemplo, ir guardando las distintas versiones de tus archivos en un lugar concreto evita que tengas que perder tiempo buscándoles un sitio al terminar de trabajar, del mismo modo que tener una papelera justo debajo de tu mesa te permite ir tirando cosas conforme ves que no las necesitas.
La entrega –el archivo final final— es perfecta. Escondemos lo malo y dejamos el impreso final encima de la mesa, sin nada más.
Pero, ¿A quién le importa tu proceso de trabajo? A ti y con suerte a alguien más. Solemos sobrevalorar cómo hacemos nuestro trabajo ya que requiere un gran esfuerzo, pero la gente quiere ver el producto final. Quiénes se interesan por cómo lo hiciste son aquellos a los que les gustaría replicar tu proceso creativo (y a algún que otro curioso). Para ellos, tu flujo de trabajo –los pasos que te han hecho llegar hasta aquí– son útiles y didácticos o sencillamente algo interesante sobre lo que aprender.
]]>Hoy en día podemos ver la hora en todas partes, sincronizada en todo el mundo, y los instrumentos que utilizamos para medir e indicar el tiempo han avanzado mucho.
Colgamos relojes en la pared y llevamos relojes de pulsera, y con la llegada de los dispositivos digitales la hora se ha convertido en una función mas de nuestras pantallas. Rara vez preguntamos la hora, la llevamos en el bolsillo y está presente en nuestra pantalla de ordenador.
Yo sigo guardando los relojes de mi infancia como recuerdo; un Flik Flak azul y amarillo, un Casio F-91W, y un reloj que podía aprender comandos y controlar dispositivos con infrarrojos, el Casio CMD-40.
Cuando tuve mi primer teléfono Nokia, dejé de llevar reloj. En 2008, compré mi primer iPod touch y, en 2015, mi primer y único smartphone, un iPhone 6. Recuerdo cierta felicidad al pensar que no tenía que llevar un reloj para saber la hora. Pero estos dispositivos inteligentes son capaces de hacer mucho más que decirnos la hora, y acabamos dependiendo mucho en ellos. Mirar la hora rápidamente te expone a notificaciones que te piden que respondas un mensaje, veas un meme, o simplemente te recuerdan tu próxima cita. Algo que puede ser útil, pero que frecuentemente acaba siendo una simple distracción.
Por esto, hace unos meses, decidí volver a llevar el clásico reloj japonés que tenía cuando era pequeño –el Casio F-91W– para evitar depender de mi iPhone para saber la hora, poner mi despertador o utilizar el cronómetro. Lo recibí a los pocos días de comprarlo en Amazon por 10.60 euros.
¿Y por qué te cuento esto? Porque este dispositivo unitarea me ayuda a perder menos el tiempo utilizando el móvil cuando simplemente quería saber la hora o poner un cronómetro.
En un tiempo en que nuestros gadgets no dejan de aprender a hacer más y más cosas, el uso consciente de dispositivos unitarea –dispositivos que solo hacen una cosa, pero la hacen muy bien– te puede ayudar a concentrarte mejor en lo que sea que quieres hacer.
Por ejemplo, escribir en una libreta o dibujar en un cuaderno (en lugar de utilizar una app en tu móvil) son formas fáciles de aislarte del mundo digital para centrarte profundamente en lo que estás haciendo.
Si quieres estar más presente en el momento, puede que encontrar la respuesta a ¿Qué hora es? o ser capaz de anotar o dibujar algo sin depender de tu teléfono sea una buena estrategia.
Si tú también haces algo similar para huir temporalmente de la pantalla y concentrarte mejor, cuéntamelo respondiendo a este email. Me encantaría saber cómo y por qué. =)
R.T Balmer, The invention of the sand clock, Endeavour, Volume 3, Issue 3, 1979, Pages 118-122, ISSN 0160-9327. ↩
Cada cuaderno es único. Un conjunto de hojas unidas a un momento concreto de tu vida, cargadas con recuerdos que hablan de dónde lo llevaste y de cuándo dibujaste lo que hay dentro. Un objeto muy personal, valioso e irremplazable.
A menudo –y he oído a otros decir lo mismo– me da más miedo perder mi cuaderno que perder mi portátil o mi móvil. Me aseguro de tener una copia de seguridad en la nube y de escanear y editar cuidadosamente mis dibujos, pero la experiencia digital no es comparable a la física. Sentir la textura del papel con los dedos, observar los tonos de color y pasar las páginas con tus manos hacen que ojear un sketchbook al natural sea una experiencia muy especial.
Fue entre el 7 de abril y el 10 de julio de 2019 (en un período de noventa y cuatro días) cuando completé mi primer cuaderno de acuarelas Moleskine en tamaño A4, apaisado, con sesenta páginas, y estoy a punto de terminar el segundo.
Esa mañana de domingo, mi madre y yo estábamos sentados en la Wellcome Gallery del Museo Británico con un cuaderno nuevo dibujando a nuestro amigo robado, al que puede que ya conozcas de la primera pequeña historia con la que empezó todo.
Desde entonces, llevamos estos cuadernos allá a donde vamos, capturando nuestro propio viaje al mismo que tiempo que nuestros caminos se van alejando y acercando, intermitentemente.
]]>Una inmensa cantidad de bienes se producen, empaquetan y envían alrededor del mundo para que los compremos y los consumamos localmente. No importa la distancia ni que temporada del año sea, probablemente puedas conseguirlo, y una gran parte termina en la basura sin haber sido usado –¿cómo viviríamos sin kiwis?–.
Una serie de decisiones individuales –por ejemplo, buscar una papelera en lugar de tirar algo al suelo o reutilizar una bolsa de plástico en vez de irte al supermercado con las manos vacías– dependen de ti. Esto es lo que hago.
Otras decisiones, tal vez más influyentes –como prohibir o no las bolsas de plástico o cuanta emisión de dióxido de carbono es demasiada– dependen de tu comunidad, tu ciudad, tu país e incluso del mundo entero. Así es como hacemos las cosas.
Soy algo escéptico respecto a la repercusión de nuestras decisiones como consumidores. Estamos al final de una cadena de decisiones en la que nos han hecho pensar que podemos cambiar el mundo. Y sí, "las personas suficientemente locas para pensar que pueden cambiar el mundo [puede que sean] las que lo acaban cambiado",2 pero eso también conlleva trabajo en grandes organizaciones y no solo una transformación personal. Bring your own bag dot com, por ejemplo, alardea de haber evitado que 12,500,000,000 bolsas de plástico acabasen en el vertedero. Parece que han convencido a billones de personas y empresas a que usen sus bolsas reutilizables.
Aunque los gobiernos y las grandes empresas establecen qué y cómo se produce, así como dónde se exporta para que se consuma, en ciertas ocasiones nuestras acciones también influyen. Las marcas adaptan su producción y su marketing acorde a las tendencias que decidimos adoptar. Un ejemplo es el veganismo. Un fenómeno global que se está extendiendo rápidamente, en mi opinión, gracias al empeño de organizaciones e influencers de promoverlo como un movimiento positivo para el planeta que, además, puede ser un hábito saludable si se lleva a cabo de forma correcta.3 Como resultado de esta adopción individual (pero en masa) se están extendiendo los restaurantes veganos y están apareciendo empresas centradas en producir comida vegana.
Siempre que pueda, me llevaré mi propia bolsa para hacer la compra, pero no estoy totalmente convencido del efecto de mis pequeñas acciones mientras miles y miles de patitos de goma se exportan desde China a cada esquina del mundo.
Aproximadamente, 60 billones de kilos que suponen 161 billones de dólares en comida en 2010. (Lée más en USDA). ↩
La cita original, que parece ser de Rob Siltanen, dice así en inglés. “Here's to the crazy ones. The misfits. The rebels. The troublemakers. The round pegs in the square holes. The ones who see things differently. They're not fond of rules. And they have no respect for the status quo. You can quote them, disagree with them, glorify or vilify them. About the only thing you can't do is ignore them. Because they change things. They push the human race forward. And while some may see them as the crazy ones, we see genius. Because the people who are crazy enough to think they can change the world, are the ones who do.” ↩
No es fácil hacerse vegano y reemplazar las proteínas y nutrientes que tu cuerpo obtenía de otra forma. ↩
La mente es experta en alterar nuestros recuerdos y experiencias del pasado. Disfruto leyendo notas de mi diario de hace semanas, meses o incluso años atrás, y toparme –repetidamente– con pensamientos que no recordaba, pero que puedo revivir gracias a haberlos capturado a tiempo.
Me encanta la sugerencia de Laura Vanderkam de ser agradecidos cada semana al menos durante unos minutos. "Cosas una vez inciertas parecen ser, en retrospectiva, inevitables. Sin embargo, puedes elegir reavivar la alegría que sentiste al ascender en tu trabajo o al firmar un contrato para grabar tu disco. Sencillamente, recuérdate a ti misma donde estabas y dónde estás ahora, y el abismo que hay entre esos dos momentos, tan extenso como el océano azul."1
La cita original, en inglés, dice así. "Things that were once uncertain seem, in retrospect, to be inevitable. You can choose, however, to rekindle some of the joy you felt after winning that promotion or landing that record deal. Simply remind yourself of where you once were, and where you are now, and the gulf between them that’s as wide as the ocean blue." ↩
Había estado aprendiendo a programar en Go todo el día y necesitaba un descanso. Lo primero que se me pasó por la cabeza fue ir a darme un paseo y dibujar al aire libre pero no me apetecía congelarme, así que decidí dibujar la misma casa que mi madre había dibujado seis meses antes desde mi ventana. No me había dado cuenta de la cantidad de cables que había en mi calle hasta que los dibujé.
Escribí estas palabras la mañana del 2 de febrero de 2017, justo antes de dibujar esta vista desde mi cuarto. Un año y medio antes, en agosto de 2015, llegué a lo que sería nuestro piso de estudiantes en calle Clary número 8, en Cambridge, Massachusetts.
Mi habitación era un estudio muy amplio y luminoso que en realidad tendría que haber sido nuestra sala de estar, uno de los sitios más especiales en los que he vivido que se convertiría en mi hogar durante los tres próximos inviernos. Aquí he pasado miles de horas meditando, embobado mirando por la ventana, hablando por teléfono, o trabajando en mi escritorio –un tablón de cocina de IKEA de dos metros y medio terminado en haya apoyado en dos caballetes negros.
Mirando por la ventana, he visto a mi novia, familia y amigos –incluyendo mis compañeros de piso e invitados del podcast– llegar a casa; mi bici enganchada a las señales de tráfico; paseantes andando en calle Prospect; y la nieve cubriendo las calles de blanco en invierno.
Capturé mi habitación y algunas otras partes de Cambridge poco antes de mi partida con fotos panorámicas de 360 grados de realidad virtual que veo de vez en cuando con un Google cardboard. Me sigue sorprendiendo el poder de estas escenas de realidad virtual -que incluyen sonido e imagen– para llevarme de vuelta a Cambridge. Aunque sea solo durante un segundo, me engañan, haciéndome creer que sigo allí; pedaleando a clase desde Clary St a Harvard y desde allí a MIT, yendo a trabajar a Boston Seaport, o simplemente quedando con mis amigos para cenar. Buenos recuerdos.
No estoy seguro de cuántas veces miré por esa ventana pero ver estos dibujos me da alegría.
]]>Aunque recuerdo tener gorras de pequeño, no era muy fan de llevar gorra en mi adolescencia, probablemente porque siempre llevaba el pelo corto y no me gustaba cómo me quedaban. Fue cuando empecé a dejarme los rizos crecer –y encontré esta gorra– cuando empecé a llevar gorra.
"Tri State Tank West, Inc. Sacramento, CA", dice la gorra. Es una Calhead style #92 hecha de algodón y poliéster en Taiwan por California Headwear (Calhead), 661 Rio St. Los Ángeles, California, 90023.1
Buscando referencias de California Headwear y su estilo número 92 he encontrado gorras parecidas, también de Calhead, que se venden como gorras vintage en webs como eBay. Air Space America 88, Jack Daniels, Iowa Rose Bowl 1991, Ross for boss 1992, Chip, Dole Hawaii. Buscando Tri-State Tank West en Google encontré dos gorras del mismo diseño pero distinto color –en rojo y en blanco– que también se vendían en eBay. ¿Su precio? 41,41 y 51,97 dólares.
Desde que me la compré, esta ha sido mi gorra. Me la he puesto en días de sol y en días nublados, no solo cuando vivía en Raleigh sino en viajes por todo el mundo en Australia, Londres, España, Grecia, Cambridge y muchos otros sitios. (También la llevaba en este vídeo.)
Ahora mismo la tengo conmigo en San Francisco, California. Tras ocho años, se va deteriorando. Puede que vaya siendo hora de comprarme una nueva.
Tri-State Tank West, Inc. parece ser una empresa de tanques para camiones fundada en los ochenta. Puedes ver algunos de sus productos de merchandising online—incluyendo llaveros. California Headwear es la empresa que les fabricó las gorras. ↩
Un zine es una autopublicación –una edición de autor– con texto e imágenes originales (o de otras personas) para su distribución. En diciembre de 2018, me compré una impresora láser de documentos en blanco y negro, a doble cara y de tamaño A4, y una grapadora de gran formato para producir zines tamaño A5 en casa.2 Puedes imprimir en hojas de papel normal o, como me está gustando últimamente, en papel reciclado de ochenta gramos, que junto a la tipografía y diseño correctos tienen un estilo muy similar a los libros de bolsillo.
Hace miles de años –mucho antes de la invención de la imprenta– las civilizaciones antiguas utilizaban sellos y presas para reproducir documentos. Hoy tenemos impresoras, fotocopiadoras y programas para la publicación de documentos en casa.
Suelo imprimir mis borradores para revisarlos y editarlos alejado de la pantalla. La experiencia es como leer un libro físico y no un artículo en la web. Me gusta regalar estos cuadernillos con mis escritos como una alternativa a la versión digital que fácilmente termina perdida en el buzón de correo.3
La impresora – Brother HLL2375DW– hace una única cosa muy bien y la grapadora –(Rapesco 790)– me permite grapar folios A4 doblados para crear un librillo A5. ↩
Como curiosidad, en los años veinte, las revistas de ciencia ficción incluían una columna con las direcciones físicas de sus lectores para que pudiesen intercambiar cartas entre ellos. ↩
El 15 de mayo de 2019, dos camiones de Limasa recogían la basura en la plaza de la Merced. El vehículo pequeño barre y absorbe lo que la gente tira al suelo y también acumula la basura que recogen los barrenderos. Mientras dibujaba, el vehículo más pequeño se movió de derecha a izquierda para verter lo que había recogido en el camión grande, que recoge basura de los contenedores de la calle.
Es parte de nuestras vidas. Papeleras, contenedores de basura, barrenderos y vehículos y máquinas que mantienen la calle limpia y llevan nuestros residuos al vertedero. Rara vez nos paramos a pensar si deberíamos producir menos basura y cómo deberíamos hacerlo.
¿Pueden cambiar algo nuestras decisiones individuales o han de tomar las decisiones las ciudades y entidades que nos proporcionan los recursos? Soy un poco escéptico acerca del impacto real que puedan tener nuestras decisiones individuales como consumidores, pero esa es una historia para otro día.
]]>Es una forma fácil de abstraer un dibujo.
Al ser miope esto me pasa a menudo. Mi vista desenfoca más los objetos conforme se alejan. Y aunque probablemente me esté engañando a mí mismo, aun estoy al límite de no tener que depender de llevar gafas en todo momento. Solo las utilizo cuando asisto a una presentación, cuando conduzco, y cuando voy al cine o veo la tele.
Los dibujos de gente deambulando por la calle suelen ser de las páginas más atractivas de mi cuaderno de dibujo –la gente se queda mirándolos al ojearlo, probablemente completando las partes que faltan en su cabeza, ya que los dibujos están hechos con trazos poco definidos.
¿Pero qué llama la atención de la gente? Creo que es un fenómeno conocido como efecto cheerleader, también conocido como efecto de atractivo en grupo.1 Estudios llevados a cabo en 2013 y 2015 sugieren que este efecto es un sesgo cognitivo que nos hace pensar que una persona es más atractiva cuando está en un grupo que cuando es vista individualmente.
No creo que mis dibujos de personas sean perfectos ni especialmente atractivos pero al ser parte de una composición parecen ser más atractivos que por sí solos. Parece ser que es probable que a la gente le gusten más los patrones de personas que sus elementos de forma individual.
Al parecer, este término fue acuñado por Barney Stinson en un episodio de Cómo Conocí A Vuestra Madre transmitido por primera vez en noviembre de 2008. Desafortunadamente, la traducción literal es efecto animadora, por eso he preferido utilizar el anglicismo cheerleader de género neutro. ↩
La gente para a preguntar qué dibujamos y por qué. A veces simplemente echan un ojo por detrás del hombro y es gracioso ver que tienden a pedir perdón cuando los miras, como si te estuviesen interrumpiendo. Suelen ojear tu dibujo y luego mirar lo que tienes delante, preguntándose si están viendo algo tan importante como para ser dibujado.
¿Por qué dibujas? Me relaja. Dibujar me da alegría y satisfacción. Es uno de esos momentos en los que la semana se ralentiza y no tienes que pensar en nada: simplemente presta atención a lo que tienes enfrente y dibújalo en tu cuaderno.
Tras decidir qué dibujar, la página en blanco puede ser algo estresante. Entonces, ¿para qué me pongo en esta situación? Me pregunto. Bueno, la cuestión es que con práctica empiezas a cogerle el gustillo al desafío, un desafío que requiere todo tu esfuerzo y concentración y te empuja a mejorar un poco cada día. Tras los primeros trazos y el encuadre del dibujo en el papel puedes, sin pensar demasiado, empezar a detallar, sombrear, y colorear, disfrutando finalmente mientras tu sketch va pareciéndose cada vez más a un dibujo terminado.
¿Estás participando en un concurso? No.
¿Eres un estudiante de arquitectura? Esta pregunta me hace gracia e intentaré escribir un post comentando por qué.
¿Por qué estáis todos dibujando por aquí? Normalmente voy a dibujar solo o con mi madre. De vez en cuando, nos reunimos con el grupo de dibujo urbano Urban Sketchers, para dibujar zonas y edificios concretos de Málaga todos juntos.
Intento ser fiel al manifiesto de los Urban Sketchers: dibujo en el sitio, capturo lo que veo y utilizo el dibujo como medio para compartir historias y experiencias.
]]>Daba un paseo por el mercado de Atarazanas un lunes por la mañana para desconectar unos minutos de la pantalla cuando descubrí el pequeño puesto de carne 166–167 de Pedro e Isa.
Mientras miraba sus hamburguesas caseras, Pedro se ofreció a prepararme cualquier tipo y cantidad de hamburguesas que quisiera.
Me llevé tres de doscientos gramos: Pollo con espinacas; ternera con foie de oca; y carrillada con cebolla. Y estaban buenísimas! Pedro me hipnotizó con su oferta conforme le daba sus 6.50 euros: Tu nos llamas. Eliges lo que quieres, cómo, cuándo y cuánta cantidad. Y yo te lo preparo. Lo hago todos los día para muchos restaurantes. Un servicio totalmente personalizado a tan solo un minuto de casa.
Como cada lunes, Pedro las llevaba a su favor. Los puestos de pescado cierran, así que solo puedes comprar fruta, verdura, o carne, pero no pescado. Y es por eso, probablemente, que me topé con sus increíbles hamburguesas ese día.
]]>Algunas cosas son fácil de medir. Coge una regla o un metro. Un reloj. Un calendario. Un peso. Entra en tu cuenta del banco. Echa un vistazo a tu armario. Ahí lo tienes: el número exacto, la respuesta correcta.
Otras cosas, sin embargo, no son tan fáciles de medir: ¿Estás contento con tu trabajo? ¿Cómo es tu relación con la gente que te rodea? ¿Te hacen más feliz tus hábitos diarios? ¿Cómo contribuye a tu salud lo estás comiendo?
No son pocos los estudios de investigadores científicos especializados en la psicología o la medicina que intentan representar aspectos abstractos de nuestra vida cotidiana en gráficos y tablas. Aun así, el hecho de medir nuestra felicidad, bienestar, disfrute, o cosas como el amor y nuestro estado de ánimo, no es una tarea sencilla. Estos aspectos de nuestra vida no se pueden reducir a distancias, fechas, cantidades o números.
En algunos casos, sin embargo, podemos extraer conclusiones acerca de nuestra felicidad, bienestar y otros aspectos mediante el estudio de los hábitos diarios de múltiples individuos. Este es el caso, por ejemplo, de un estudio de investigación realizado en la Universidad de Warwick, en Reino Unido, por Caroline Meyer y su equipo, en el que los participantes anotaban sus dos actividades principales cada diez minutos durante un periodo de veinticuatro horas en un diario, junto dónde y con quién estaban, si estaban utilizando un dispositivo digital (móvil, tableta u ordenador), y una puntuación de cuánto estaban disfrutando cada actividad en una escala del uno al siete1. "La ida y vuelta del trabajo puede constituir una parte importante del día de una persona y puede tener un impacto considerable en su bienestar," concluyen los investigadores en su estudio acerca de las formas de ir a trabajar y el bienestar subjetivo. "Ir a trabajar en medios de transporte pasivos (coche o tren, por ejemplo) eran de las actividades menos disfrutadas en el día. Ir a trabajar en medios de transporte activos (como en bicicleta o caminando) también se encontraban entre las actividades menos disfrutadas, aunque el disfrute era mayor al utilizar medios de transporte activos."
Este estudio comparaba el bienestar experimentado en distintas actividades, en busca de una correlación entre el hecho de desplazarse para ir a trabajar y el sentimiento subjetivo de disfrute del resto de actividades realizadas durante el día. (Y, aunque ir a trabajar era una de las actividades que menos disfrutaban los participantes, parece que no afectaba mucho si disfrutaban más o menos el resto de actividades que llevaban a cabo.)
Como muestra esta investigación, podemos identificar métricas que de una forma u otra representan aspectos subjetivos de nuestra vida y comparar si el día de hoy ha sido mejor que el de ayer. Y tú mismo puedes probar esta estrategia. Escribe lo que haces y si te hace sentir mejor o peor, y luego trata de repetir lo que parece hacerte más feliz, lo que te ayuda a relajarte y estar en paz contigo mismo, y evita lo que te estresa, lo que te hace perder el tiempo y lo que hace que te pongas triste.
No obtendrás un número exacto. Pero aprender más acerca de ti –incluso si es de forma subjetiva– puede ayudarte a reforzar los hábitos positivos que te hacen estar, al menos, un poquito más feliz.
Adam, Zakiyya & Walasek, Lukasz & Meyer, Caroline. (2018). Workforce Commuting and Subjective Well-Being. Travel Behaviour and Society. 13. 183-196. ↩
Amazon nos está haciendo vagos. Con una dirección de envío y una tarjeta de crédito en tu perfil puedes hacer un pedido con un solo clic.
Con más de 600.000 empleados, Amazon ha creado una experiencia de compra online tan cómoda que se ha convertido en el estándar para comprar casi cualquier cosa.
Puede que recibas tu paquete antes de lo previsto, y devolver lo que compraste nunca ha sido tan sencillo.
Sin gastos de envío, la emoción de salir a la calle a comprar se desvanece, reemplazada por una experiencia virtual y algo adictiva en tu pijama favorito.
Ring. Suena el timbre.
Ha llegado tu paquete de Amazon.
Aparte de ayudar a otros viajeros a subir sus maletas en el compartimento superior del vagón, hay otra razón por la que extraños suelen entablar conversación cuando se suben en el AVE –el tren de alta velocidad de España.
A la entrada de cada pareja de vagones, hay una pequeña pantalla digital que parpadea señalando el número del vagón a su derecha y a su izquierda. (Al principio del vagón doce, por ejemplo, la pantalla muestra los números 011 y 012 intermitentemente.) Dependiendo de cuando llegas a la entrada, la pantallita puede mostrar el número once o el doce y, probablemente, entres al tren antes de ver ambos números, asumiendo que has entrado en el vagón que dice tu billete.
Entro en el vagón. Tomo asiento. Pensando que estoy en mi sitio, una pasajera sugiere que es el suyo y me pide que me vaya al mío. Su billete –al igual que el mío– dice 5D. Alguno de los dos debemos estar en el vagón equivocado.
El sistema de numeración es ambiguo y esa ambigüedad genera una situación curiosa: Dos desconocidos creen llevar razón pero uno de ellos tiene que estar equivocado. (Excepto si Renfe nos hubiese vendido el mismo asiento a los dos.)
Esta ambigüedad nos hace pensar que los dos llevamos razón cuando obviamente no es así. En el tren hay una forma fácil de comprobar quién está en lo correcto: puedes comprobar en qué vagón te encuentras. Sin embargo, en muchas otras situaciones de nuestro día a día discutimos acerca de temas donde no hay una verdad universal que pueda decirnos quién tiene la razón o quién está equivocado.
Es bueno tener esto presente cuando tú (u otra persona) creéis estar en lo cierto. Escucha lo que dicen los demás y piensa –aunque sea solo por un segundo– que podrías haberte equivocado. Ese es tu asiento. Simplemente puede que este no sea tu vagón.
]]>Suelo estudiar la perspectiva, las proporciones y las relaciones de unos objetos con otros en un dibujo analítico, algo rápido y con poco detalle de algo que quiero dibujar. En teoría es simplemente un borrador, una prueba y no el dibujo acabado, así que no tengo que preocuparme de que esté bien hecho. Siento una libertad que no suelo tener cuando quiero hacer un dibujo más terminado, sé que este dibujo "no cuenta". Es solo el calentamiento.
Hice uno de estos dibujos de calentamiento antes de mi dibujo de La Farola, pero esta vez, como me pasa a menudo, terminé haciendo un dibujo entero encima de lo que comenzó siendo un estudio rápido. Jugué con mis acuarelas de una forma que normalmente me asusta.
El calentamiento ha terminado.
Se desvanece la presión.
Listo para el siguiente dibujo.
Me encontraba a tan solo unos minutos de distancia de casa dibujando en la plaza Enrique García-Herrera (una plaza que conocemos mejor por ser "la plaza del parking de calle Camas" de Málaga) bajo unos cuantos árboles que no conseguían proteger del sol a quienes pasaban. ¿Su nombre científico? Erythrina –una especie de árbol de la familia de los rosales, comúnmente conocida como árbol de coral o árbol de coral africano, que florece en tonos de rojo intenso y tiene espinas por todo el tronco. Erythrina (un término que se refiere no solo a este tipo de árbol sino a decenas de variedades) proviene de la palabra "rojo" en griego –erythros– en referencia a las flores de los tipos más comunes. Cuando busqué el nombre de este árbol por primera vez estaba convencido de que pertenecía a la especie Erythrina Caffra, pero no me aclaro.
La curiosidad es una decisión. Y me encanta que obsesionarte por los detalles de algo tan mundano (y frecuentemente ignorado) como un árbol o una plaza pueda empujarte a hablar y aprender de cualquier cosa.
]]>¿Dónde está la trampa? Recién hecho es cuando el pan está más bueno. Calentito, blando por dentro y tal vez un poco crujiente por fuera. Pero a partir de ahí solo puede empeorar.
Algunos ingredientes (como los cereales) pueden hacer que el pan sea más sano, pero lo cierto es que los ingredientes extra suelen hacer el pan más cómodo y menos saludable. Puede que así dure más, que esté más blando, más crujiente, más sabroso, que tenga más color, o incluso que huela bien; y aunque estas propiedades hagan que el pan sea más atractivo y duradero o te den más ganas de comerlo, es probable que no hagan que sea más sano.
¿Sigues el movimiento #realfood? Parece que cuanto menos ingredientes mejor. De la panadería de tu barrio (o de tu mismo horno) a la mesa. Y quizás más importante, lo mejor es comprarlo y comerlo en el día, al igual que muchos otros alimentos. Cuanto más fresco y menos procesado, mejor, aunque también tardará menos en ponerse malo.
La comodidad siempre tiene un precio.
]]>En cualquier momento, hay muchas cosas que podrías dibujar a tu alrededor. Lugares, edificios, personas, u objetos frente a los que parar un rato. Mirarlos. Estudiarlos cuidadosamente. Cosas a las que mirar con un gesto de alegría. Pero raramente lo hacemos.
Sin embargo, parece ser que lo que está lejos y es diferente –lo exótico– consigue hacernos sacar nuestro teléfono del bolsillo y hacer una foto más a menudo que aquello que está a nuestro alrededor cada día. No lo que está cerca, sino lo distante y, de alguna forma, lo desconectado de tu propio mundo.
Tras mi vuelta a casa de los Estados Unidos, miro a mi ciudad de forma diferente. Ahora en Málaga miro constantemente lo que hay a mi alrededor, lo mundano, las pequeñas cosas que siempre he dado por sentado. Me siento frente a ellas y las fotografío en mi cuaderno.
De alguna forma, me gusta comparar dibujar con fotografiar algo (tal vez para tu cuenta de Instagram) durante treinta o sesenta minutos. Con tanto tiempo para pensar en lo que estoy haciendo (a diferencia de los tres segundos en los que puedo hacer una foto), cada captura establece una conexión con el cuando, donde, y con quien estaba dibujando. Por eso no me canso de mirar los sketches con nostalgia y alegría.
Según Wolfram Alpha, Málaga y Scarborough, en Maine, están a 5519 kilómetros. ↩
Esta figura moai, etiquetada como Hoa Hakananai'a ("amigo escondido o robado"), es considerada como "una de las estatuas más importantes entre los monolitos de piedra de la isla chilena".2 Y los Rapa Nui quieren traerla de vuelta a casa.
Tras visitar el museo, seguí preguntándome quién decidió llevar este enorme pedazo de piedra tallada hasta Londres y por qué. Según la página web del Museo Británico, la figura fue "recogida" por una expedición británica a Rapa Nui comandada por el capitán Powell en 1868, y entregada a la reina Victoria, quien la regaló al Museo Británico un año después.3
¿Crees que nuestro amigo robado volverá a casa?
Easter Island and London are 13,638 kilometers apart. Wolfram Alpha. ↩
Easter Island governor begs British Museum to return Moai: 'You have our soul'. The Guardian. 2018. ↩
Hoa Hakananai'a. British Museum. ↩